La secretaria que se volvió millonaria tapando errores: la historia del Liquid Paper

Historia 22 de agosto de 2022
09

Ahora forma parte del día a día, pero en ese momento parecía magia. Un líquido blancuzco que permitía ocultar cualquier tipo de error en papel casi sin dejar rastro. Y esto no surgió del laboratorio de una multinacional, sino que fue idea de una secretaria ejecutiva de un banco que luego se convirtió en millonaria gracias a su creación: el Liquid Paper. No obstante, el camino hacia el éxito no fue sencillo para esta emprendedora.

Bette Claire McMurray nació en Dallas en 1924 y durante su juventud se sumergió en el mundo artístico. Le gustaba esculpir y su madre también le había enseñado a pintar al óleo, sin embargo, su entusiasmo era mayor que su habilidad. "Cuando descubrí que no podía apoyarme en el talento, entonces me di cuenta que iba a tener que abandonarlo", aseguró en una entrevista con la Universidad del Norte de Texas en 1980.

A los 17 años dejó el colegio, se casó con el soldado Warren Nesmith y aplicó para trabajar como secretaria. Pero el matrimonio duró solo cinco años y ambos se divorciaron tras su regreso del frente de batalla. Bette pasó a hacerse cargo de su hijo Michael y empezó a buscar trabajos secundarios para poder mantener a su familia. Pintó letreros, modeló pieles y hasta hizo algunas tareas como freelance como artista.

EL TRUCO DE LOS PINTORES
Para 1954 había llegado a ser secretaria ejecutiva en el Texas Bank and Trust, aunque todos los días enfrentaba un gran problema: las máquinas de escribir. El nuevo sistema con cintas de carbono y teclas más sensibles había multiplicado sus errores de ortografía y se frustraba cada vez que tenía que borrarlos.

Pero un día recordó el truco que utilizan los pintores para ocultar los errores. No los borran sino que les pintan encima. Entonces armó un brebaje con tempera blanca de secado rápido, lo volcó en una pequeña botella de esmalte y lo escondió en su escritorio. Pronto se esparció el rumor sobre su líquido corrector y Bette empezó a vendérselo a sus colegas con el nombre Mistake Out.

El proyecto era artesanal. Según detalla un informe de The New York Times, ella preparaba la mezcla y luego le pagaba u$s 1 por hora a Michael y sus amigos para llenar botellas y pegarles la etiqueta de la marca. Pero en 1958 sucedió algo que podría haber puesto en jaque al proyecto.

EL NACIMIENTO DE LIQUID PAPER
Por error, McMurray firmó un documento del banco como "The Mistake Out Company" y, al enterarse de su emprendimiento secreto, decidieron despedirla. En ese momento, ella optó por dedicarse full time a marca y la rebautizó Liquid Paper. Al poco tiempo su producto apareció en una revista sobre suministros de oficina y esto le consiguió dos clientes de peso, como IBM y General Electric.

Liquid Paper dejó de ser un sencillo emprendimiento hogareño y se convirtió en una empresa profesional. Trabajaron con químicos para actualizar la fórmula del líquido y abrieron una fábrica automatizada. Para 1975, según detalla el medio, la planta elaboraba 25 millones de botellas de corrector por año. Sin embargo, su fundador estuvo a punto de quedarse sin nada.

VENTA MILLONARIA
En 1962 se casó con Robert Graham, un vendedor de productos congelados que entró en la empresa y tomó un rol protagónico. No solo estaba en el día a día sino que llegó a ocupar una silla en el directorio. Ellos se divorciaron en 1975, pero Graham hizo un intento por sacar a McMurray de la firma.

Ella evitó el golpe interno y en 1979 le vendió la marca a Gillette por u$s 47,5 millones. Seis meses después murió de un accidente cerebrovascular a los 56 años. Michael, su hijo, heredó buena parte de su fortuna y persiguió una carrera artística como integrante de la banda The Monkees en los 60. Hoy Liquid Paper está en manos del grupo Newell Brands.

Nota: apertura.com

Te puede interesar