Massa dejó Diputados en un clima triunfal y con un fuerte respaldo kirchnerista

Actualidad - Nacional 03 de agosto de 2022
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Antes de poner un pie en el Palacio de Hacienda, Sergio Massa se despidió de la Cámara de Diputados en un escenario que se parecía más al de una Asamblea Legislativa, recibiendo a un jefe de Estado, que al de un recambio de autoridad. Aún sin que fuera su propósito principal, ni siquiera secundario, con su renuncia a la presidencia del cuerpo, le abrió camino a Cecilia Moreau para que se convirtiera en la primera mujer en ocupar ese cargo. 

En algo que es poco usual, los palcos de los tres pisos rebasaban. En los pasillos y los costados del recinto se amontonaban funcionarios y otros invitados. El ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, fue uno de los primeros en llegar. Sólo se retiró durante media hora en plena sesión, junto a Massa y el diputado Máximo Kirchner, para mantener una breve charla. Para que no quedarán dudas del apoyo kirchnerista se aseguraron una silla la titular del PAMI, Luana Volnovich; y las senadoras Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti.

También estaban el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; la titular del INADI, Victoria Donda; y la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario. La presidenta de AYSA y esposa de Massa, Malena Galmarini, ocupó el palco del primer piso que estaba justo frente al estrado en el que se sentó el tigrense para dar su último discurso como diputado y presidente de esa Cámara. 

"Si hay algo que me enseñó este lugar es a escuchar, mucho más que a hablar", dijo Massa, visiblemente contento por el paso que estaba por dar. "Si querés llorar, llorá", le gritaron de manera risueña desde el bloque oficialista, apelando a una frase que acuñó hace muchos años Moria Casán, actual pareja de su suegro, Fernando "Pato" Galmarini. Un rato antes, en la reunión de Labor Parlamentaria, al líder del Frente Renovador se le habían escapado algunas lágrimas. Estaba por dejar el lugar que durante dos años y medio, en alguna medida, le sirvió para mostrarse como un hombre de diálogo, capaz de lidiar con la oposición, y desde donde promovió leyes económicas dirigidas a la clase media, un sector al que siempre buscó representar. También desde donde profundizó el vínculo con Máximo y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, con quienes tejió codo a codo esta fase del Gobierno que se avecina.  

Los aplausos que recibió cuando ingresó al recinto se repitieron una vez más, luego de que los legisladores aceptaron su renuncia a la banca y la presidencia. Massa se apuró a sentarse al lado de De Pedro. No dudó. Fue algo más que un gesto. Acaso una muestra más de su alianza con el kirchnerismo para llegar, pero sobre todo para mantenerse sin turbulencias en el cargo que asumirá este miércoles. Su banca pasará a manos de Juan Marino, quien juró este mismo martes. 

Los diputados y las diputadas del interbloque de Juntos por el Cambio se encargaron especialmente de hacerle notar al oficialismo que la algarabía que exhibía era desmesurada para la ocasión. Tan cierto como que en el Frente de Todos celebraban por anticipado lo que esperan sea una nueva etapa del Gobierno es que en la alianza opositora son varios los que temen que Massa logre torcer el rumbo económico, otorgándole al peronismo la posibilidad de revigorizarse.

"¿Y si le va bien?", dijo a este diario un diputado radical sin pudor alguno. "El que está preocupado es el Pelado", soltaron otros dos legisladores de PRO, en referencia al mandatario porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien se espanta ante la sola idea de que el tigrense pueda hacerle sombra en 2023. Unos pocos coincidieron en que "la ambición desmedida" le jugará en contra al dirigente del Frente Renovador. 

Cecilia Moreau, primera presidenta mujer de la Cámara de Diputados
 
La propuesta para que Cecilia Moreau reemplace a Massa en la presidencia de la Cámara baja la oficializó el jefe del bloque oficialista, Germán Martínez. Sin embargo, la que más se encargó de rebatir con fuerza los cuestionamientos de los diputados de Juntos por el Cambio, desde donde adelantaron que se abstendrían, fue la diputada de Identidad Bonaerense Graciela Camaño. 

"Se va a sentar por primera vez en la historia de este Congreso después de 158 años de hombres, una mujer", dijo la legisladora peronista. Y continuó: "Empiezo a mirar cuáles son las cuestiones por las que no votaría a Cecilia. Ella es radical y yo soy peronista. Ella defendió y militó por el aborto, yo voté en contra y no me gusta la ley del aborto. Ella se fue con los kirchneristas y yo me quedé afuera, soy la oposición. Y punto. Nadie le puede negar ni la militancia, el trabajo, ni el cursus honorum de la política que tienen tanto hombres como mujeres".

A esa altura, Camaño ya había encendido las ovaciones que duraron casi hasta el final de su intervención. "Vos, Cecilia, vas a estar en los libros de historia como la primera mujer que presidió la Cámara de Diputados de la Nación", cerró la diputada bonaerense. Moreau atravesó varias bancas para abrazarla. Con su llegada a la presidencia de ese cuerpo, el Congreso también quedaría por primera vez a cargo de mujeres. Ella en la Cámara baja, Cristina Kirchner en el Senado.

"No voy a gobernar esta Cámara con mis hormonas, sino con mi cabeza", soltó Moreau ya sentada ya en el sillón de la presidencia, haciendo suyas las palabras que tiempo atrás pronunció la titular del Senado. 

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