







El segundo diciembre desde que asumió Milei cierra con caída del consumo y mayor endeudamiento de las familias, que hacen malabares para cumplir con lo básico. Mientras los salarios y jubilaciones siguen planchados, la inflación mostró indicios de aceleración los últimos meses. Las compras en góndolas se redujeron 2,1 por ciento; el tiempo que pasa entre una compra y otra se estiró 2,2 por ciento y el 29 por ciento de las personas destinará su aguinaldo a pagar préstamos pendientes, según revelaron estudios privados. El escenario se completa con otra cifra trágica que dio a conocer el Banco Central: La morosidad en familias argentinas alcanzó un nuevo máximo histórico desde 2010.
La crisis de los ingresos impacta de forma directa en el consumo de los hogares que viene decayendo en la segunda mitad del año, luego de la leve recuperación del primer semestre cuando, de todas maneras, se realiza una comparación contra los números magros de 2024.
El porcentaje de compradores que declara llegar ajustado a fin de mes asciende a 43 por ciento, tras haber alcanzado un 29 por ciento en el primer trimestre del año.
Con un menor volumen de compra y menos visitas a los puntos de venta, las dinámicas de consumo se diferencian entre segmentos socioeconómicos, mientras los canales de cercanía vuelven a ganar relevancia dentro de la rutina de compra, reportó el informe de Worldpanel by Numerator.
“Los hogares cierran el año con una mayor presión sobre sus presupuestos y expectativas polarizadas”, señaló el estudio.
Los resultados muestran un crecimiento acumulado interanual de 1,5 por ciento entre enero y septiembre, con una caída del 0,7 por ciento en el último trimestre, donde el repunte leve se transforma en declive.
Reducir en los consumos básicos
En el análisis del comportamiento de los hogares, se evidencia que las familias redujeron tanto las visitas a los puntos de venta (–2,2 por ciento) como el volumen de sus compras (–2,1 por ciento), una doble presión que explica el retroceso del último período en casi todo el país, con el centro como única excepción.
Por su parte, el precio medio pagado por los compradores entre julio y septiembre se desaceleró, con un aumento del 23,9 por ciento interanual, “en línea con un reordenamiento de precios y un mix de compra más selectivo”, analizaron desde la consultora.
De esta manera, una de las características de la época son los consumos más selectivos: el incremento de la presión financiera sobre los hogares obliga a ajustar las decisiones de consumo y a priorizar los productos esenciales.
En este contexto crítico, la encuesta registró que la esperanza sigue siendo el sentimiento predominante (38 por ciento), mientras que el optimismo retrocede a 42 por ciento y el 22 por ciento prevé estar en una peor situación dentro de un año. “Esta percepción se refleja en el mix del gasto del tercer trimestre”, advirtió el reporte.
Gastos focalizados
Los gastos se vuelven más focalizados y tienen prioridad los productos esenciales como alimentos secos (+0,8 por ciento), lácteos (+0,5 por ciento) y cuidado personal (+1,9 por ciento). Todas categorías que integran el grupo de las que más se vendieron entre enero y septiembre.
En contraste, las más prescindibles y con mayores aumentos de precio retroceden, como por ejemplo bebidas con alcohol que se desplomó 4,8 por ciento.
Una moda que se repite cuando el Ejecutivo gestiona con políticas de ajuste a las mayorías es la búsqueda de alternativas más accesibles en productos claves. En el tercer trimestre, las marcas del segmento más económico aumentaron su volumen de compra en 2,3 por ciento y las marcas propias de los comercios crecieron 6,8 por ciento.
“Un 39 por ciento del gasto hoy se realiza a través de promociones”, destacó Esteban Cagnoli, miembro de la consultora que realizó el estudio.
Otra de las situaciones que se volvieron más habituales durante los dos últimos años es la combinación de cuatro o más canales de compra cada mes, en busca de precios y comodidad. Los negocios de proximidad son los principales elegidos.
En los primeros nueve meses del año, los autoservicios expandieron su base de compradores 4,6 por ciento, los almacenes y kioscos 3,1 por ciento, las farmacias 2,4 por ciento y el segmento de perfumerías 5,7 por ciento; frente a 1,8 por ciento de las compras online o hipermercados -donde el volumen de compra se retrajo 3,4 por ciento respecto a 2024.
Aguinaldo para pagar deudas y récord histórico de morosidad
La cantidad de argentinos que destinarán este año el aguinaldo al pago de deudas se incrementó “notoriamente respecto a la proporción que lo hacían en 2024″, de acuerdo a la consultora Focus Market: subió 16 puntos porcentuales (p.p).
En este escenario, el Banco Central dio a conocer que el ratio de irregularidad en los créditos solicitados por los hogares alcanzó el 7,8 por ciento, impulsado principalmente por los préstamos personales y las tarjetas de crédito: aumentó 5,5 puntos porcentuales.
Los préstamos personales fueron los que presentaron la morosidad más alta: el 9,9 por ciento del financiamiento, casi uno de cada diez, no se cumplió en tiempo y forma. Este segmento experimentó el mayor salto interanual, con un aumento de 6,5 p.p. Le siguió tarjetas de crédito con una irregularidad del 7,7 por ciento: +6 p.p. en el último año.
La morosidad en las empresas también registró un aumento significativo en el último año, pasando del 0,7 al 1,9 por ciento. Préstamos prendarios registró el salto más importante del rubro.
La baja de consumo continúa en 2026
Para NielsenIQ Argentina, en coincidencia con otros estudios, el consumo masivo mantiene en 2025 una recuperación frágil: creció 2 por ciento en el primer semestre, pero se desaceleró desde mitad de año.
“Los bajos salarios y la falta de trabajo continúan como los principales problemas señalados por las familias. Aunque la inflación cedió a niveles mínimos de los últimos años, el ingreso disponible sólo logró una recuperación parcial y luego se estancó”, estimaron.
En ese punto detallaron que mientras los sectores medios y bajos deben soportar el aumento de costos del hogar, los segmentos altos cambian su lealtad a marcas de alimentos y viajes, autos y otros consumos reaparecen con fuerza.
“Para 2026, esperamos un crecimiento leve del consumo, pero aún queda un largo camino para regresar a niveles previos”, sostuvo Julián Fernández, de NielsenIQ.
Fuente: Pagina12























