Denuncian a una marca de pastas premium porque creían que se fabricaba en Italia

Historia 23 de octubre de 2022
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La empresa italiana especialista en pastas, Barilla, se enfrenta a una demanda colectiva. Dos usuarios la denunciaron por "publicidad engañosa" tras descubrir que los productos que venden en los Estados Unidos no se producen en Italia y que la materia prima utilizada para elaborarlos tampoco viene exclusivamente del país europeo.

La denuncia fue iniciada por Matthew Sinatro y Jessica Prost en la Corte del Distrito Norte de California contra la filial estadounidense de la compañía, Barilla America Inc. Ellos aseguran haber comprado esta marca solo porque creían que, efectivamente, era importada desde su país de origen. Según la demanda, Sinatro y Prost creyeron esto por el packaging del producto que incluye los colores de la bandera italiana y lleva impreso el mensaje: "La marca de pastas #1 de Italia" (Italy's #1 Brand of Pasta).

FÁBRICAS EN EE.UU.
En realidad, desde hace más de dos décadas, el grueso del portfolio de productos que Barilla comercializa en el mercado estadounidense se fabrica en ese mismo país. En 1998 Barilla America Inc abrió una planta en Illinois y nueve años más tarde inauguró su segunda fábrica en Avon, Nueva York.

Barilla fue fundada por Pietro Barilla en Parma en 1877 como una tienda dedicada a vender pan y pastas. Hoy continúa en manos de la familia y su chairman es Guido Barilla, que, según Forbes, ostenta una fortuna superior a los u$s 1100 millones.

DEMANDA
La denuncia detalla que tanto Sinatro como Prost no hubieran comprado el producto en caso de saber que no se elaboraba en Italia, ya que valoraban la tradición de ese país a la hora de fabricar pastas y la calidad del trigo que se utiliza como materia prima.

No obstante, el sitio oficial de Barilla America Inc aclara que sus pastas que se venden en los Estados Unidos provienen de sus plantas en Illinois y Nueva York. La única excepción, indica, son los tortellini y la lasaña lista para horno, los cuales sí se importan desde Italia. Por otro lado, aseguran que las máquinas que utilizan en sus fábricas estadounidenses son las mismas que tienen en sus HQ en Parma.

La jueza federal Donna Ryu determinó que existe mérito suficiente para que la demanda colectiva continúe su curso. "Sus acusaciones son suficientes para establecer un perjuicio económico bajo los estándares constitucionales", escribió. 

Nota: apertura.com

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