Onboarding en remoto: un onboarding sin fin

Recursos Humanos 13 de junio de 2022
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La manera en la que una persona entra a formar parte de una organización como trabajador es un proceso fundamental con un importante impacto tanto en su desarrollo profesional como en el de la propia organización.

Si al llevar a cabo este proceso ponemos el foco en la persona con el objetivo de reducir su incertidumbre y conseguir que se sienta cómoda en su adaptación, necesitamos tener…

¿Comprensión?
Los primeros días en una nueva empresa y, sobre todo, el primer día, hace que nos sintamos con cierto nivel de incertidumbre sobre qué nos vamos a encontrar, cómo nos adaptaremos a la cultura del equipo y al funcionamiento más operativo de la organización. Para evitar, o por lo menos disminuir esta incómoda sensación, debemos respetar su curva de aprendizaje y acompañar a la persona durante todo el proceso entendiendo el punto inicial en el que se encuentra. Esto tiene aún más sentido si el onboarding sucede remoto, ya que puede que el nuevo trabajador se encuentre con herramientas tecnológicas que desconocía o sobre las que no tiene suficiente conocimiento y que se usan en el día a día en la empresa de la que entra a formar parte. Por eso es necesaria la comprensión.

¿Comunicación?
En un onboarding que se lleve a cabo de forma remota es imprescindible que haya una comunicación fluida con el trabajador que se ha incorporado por dos principales razones:

Para que se sienta libre de preguntar cualquier duda o, incluso, de darnos alguna sugerencia sobre el proceso de onboarding que estamos llevando a cabo (mejorar el proceso de onboarding debe ser algo primordial, y… ¿quién mejor para darnos feedback?).
Para que se sienta parte del equipo desde el principio. Al estar trabajando en remoto, si no existe comunicación continua desde el principio, es probable que se sienta desvinculado del equipo y esto, obviamente, podría reducir su motivación.
¿Accesibilidad?
Antes de que el trabajador se incorpore a la organización, tenemos que preparar su llegada para asegurarnos de que el primer día podrá contar con todo lo necesario para arrancar. Sobre todo, se ha de tener en cuenta si el onboarding se realiza de forma remota, pues si no tiene los recursos necesarios para poder conectarse, experimentará una mala preparación por parte de la organización y su primera impresión será negativa (lo que no nos trae nada bueno). Además, el equipo en su conjunto se debe mostrar accesible para acompañarle y ayudarle en aquello que necesite.

Estas tres claves se deben de tener en cuenta en los distintos pasos del proceso de onboarding y, aún más, si es en remoto:

Paso 1. Preonboarding. En Rebel Talent, organización en donde trabajo, tenemos muy claro que el proceso de onboarding no comienza el primer día de trabajo del nuevo empleado dentro de nuestro equipo. Por ello, desde que se decide que el empleado va a formar parte de la organización, se le da al equipo la oportunidad de conversar un rato con él/ella para poder conocerse e ir entablando conversaciones antes de su primer día. Además de conocer al equipo, también es buen momento para ir compartiendo pinceladas sobre la cultura y la forma de trabajar que hay en la organización.

Presentación del nuevo empleado al equipo (quién es la persona que finalmente se incorpora, cuando lo hará y cuáles serán sus funciones dentro de la organización).
Posibilidad de conversar con el nuevo empleado antes de la incorporación.
Kit de bienvenida al nuevo empleado.
Paso 2. Primeros días. En los primeros días del nuevo empleado, debemos acompañarle en el proceso de conocimiento sobre la organización. Debemos enseñarle con más detalle cuál es la forma en la que trabajamos, cuáles son las herramientas que utilizamos, a quién debe acudir según la necesidad concreta que tenga y el contexto en el que nos movemos.

Reunión con el nuevo empleado para recibirle y ofrecer información sobre la empresa, el equipo, herramientas y procesos. Para que el empleado tenga toda esta información a mano después de la reunión y lo primero que se le pase por la cabeza no sea huir, en Rebel Talent estamos desarrollando el “Rebel Onboarding”, un programa dentro de nuestra plataforma de aprendizaje donde las nuevas incorporaciones podrán conocer quiénes formamos el equipo, quién hace qué, qué herramientas utilizamos, nuestros procesos internos y nuestros acuerdos de equipo.
Reunión con todo el equipo el primer día de su incorporación para dar la bienvenida y que pueda ir conociendo los proyectos que la compañía está desarrollando actualmente, de manera que se sienta más integrado.
Post en LinkedIn informando sobre nueva incorporación para dar visibilidad al empleado y aumentar su motivación.
Paso 3. Onboarding sin fin. Esta fase no acaba. Una vez que el nuevo empleado se ha integrado en la organización y conoce cuál es su rol, se debe hacer un seguimiento semanal para ver cómo está yendo su adaptación y resolver cualquier duda. Este proceso también debe continuar para seguir creando relaciones positivas entre los empleados, lo que puede impulsar un aumento de su compromiso con la organización.

Siguiendo estos pasos en un proceso de onboarding en remoto, no es que se tenga el éxito asegurado porque eso depende de múltiples factores, pero habrá mucha más probabilidad de que las personas que se incorporen en la organización se sientan parte de la misma desde el inicio.

Nosotros lo tenemos claro: invertir en un buen proceso de onboarding es apostar por el desarrollo de la organización y de las personas que la forman.

Nota: http://www.rrhhdigital.com/editorial/152942/

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