Cómo será el primer cohete argentino para transportar satélites

Actualidad - Nacional 11 de octubre de 2022
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Argentina forma parte desde los años 90 del selecto grupo de países, contados con los dedos de una mano, que puede construir sus propios satélites. Y ahora busca tener la capacidad propia para lanzarlos, sin depender de otras naciones. Ese es el ambicioso plan que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, que esta semana recibieron financiación para avanzar en el lanzador argentino de satélites Tronador II.

El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE, que a su vez se enmarca en el Plan Espacial Nacional. De concretarse esta meta, el cohete podrá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.

Concretamente, permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra. El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150, cohetes impulsados con oxígeno líquido y kerosene como combustible, que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador final, Tronador II-250. El contrato que suscribieron esta semana la CONAE y VENG demandará una inversión de 9.730 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la continuidad del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) con su infraestructura auxiliar prioritaria.

“Es importante para un país tener un lanzador propio. Y como lanzador quiero decir un cohete para lanzar artefactos. Pero cuando estamos hablando de un país como la Argentina que es uno de los pocos con capacidad para construir sus propios satélites, el tener un lanzador se torna algo fundamental y clave. De real importancia”, explicó a Infobae el ingeniero Juan Cruz Gallo Subgerente de Segmento de Tierra de la Gerencia de Acceso al Espacio de la CONAE.

“La Argentina a través de Conae y Arsat, y con empresas privadas y organismos públicos, cuenta hoy con una gran capacidad humana para promover el desarrollo científico y tecnológico en áreas muy importantes. Ello generó un ecosistema por ejemplo el fabricar satélites de muy alta calidad o centrales nucleares que luego se exportaron. Yo por ejemplo participé como Jefe de Instrumentos de la Misión SAC-D/Aquarius (2011), en la que Estados Unidos confió cientos de millones de dólares en su instrumento Aquarius que servía para medir desde el espacio la salinidad del mar, a un plataforma satelital argentina, como lo fue el SAC-D. La NASA destacó nuestra importante capacidad. Al igual que lo hizo Italia por ejemplo con la constelación SIASGE, que integra una red satelital con aparatos italianos y nuestro dos SAOCOM 1A y 1B”, agregó el ingeniero en Electrónica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.

El Plan Nacional Espacial incluye el desarrollo de la capacidad de lanzamiento de los satélites del proyecto SARE, para colocarlos en órbita desde territorio argentino mediante el lanzador Tronador II/III, y la provisión de capacidades necesarias para las actividades de telemetría y telecomando (TT&C), adquisición y procesamiento de la información satelital recibida mediante la Red de Estaciones Terrenas distribuidas de manera estratégica en nuestro país, requeridas para el seguimiento, monitoreo y control de los lanzadores Tronador II, mediante la Estación Terrena Córdoba ubicada en el CETT, la Estación Terrena Tierra del Fuego ubicada en cercanías de Tolhuin, y la futura Estación Terrena Belgrano II en la Antártida Argentina. Si bien los ensayos se realizan en la localidad de Punta Indio, la infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en una nueva base de lanzamiento para optimizar los lanzamientos de futuras cargas en las órbitas polares. Será el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), a construirse cerca de Bahía Blanca.

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de la Facultad de Ingeniería, participará activamente del desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II. El decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, Marcos Actis, precisó a Infobae los detalles de la importante participación de esa casa de estudio para el nuevo lanzador. “Yo auguro que el desarrollo del Tronador siga la continuidad que tuvieron los satélites. Este debe ser un proyecto de Estado y no solo de un gobierno. La UNLP siempre ha estado en contacto con CONAE para promover desarrollo espacial argentino. Es el semillero que nutre a empresas privadas como VENG y otras, como también a instituciones nacionales como CONAE. Formar gente y aportar al sistema productivo es nuestra meta y un claro ejemplo es que los alumnos avanzados pueden comenzar a trabajar en estos proyectos mientras están todavía en la universidad”, indicó Actis.

Y agregó: “Concretamente, la UNLP ayudará al diseño y desarrollo del cohete. Los comandos por ejemplo emplean baterías de litio, donde la universidad juega un rol muy importante. Lo mismo con los sistemas de navegación del cohete por medio del sistema GPS”. “Argentina es pionera en el desarrollo aeroespacial en nuestra región. Nuestro recurso humano es extraordinario. Recurso que es fruto de una educación pública de excelente calidad. Lo veo en mis alumnos y alumnas en la Facultad de Ingeniería desde hace más de 30 años”, expresó Actis, quien además dirige el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) en la UNLP, preside VENG y es miembro del directorio de la CONAE.

El director ejecutivo y de carrera del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la UNLP, Juan Sebastián Delnero, detalló que, en este marco, a partir de un convenio de cooperación entre la UNLP y VENG, la Facultad brindará actividades de apoyo de ingeniería. “Haremos trabajos de asesoría técnica tanto para la empresa como para la CONAE en temas de desarrollo y diseño.

En el CTA se está armando nuevamente un equipo integrado por ingenieros, becarios y muchos especialistas para desarrollar diferentes temáticas de índole aeroespacial. Se van a desarrollar componentes, diseños conceptuales, preliminares y de detalle, además del desarrollo de materiales, procesos productivos y calificación de componentes entre otros”.

Con la presencia del presidente Alberto Fernández, del gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti; y del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus, el lunes 3 de octubre de 2022 se firmó un contrato entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, valuado en 9.730 millones de pesos (aproximadamente USD 62 millones), destinados al desarrollo de un prototipo del lanzador Tronador II y de la infraestructura auxiliar prioritaria.

El proyecto Tronador se desarrolla bajo la responsabilidad de la CONAE. La empresa VENG S.A es el contratista principal del proyecto. Entre CONAE y VENG se coordinará la participación de numerosas instituciones del sistema científico tecnológico y empresas que participarán del desarrollo de los vehículos lanzadores Tronador II (TII) y Tronador III (TIII), como así también de los primeros vehículos TII-70 y TII-150, que permitirán un desarrollo evolutivo hasta alcanzar el desarrollo hacia los vehículos TII y TIII.

Entre las instituciones y empresas que formarán parte de este proyecto se puede mencionar a la Universidad Nacional de La Plata, INVAP S.E., FAdeA, Valthe Ingeniería, Inoxpla, 2G Composites, INTEMA, Kohlenia, etc.

Como antecedente del proyecto Tronador se encuentra el lanzamiento, desde el Centro Espacial Manuel Belgrano, de los cohetes sonda Tronador I en junio de 2007, con empuje de 550 kilogramos fuerza (kgf) y el Tronador Ib en mayo de 2008, con empuje de 1,5 toneladas, obteniéndose un rango de 20 km y apogeo de 12 km. En ambos cohetes sonda se ensayaron elementos de navegación, guiado y control como parte de la carga útil. Asimismo, un ensayo más completo de estos elementos de navegación, guiado y control y parte de la aviónica, se realizó en el cohete sonda VS-30 (carga útil argentina y cohete S-30 brasileño) lanzado en diciembre de 2007 desde Barrera do Inferno, Natal, Brasil, validando en vuelo un sistema de navegación por giróscopo, acelerómetro y posicionamiento y un control de actitud.

Un lanzamiento de prueba realizado en diciembre del 2011 con el prototipo Tronador 4000 (cohete sonda de 4000 kgf de empuje), no pudo concretarse por falla en el sistema pirotécnico de apertura de las válvulas de presurización de combustible. Ello ha conllevado a un nuevo diseño del sistema.

Por Infobae

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