No había ocurrido nunca en todo el año. El único antecedente algo positivo, aunque no del todo, había sido en febrero. Lo cierto es que en octubre el mercado redujo por primera vez las expectativas inflacionarias, luego de siete meses de continuos incrementos que llevaron a la expectativa desde un IPC en 55% a uno en 100%. La dinámica creciente que viene reflejando el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA se torció el mes pasado y fue gracias a la desaceleración importante que mostró la inflación en septiembre. Además, el mercado mejoró la proyección de actividad económica para este año.

Por el lado de la actividad, el mercado ya viene esperando que la gestión de Alberto Fernández termine con crecimiento en el PBI per cápita, luego de los tropiezos de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner en 2011-2015, y de la de Mauricio Macri en 2015-2019. 

En cuanto a la inflación, dos salvedades es importante hacer: por un lado, la proyección para el IPC 2022 no llegó a bajar de 100%, tal como informó BAE Negocios. Los consultores y banqueros de la city consultados mensualmente por el BCRA para realizar el REM siguen esperando una inflación acumulada, para diciembre, del 100%. Pero, además, cabe destacar, no esperan menos aumentos en el último trimestre del año.

De hecho, a futuro, esperan más inflación que la que proyectaban un mes atrás. Ahora prevén que octubre marcará un 6,5%, es decir 0,3 puntos por encima de lo que decían en septiembre. Y para noviembre esperan un 6,2%, según la mediana de las respuestas, lo que implicó un empeoramiento de 0,2 puntos respecto al relevamiento previo. Para diciembre observaron un incremento peor que el que imaginaban antes y lo dejaron en 6,4%, con la típica aceleración estacional de cada cierre de año.

La gran diferencia la marcó la inesperada desaceleración de septiembre. El IPC del Indec mostró una suba de 6,2% mensual y el mercado venía proyectando una de 6,7% en la previa. Estuvo bien por debajo, aunque en niveles todavía muy altos. Esa diferencia fue la que generó que en cuanto a la proyección para la tolidad del 2022 los encuestados de la city pasaran a proyectar en octubre una inflación anual algo más baja que la que observaban en septiembre. En concreto la bajaron 0,3 puntos.

Sólo en febrero había ocurrido algo distinto a un incremento permanente de las expectativas inflacionarias de los esperacialistas. En esa ocasión la variación fue 0%. Desde entonces no dejó de subir.

También hubo buenas noticias por el lado de la actividad económica. La city prevé una mejora del PBI superior a la que venía proyectando y en ese sentido se pareció al Gobierno: aunque en el Presupuesto 2023 se apunta a una suba de 4%, el presidente Alberto Fernández ya dijo que iba a estar algo por encima de ese número y más cercano al 5%.

Coincidió el mercado, que pasó a proyectar un incremento promedio de 4,8%, lo que estuvo por encima del 4,1% que esperaba en septiembre, siempre según la mediana de las respuestas. Ahí el consumo viene jugando un papel interesante. Aunque algunos indicadores de la dinámica de los bienes vienen mostrando algún freno, algunas consultoras indican que tanto el consumo de durables por el refugio frente a la inflación, más el adelanto de algunas compras por la incertidumbre, más la inelasticidad que tienen algunos servicios, vienen impactando positivamente. De hecho, la recaudación de IVA creció con fuerza y en términos reales durante septiembre. 

BaeNegocios