La CGT fue al Congreso para reunirse con los senadores de Unión por la Patria y definir una estrategia que pueda frenar la reforma laboral de Javier Milei. Por primera vez, las centrales obreras —CGT y las CTA— se sentaron junto a senadores y diputados de extracción sindical para delinear un plan de acción conjunto que ponga un límite al avance del gobierno sobre los derechos de los trabajadores. Este jueves se reunirá el Consejo Directivo de la CGT con el mismo objetivo y podría definir las primeras medidas. El nuevo triunvirato evalúa una marcha con epicentro en el Congreso para el día en que se trate la reforma, con réplicas en distintos puntos del país. Apurada por conseguir dictamen antes del cierre de la semana, Patricia Bullrich se reunió con Victoria Villarruel pero el primer cronograma fracasó, el proyecto aún no ingresó de manera formal al Senado y las comisiones por donde debe pasar la Ley aún no se conformaron.
A la espera del proyecto definitivo, Unión por la Patria se puso en marcha para frenar la reforma laboral libertaria. Ayer, el bloque que conduce José Mayans, junto a diputados de extracción sindical, recibió a la nueva cúpula de la CGT. Participaron Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguros) y Cristian Jerónimo (Vidrio). El encuentro, que se desarrolló en el segundo piso del Palacio Legislativo, duró más de dos horas. Allí acordaron “rechazar cualquier propuesta que busque quitarle derechos a los trabajadores argentinos”. El senador porteño Mariano Recalde explicó que “hasta el momento no hay ningún proyecto oficial de reforma”, pero aclaró que, en cambio, sí han circulado borradores que contienen “propuestas espantosas para los trabajadores, los perjudican, abaratan los despidos y el costo laboral”.
Al finalizar la reunión, la diputada Vanesa Siley dijo a Página/12 que fue “una instancia muy importante y estratégica en la que se unificó a las centrales obreras con diputados y senadores para construir una estrategia común”. La dirigente explicó que buscarán articular la actividad parlamentaria con el diálogo con los gobernadores y un plan de acción sindical. Para Siley, “la reacción de la calle será determinante”.
El rol de los gobernadores también será clave. Con la nueva conformación de la Cámara Alta, Unión por la Patria cuenta con 28 senadores propios y sumaría a los dos santacruceños; el resto de los votos deberá buscarlos entre los bloques provinciales. El oficialismo asegura tener “40 votos” para aprobar la reforma laboral. En esa cuenta incluye al PRO, la UCR y el aporte que puedan ofrecer los mandatarios dialoguistas. “La CGT tiene que convencer a los gobernadores”, dice a este diario un diputado de UxP.
Durante la reunión, las partes coincidieron en la necesidad de impulsar una campaña de concientización que muestre la pérdida de derechos que podría implicar la aprobación de la reforma libertaria. Para eso avanzarán en “desnudar las falacias” que busca instalar el gobierno, explicó uno de los legisladores presentes, y agregó: “cada vez que el gobierno se endeuda, se pierden derechos”. También señaló que “la CGT negó que esté en negociaciones con el gobierno”. Las sospechas crecieron por la demora en la presentación del proyecto oficial. Si bien el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, afirmó que el martes se publicaría en la web y se enviaría al Senado, el texto no ingresó a la Cámara Alta. En el oficialismo dicen que el retraso responde a que Milei sigue en su fallido viaje por Oslo y aún no lo firmó. Otras versiones señalan que la Casa Rosada está subsumida en una interna respecto a cuán dura debe ser la reforma con los gremios y que solo se terminará de saldar cuando el presidente regrese y de su veredicto.
Dar la discusión
En el peronismo aseguran que no salieron a cuestionar los borradores del proyecto porque son “carnadas”, cuenta un diputado que dice llevar un Excel donde actualiza los cambios que introduce el oficialismo entre una versión y otra. Aun así, Unión por la Patria se prepara para dar el debate con propuestas propias. Cristina Kirchner es una de las que más impulsa dar la discusión “porque, si no la dan ellos”, dicen en el entorno de la expresidenta.
Aunque durante el periodo extraordinario solo se pueden tratar los proyectos enviados por el Ejecutivo, el peronismo elabora su propio dictamen, donde incluirá ocho puntos de actualización laboral. En el espacio hay consenso en que las principales demandas de los trabajadores son “plata y tiempo”. Por eso, el primer eje apunta a una política de recomposición salarial que recupere el valor del Salario Mínimo Vital y Móvil, garantice paritarias libres sin cepos ni techos y establezca que los salarios se paguen íntegramente en dinero. Una de las versiones que circuló de la reforma libertaria habilita no solo el pago en moneda extranjera, sino también en “especie o por habitación o alimento”.
Para que los trabajadores recuperen la “soberanía del tiempo”, otro de los puntos propone reducir la jornada laboral a un máximo de siete horas por día y 42 semanales, con el objetivo de incorporar a más personas al empleo registrado. Otra de las iniciativas centrales apunta a los cuidados y derechos de quienes trabajan en plataformas digitales. A diferencia del anteproyecto oficial, que profundiza la desprotección y los define como “repartidores independientes”, la propuesta del peronismo busca incluirlos en la negociación colectiva, darles libertad horaria, cobertura ante accidentes y riesgos, derecho al descanso y a sindicalizarse.
Cronograma fallido
El plan inicial de Patricia Bullrich buscaba emitir dictamen esta misma semana y llevar la reforma al recinto el próximo 19 de diciembre pero el plan naufragó. El proyecto oficial no ingresó de manera formal al Senado y las comisiones no se terminaron de conformar. Recién el próximo martes habrá reunión de labor parlamentaria para distribuir el trabajo en comisiones y las chances de conseguir un tratamiento exprés se reducen cada vez mas.
Fuente: Pagina12
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