El arquitecto que creó uno de los juegos más famosos de la historia sin saber cómo resolverlo: así nació el Cubo Rubik

Historia 20 de diciembre de 2022
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Seis caras, seis colores y 43.252.003.274.489.856.000 potenciales maneras de acomodarlos, según la matemática. Pero un solo cubo. El húngaro Ern Rubik ideó el puzzle que lleva su apellido y que se convirtió en uno de los juguetes más icónicos de la historia con más de 400 millones de unidades vendidas. Su inventó generó desde competencias mundiales, récords y hasta condiciones médicas.

El emprendedor nació el 13 de julio de 1944 en Budapest. Su padre era ingeniero y se dedicaba a diseñar planeadores, sin embargo a Ern le gustaba dibujar y pintar. Por eso estudió Arquitectura en la Universidad Tecnológica de Budapest y después se dedicó a la docencia.

Como profesor daba clases de "geometría descriptiva" y una de sus asignaturas involucraba usar imágenes bidimensionales para crear una forma tridimensional. Preparando una de sus lecciones intentó unir ocho cubos de madera para que se mantengan juntos, pero, al mismo tiempo, pudieran moverse. Sin embargo, el objeto se desarmó por completo. Luego de varias iteraciones logró darle su forma final en 1974 y pintó cada cubo de un color.

Pero había un problema: Rubik no había pensado cómo resolver su propio invento. En su tiempo libre le dedicaba un rato todos los días a intentar devolverlo a su forma inicial. Le tomó un mes entero poder solucionarlo. Una vez que lo hizo aplicó para obtener la patente de su "juguete de lógica espacial tridimensional", aunque lo bautizó como Bvös kocka (Cubo Mágico, en húngaro) en 1975.

IMPACTO INICIAL
La tirada inicial fue de 500 cubos y se los encomendó a un fabricante de juegos de ajedrez. En 1979 presentó su creación en la Feria de Juguetes en Núremberg. Ahí captó la atención de Tom Kremer, el fundador de Seven Towns, una compañía que se dedicaba a diseñar y licenciar juegos y juguetes. 

Rubik le otorgó los derechos para que comercializara su producto alrededor del mundo y Kremer también se asoció con la estadounidense Ideal Toy para que esta se encargue de venderlo en América.

En solo tres años se comercializaron cerca de 100 millones de unidades a través de Ideal. Incluso el cubo llegó a tener su propia serie animada "Rubik, the amazing cube". Además empezaron a salir copias y libros que enseñaban cómo resolverlo.

EL MUNDIAL DE LOS CUBOS
A pesar de su popularidad, Rubik prefería mantenerse en las sombras. "Al cubo le encanta la atención, a mí no. Él está ansioso de interactuar con todos, a mí a veces me cuesta", escribió en "Cubed", su libro. Para 1982 ya se habían creado competencias mundiales de velocidad para armar el cubo (práctica conocida como "speedcubing"). Dos condiciones médicas hoy llevan su nombre o están inspiradas en el juguete: el pulgar de cubo y la muñeca de Rubik.

El record mundial hoy está en manos del chino Yusheng Du, quien en 2018 lo armó en 3,47 segundos. El propio Rubik tarda poco más de un minuto en poder resolver el rompecabezas de colores.

Seven Towns intentó registrar la particular forma del cubo como una marca en los 90. No obstante, la Corte de Justicia Europea dictaminó que la habilidad que tiene el cubo para rotar no aplica para ser una marca registrada. Al clásico diseño de nueve cubiletes se le sumaron otras versiones como el de 2x2, 5x5, la pirámide y con dibujos.

En 2013 la firma creó Rubik's Brand Limited para concentrar el manejo de la marca. Desde enero de 2021 el cubo Rubik está en manos del fabricante canadiense de juguetes Spin Master que desembolsó u$s 50 millones para quedársela.

Nota: apertura.com

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