





Un video de 2 minutos de Sam Altman encendió las esperanzas de que, esta vez sí, comiencen a llover las inversiones en la Argentina. Sin embargo, el anuncio, altamente amateur, en el que Altman lee (con cierta dificultad y en voz baja) el texto, no da detalles que permitan suponer algo más que una movida de prensa.
Quienes quieran saber más no lo tendrán fácil. Sur Energy, a la que Sam Altman menciona como socia en el emprendimiento de 25.000 millones de dólares, tiene una página web difícil de encontrar, casi sin información y que parece hecha a las apuradas con "Google sites". ¿Una empresa así podría realmente construir infraestructura para producir 500MW de energía renovable en un tiempo razonable?
El Dr. en Bioquímica Roberto Salvarezza, actualmente Presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, aclara: "No conozco Sur Energy ni la capacidad para llevar adelante el proyecto del datacenter. Sería esperable que estos proyectos complejos, desde el punto de vista tecnológico, sean llevados adelante por empresas con trayectoria probada. En cuanto a la energía, la información disponible menciona a Genneia y Central Puerto, aunque no he visto confirmacion oficial de su participacion. La primera es líder en generación renovable y la segunda opera Piedra del Águila, que es energía hidroeléctrica, limpia. Se combinaría energía eólica, que es intermitente".
De hecho, más que favorecer la producción de energías renovables, los centros de datos están haciendo que no se cierren plantas que utilizan combustibles fósiles debido a la urgencia por escalar su potencia. El año pasado la "supercomputadora" Colossus de Xai, empresa de Elon Musk, se construyó en unos pocos meses y para ponerla a funcionar se colocaron 35 plantas móviles a metano con un fuerte impacto en la población de la vecina ciudad de Memphis.
Para el ex Ministro de Ciencia y ex Director de Y-TEC, "500 MW es un proyecto importante en dimensiones. Al no haber detalles no se puede estimar el tiempo para su desarrollo. Agua para enfriar el datacenter existe en abundancia, por ejemplo, del río Limay o el río Neuquen cercano a Añelo. Hasta hoy solo parece un acuerdo de entendimiento: de allí a concretarse hay muchisimo camino. En las actuales circunstancias parece más un anuncio político parte de la campaña". Con respecto a la promesa de Altman de poner "la IA en manos de los argentinos", Salvarezza se pregunta: "El tema principal para los argentinos es cómo se integran las capacidades tecnológico-industriales del país en el proyecto. Sólo si esto ocurre se podría hablar de IA en manos de los argentinos. También habría que preguntarse en qué contexto se pretende que tecnólogos calificados, ingenieros de sistemas y eléctricos, informáticos argentinos, podrían participar en generar clusters de este tipo en el país cuando se ataca a las universidades y al sistema científico tecnológico del país".
La investigadora del Weizenbaum-Institut Milagros Miceli, una de las personalidades en IA según la Revista Time, cuestiona el impacto local que tendría el proyecto si se concretara: "Los Datacenters instalados en otros lados no trajeron ni el boom de empleos, ni la bonanza económica que se cree. Para la construcción van a usar un montón de gente, pero después estos data center emplean poco. Te hablan de la inversión y de que esto una cosa fantástica pero nadie te cuenta los detalles". El RIGI tampoco exige mano de obra calificada local, transferencia tecnológica o, siquiera, impuestos significativos.
Para la especialista, también está la cuestión ambiental: "Estos datacenters utilizan un montón de agua para la refrigeración que tiene que ser limpia porque si no se arruinan los equipos. También necesitás sumarte a una matriz eléctrica que está ya saturada. Vivimos en un país donde todos los veranos se corta la luz. Además producen un ruido espantoso que afecta a la población cercana. Esto contamina". La especialista concluye: "Esto pertenece a OpenAI y a sus amigos, pero no es para los y las argentinas. Es puro humo".
El Dr. en Informática Fernando Schapachnik también es escéptico respecto del anuncio: "Estos datacenters son gigantes, entran dentro de la escala que se conoce como hyperscalers y tienen un nivel de especialización extremadamente alto que va más allá de un data center común. ¿Vos te imaginás a una compañia como OpenAI dándole esa tarea a una empresa que no tenga una fuertísima trayectoria en el tema? Eso no cierra por ningún lado".
Otra cuestión es que el Proyecto Stargate, tal como se cuenta en la página de OpenAI es para: "...el desarrollo de nuevas infraestructuras de IA para OpenAI en Estados Unidos". De momento, la Patagonia sigue siendo argentina, por lo que los fondos tendrían que provenir de otro lado.
¿Cómo explicarlo?
Uno podría suponer que Sam Altman, el CEO de una de las empresas más grandes del momento, no se prestaría a una maniobra de prensa. Sin embargo, es justamente de lo que se lo acusa con creciente insistencia. Una nota reciente de Bloomberg explicaba que los anuncios constantes de nuevos contratos, asociaciones y compromisos en el mundo de la IA Generativa son circulares y tienen como epicentro a OpenAI y Nvidia: OpenAI recibe compromisos de inversiones de Nvidia que en realidad se harán en chips y se registrarán como ventas, mientras que OpenAI los usa para demostrar que tiene un enorme apoyo por parte de la empresa de mayor cotización bursátil del momento y de esa manera seducir a otros inversores para construir plantas cada vez más grandes con los que establece nuevos acuerdos.
Es cierto que herramientas como ChatGPT crecen en usuarios, pero no lo hacen en proporción al aumento de los gastos por lo que cada vez más medios hablan de una burbuja pronta a explotar. Un reciente informe del Deutsche Bank señala que la enorme distancia entre ingresos y egresos no disminuye. Para este banco la economía estadounidense depende de la desmesurada inversión en IA Generativa (IAG) para sostenerse y que cuando explote provocará una recesión. Algo similar dice el Financial Times, entre otros medios.
Incluso Sam Altman, luego de exagerar una y otra vez el potencial de la IAG, aclaró recientemente que los inversionistas están "sobrexcitados" con la IAG y que tal vez "superinteligencia" no es una palabra demasiado útil, pese a que hace unos meses aseguraba que era inminente su llegada. A pesar de las alucionaciones y errores de la IAG que reducen su confiabilidad, estas empresas siguen asegurando que revolucionarán áreas sensibles como la salud, la educación o la industria bélica. Así siguen adelante con inversiones cada vez más ambiciosas. Si se detuvieran deberían mostrar que su negocio es sostenible.
En resumen, enviar un mensaje a pedido con promesas flojas de papeles para apoyar a Javier Milei en campaña no sería demasiado comprometido para Sam Altman. Posiblemente leer ese mensaje antes de irse a dormir sea un favor a alguien poderoso que, en definitiva, no cuesta nada hacer.
El físico que ayudó a Milei
El nexo que encontró el líder de La Libertad Avanza para ingresar al mundo de la Inteligencia Artificial en Estados Unidos falleció tras un trágico accidente. Matías Augusto Travizano tenía 46 años, era físico y argentino. El año pasado acompañó a Javier Milei durante su gira por Silicon Valley. Hace poco más de un mes, Travizano muerio mientras descendía del Monte Shasta, en California, donde escalaba un pico a 3600 pies sobre el nivel del mar.
Cofundador de la startup GranData, integró diversos proyectos sobre inteligencia artificial, llegó a ser profesor en la Universidad de California, en Berkeley, y logró ingresar al grupo privilegiado de Silicon Valley.
En 2024, a través de Demian Reidel -actual presidente de Nucleoeléctrica Argentina- se contactó por primera vez con Milei, a quien le abrió las puertas en la sede de las grandes compañías globales de tecnología.
El 12 de septiembre, según los datos de la Oficina del Sheriff del Condado de Siskiyou (SCSO, por sus silgas en inglés), el grupo de escaladores entre los que se encontraba Travizano comenzó el descenso por la ruta Clear Creek, pero dos de los escaladores se desviaron y quedaron atrapados en una zona helada del glaciar Wintun.
“El señor Travizano recuperó el conocimiento y comenzó a moverse. Trágicamente, este movimiento lo desprendió de la roca y se deslizó por el resto del glaciar, desapareciendo de la vista”, informaron desde la oficina del alguacil en un comunicado.
Por Esteban Magnani / P12





