







El Tesoro hizo sus esfuerzos, pero tendrá que liberar $5,8 billones el próximo lunes, con potencial de salida al dólar, tras una licitación en la que alcanzó solo un 61,07% de rollover de los $15 billones que vencen esta semana. El Gobierno volvió a elevar la tasa de los instrumentos de más corto plazo, llegando a una efectiva anual del 69,2%, muy por encima de la inflación esperada en el 21% para los próximos 12 meses según el REM, lo que deja un tipo de interés real anual del 39,8%. Además, les ofreció a los bancos que tomaran instrumentos a más de 60 días una ventana de salida y liquidez vía Pases activos.


En la noche del miércoles, tras la mencionada licitación, el Gobierno sorprendió con un anuncio de que habrá una nueva licitación para absorber los pesos sobrantes vía un aumento de encajes remunerados. Lo afirmó el director del BCRA Federico Furiase: “Los pesos excedentes de la licitación de hoy serán absorbidos de manera inmediata. En este caso, serán absorbidos mayoritariamente vía aumento de encajes remunerados con nuevos títulos públicos a ser suscriptos el lunes próximo (día de la liquidación de la licitación de hoy), a través de una nueva licitación del Tesoro”.
La licitación del miércoles venía siendo muy anticipada por el mercado, por el fuerte vencimiento de, exactamente, $14,97 billones. Con el dólar habiendo acumulado nueve días seguidos en baja, pero con la tasa en niveles altísimos, el dilema que se vislumbraba para el Gobierno estaba entre seguir convalidando una suba del tipo de interés, con impacto esperado en los créditos, el consumo, la inversión y la actividad económica, o empezar a moderar el premio por quedarse en pesos, a riesgo de convalidar otra suba del dólar.
Aunque el menor pass through por una actividad que ya está mostrándose en remisión, con un salario que permanece en niveles bajos, permite ilusionarse con que la devaluación deje una mejora de competitividad, vale esperar que algún traslado haya, en la previa electoral. Además, si el dólar llega a tocar el techo de la banda, el BCRA podrá empezar a perder reservas que son prestadas.
A ese dilema se le agregó una tercer variable que son los megavencimientos cada quince días. Como el Gobierno desarmó las Lefis, los bancos buscan liquidez, con algún nuevo instrumento de corto plazo. Lo más parecido que encontraron, inicialmente, fueron las Lecaps a 15 días. Eso hacía que la expectativa de mercado marcara pánicos dos veces al mes por megavencimientos como el de este miércoles. El Gobierno jugó una apuesta fuerte, dejó de ofrecer Lecaps a 15 días y limitó el acceso a las de 30 y 45 días. Ante la reacción de los mercados decidió agregar una garantía de liquidez para aquellos bancos que tomaran Letras a más de 60 días.
El resultado fue una emisión que el próximo lunes alcanzará los $5,8 billones y podrá ir a presionar al dólar. Aunque el pago de la deuda no renovada se hará con los depósitos del Tesoro, que llegan a los $19.500 millone y más que alcanzan para cubrir la cuenta, lo cierto es que ese dinero está guardado en el BCRA, por lo que implicará imprimir dinero. Es decir, sacarlo a circulación en lugar de mantenerlo inmovilizado. Una inyección de liquidez.
El Tesoro además ofreció una tasa de interés del 69,2% para las Lecaps a 30 días, que por cierto fueron las más elegidas por el mercado. Entraron ahí $2,08 billones; el segundo puesto, con $1,86 B, lo tuvieron las Lecaps a 60 días, que le garantizan a los bancos tenedores ingresar a los Pases activos, es decir que tendrán una salida garantizada, con una tasa del 58,99% anual; en tercer lugar, con $1,19 B, entraron las Lecaps a 45 días, con una del 63,78%. En cuarto quedaron las Tamar, la tasa variable, con $1,15 B.
De esa forma, la Secretaría de Finanzas tuvo que volver a subir el tipo de interés. En la última licitación, del 29 de julio, había ofrecido una supertasa del 65,3% anual efectivo. Hace un mes, en la del 7 de julio, había estado muy por debajo, en el 38,99% efectivo anual.
Por Mariano Cuparo Ortiz / BaeNegocios







