







Tras colgar la raqueta, Rafael Nadal no eligió alejarse de las actividades comerciales y las inversiones. Lejos de las canchas de polvo de ladrillo, el mallorquín se volcó al mundo empresarial, con el sector hotelero como uno de sus ejes. Esta semana, el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, confirmó que el ex número uno del mundo invertirá en Argentina junto a Meliá Hotels International para construir siete hoteles de alta gama en destinos icónicos. Entre ellos, Ushuaia.


La capital fueguina se perfila como uno de los puntos estratégicos del plan, que prevé un desembolso total cercano a los 200 millones de dólares. Allí llegaría la marca ZEL, creada por Nadal y Meliá para exportar el estilo de vida mediterráneo a distintos rincones del mundo. El primer complejo argentino se levantaría en El Calafate el próximo año, pero Ushuaia aparece en el mapa de expansión a corto plazo.
Según explicaron, la inversión estratégica de Nadal en el fin del mundo propone una experiencia centrada en la naturaleza, el movimiento y la conexión personal. Sus resorts ofrecen suites rodeadas de jardines y piscinas, con un diseño “outdoor living” que integra materiales naturales, tonos claros y espacios abiertos. Nadal participó personalmente en la concepción de la marca, incorporando su visión del deporte como herramienta de bienestar físico y mental.
Más allá de este proyecto, el español diversifica sus negocios: mantiene su academia de. Tenis en Mallorca, invierte en energías renovables, gastronomía y producción audiovisual, y participa en cadenas de restaurantes en Madrid.
Sin embargo, la llegada a Ushuaia podría convertirse en su jugada maestra en el turismo argentino, sumando un nuevo atractivo internacional a la ciudad más austral del planeta.







