El precio del pollo se disparó en mayo un 8,3 por ciento mensual, liderando los incrementos que informó el INDEC para el rubro alimentos. La escalada, que se mantiene constante en los últimos meses, responde a la suba del precios internacional de los granos y al incremento de la demanda de carne avícola como sustituto de la vacuna. Ante la disparada de los precios internos de los cortes de carne vacuna de mayor consumo interno, la demanda se trasladó a otras alternativas, como el pollo y el cerdo, impulsando sus precios.

Si se compara con un año atrás, el precio de la carne aviar acumula un alza al público de 76,4 por ciento respecto a mayo del 2021, solo superado por el lomo (vacuno), que registró un alza de 81,6 por ciento. En algunas locales del Interior del país los comercios advierten faltantes en el abastecimiento de pollo.

El encarecimiento de los insumos, como maíz, aceite de palma y soja, que se utilizan para elaborar el alimento balanceado para la producción de pollos y cerdos, comenzó a repercutir en los valores que debe pagar el consumidor final. Según explicaron a este medio comercios al público, actualmente un cajón de 20 kilos de pollo fresco se paga en promedio unos 6000 pesos, equivalente a 300 pesos el kilo.
De acuerdo con el informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), publicado este martes, el pollo para la comercializacón mayorista registró un alza de 6,3 por ciento a 312,37 pesos, acumulando un alza de 76,3 por ciento interanual.

En los últimos meses los precios de la carne vacuna se mantuvo a la cabeza del ranking de aumentos de los alimentos, lo que derivó en que el consumo de esa proteína animal se contrajera a sus mínimos en un siglo. En simultáneo, creció la demanda de carnes sustitutas, que también ajustaron al alza. El pollo, por ejemplo, por tercer mes consecutivo, mostró en mayo un fuerte aumento (6,3 por ciento). 

El indicador que suele mostrarse para analizar la relación de precios y vincula la evolución del valor del asado en relación con el precio del pollo, muestra una reducción que llega a 3,51, producto del incremento diferencial de la carne aviar, señala el informe del IPCVA. Si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se puede comprar con un kilo del corte vacuno más consumido (el asado), se observa que el asado se había revalorizado el año pasado fuertemente en relación con el pollo.

La brecha entre ambos productos llegó a ser de 4,04 kilogramos en diciembre. Esta relación se mantuvo en 3,68 kilos de pollo por kilo de asado a marzo de 2022. En mayo la brecha alcanzo 3,51 producto del incremento en el precio del pollo.

En términos interanuales, las variaciones de la gran mayoría de cortes continúan por encima del nivel general de precios de la economía (60,7 por ciento medido a mayo aproximadamente), sobre todo los de gran consumo interno: asado (63,2 por ciento), vacío (67,1 por ciento) y matambre (64 por ciento). De acuerdo con el IPCVA, detallaron los principales aumentos interanuales, donde se destacan el lomo (81,6 por ciento), la bola de lomo (65,4 por ciento), el osobuco (74,9 por ciento), picada (69,5 por ciento), tapa de nalga (63,2 por ciento) y tapa de asado (65,1 por ciento). Por su parte, el cerdo acumula un suba de 51,3 por ciento.

A diferencia de la vacuna, donde los precios son menores en supermercados por estar adheridos al programa de Cortes Cuidados, "las otras carnes tienen comportamientos opuestos", según el informe del IPCVA. El pechito de cerdo resulta 22 pesos más económico en las carnicerías; mientras que el precio del pollo fresco entero resulta inferior en 64 por kilogramo en las grandes superficies.

Si se analiza en otras ciudades, el precio del pollo fresco en Rosario exhibió una suba significativa, del 8,4 por ciento con respecto a abril y un alza de 85,8 por ciento con respecto a mayo de 2021. Por su parte, en Córdoba pollo fresco registró un alza significativa de 7 por ciento con respecto al mes previo y un incremento de 75,9 por ciento con respecto del mismo mes del año anterior.

Nota:eldestapeweb.com