Cuando Bill Gates habla, hay que prestar atención

Actualidad - Internacional 27 de mayo de 2022
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"Se necesitarán probablemente unos mil millones al año para un grupo de trabajo sobre pandemias a nivel de la OMS, que se encargue de la vigilancia y de hacer lo que yo llamo ‘juegos de gérmenes’, en los que se practica... Se dice, ¿qué pasaría si un bioterrorista llevara la viruela a 10 aeropuertos? ¿Cómo respondería el mundo a eso?" (Bill Gates, Sky News, 6 de noviembre de 2021).

Bill Gates anuncia con tiempo cada próximo episodio del programa en curso para diezmar a la humanidad. Esta vez coincidió con la reunión en Davos del Foro Económico Mundial (WEF, por su nombre en inglés), para evaluar el avance del Gran Reajuste Mundial (The Great Reset). También el G7 ha realizado la semana pasada en Berlín una simulación de “pandemia de viruela de leopardo” y sus ministros de salud se han encontrado para discutir “la próxima crisis”. La viruela del mono (todavía) no es una pandemia, pero es llamativo que haya aparecido fuera de África Occidental después de que el fundador de Microsoft la anunció.

Las repetidas coincidencias entre los anuncios de Gates y la aparición de calamidades de origen viral, el avance de la agenda de gobierno tecnocrático de los líderes occidentales, los escándalos por la corrupción y la colusión de los megarricos dueños de los grandes laboratorios con la elite de Washington y la agenda del WEF no pueden ser pura coincidencia. Hay demasiados indicios de que una ínfima oligarquía de hipermillonarios está intentando reorganizar el mundo a costas de la mayoría de los seres humanos. Bill Gates es uno de sus principales exponentes.

Hasta el pasado domingo se contabilizaban unos 120 casos de “viruela del mono” distribuidos por una docena de países en Europa, América del Norte y Australia. Este lunes se confirmó un caso en Argentina. Hasta ahora no se sabe dónde se infectaron los afectados. La enfermedad puede tener un curso severo.

El jueves pasado en una entrevista de Policy Exchange con el presidente del comité de salud británico, Jeremy Hunt, Bill Gates advirtió a los gobiernos que “se preparen para los ataques terroristas de viruela y futuras pandemias” invirtiendo miles de millones en investigación y desarrollo y en lo que llamó una “Fuerza de Tareas” de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según él, países como Estados Unidos y el Reino Unido deben gastar “decenas de miles de millones” de dólares para financiar su propuesta.

Gates sugirió que los “juegos de gérmenes” podrían preparar a las naciones para afrontar acciones de bioterrorismo, como por ej. ataques de viruela en aeropuertos, al tiempo que advirtió que las epidemias provocadas de este modo podrían tener peores efectos que las que resultan de procesos naturales. “Gran parte de la investigación y desarrollo que necesitamos para estar preparados para la próxima pandemia consiste en tener vacunas baratas y grandes fábricas, erradicar la gripe, deshacernos del resfrío común, que las vacunas sean solo un pequeño parche que se coloque en el brazo, cosas que serán increíblemente beneficiosas incluso en los años en que no tengamos pandemias”, dijo.

Por su parte, el presidente norteamericano Joe Biden dijo el domingo 22 que el reciente aumento de casos confirmados de viruela del mono en Europa y Estados Unidos era algo "para preocuparse". El mandatario fue preguntado por la enfermedad mientras hablaba con los periodistas en la base aérea de Osan, en Corea del Sur, antes de despegar hacia Japón en su primer viaje a Asia como presidente. Por su parte, Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo a los periodistas que viajaban con el presidente que EE.UU. tiene un suministro de "vacuna relevante para tratar la viruela del mono" y que Biden se estaba poniendo al día sobre el brote.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la viruela del mono, de la misma familia de virus que la viruela, rara vez fue detectada fuera de África. Normalmente, la mayoría de los pacientes de viruela del mono experimentan fiebre, dolores corporales, escalofríos y fatiga. Los casos más graves desarrollan una erupción y lesiones en la cara y las manos que pueden extenderse a otras partes del cuerpo. La enfermedad fue identificada por primera vez por los científicos en 1958, cuando se produjeron dos brotes de una enfermedad "parecida a la viruela" en monos de investigación, de ahí el nombre de viruela del mono. La primera infección humana conocida se produjo en 1970 en un niño de nueve años en una zona remota del Congo. Mientras que el coronavirus SARS-CoV-2, en tanto virus de ARN, es propenso a las mutaciones, la viruela del mono es un virus de ADN, lo que significa que es menos probable que mute, al menos no con tanta frecuencia como el coronavirus.

No se sabe si la viruela del mono se va a convertir en la nueva pandemia, pero sí se puede afirmar que la campaña del miedo impulsada por los medios occidentales sincronizados ya le está salvando la vida a algunas empresas farmacéuticas norteamericanas. SIGA Technologies y Emergent Biosolutions tienen prácticamente el monopolio de las vacunas y tratamientos contra la viruela en el mercado estadounidense y en otros países. Como resultado, las acciones de Emergent Biosolutions subieron un 12% el jueves, mientras que las de SIGA se dispararon un 17,1%.

Para estas empresas el temor a la viruela del mono es un regalo del cielo, especialmente para SIGA, que, como único producto del laboratorio, produce la vacuna TPOXX. Aunque algunos medios han criticado que el aumento del valor bursátil de SIGA Technologies coincida con la reciente preocupación por la viruela del mono, no han prestado atención al hecho de que la empresa es la única pieza que no se está desmoronando en el imperio de Ronald “Ron” Perelman, uno de los "asaltantes de empresas" de la década de 1980 que compraban firmas con bonos basura. Perelman tiene profundos y controvertidos lazos con la familia Clinton y el Partido Demócrata, así como tuvo preocupantes contactos con Jeffery Epstein, el millonario amigo de toda la elite de Washington que murió en prisión acusado de múltiples casos de pedofilia.

Para Perelman, su generosidad con la maquinaria política de los Clinton se tradujo en su nombramiento como miembro del consejo de administración del Kennedy Center en 1995. Es probable que hubiera otros gestos menos públicos por parte de los Clinton relacionadas con el affaire Monica Lewinsky, ya que Perelman ofreció mucho más a la Primera Familia de lo que parece haber recibido a cambio.

Durante la mayor parte de la década de 2000 Perelman se ha sentado en la cima de una enorme y creciente fortuna. Sin embargo, desde 2020, Perelman ha estado descargando activos rápidamente. Según MoneyWeek, su patrimonio neto se redujo de 19.000 millones de dólares en 2018 a 4.200 millones a finales de 2020. Uno de los pocos activos de su propiedad que actualmente no está sufriendo una hemorragia de dinero o una deuda es su participación en SIGA Technologies. La principal empresa de Perelman, MacAndrews & Forbes, ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores inversores de SIGA y sigue siendo su mayor accionista, controlando el 33% de todas las acciones.

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