







Científicos de la Universidad de Durham (Reino Unido) publicaron un estudio en el que detallan el hallazgo de rastros de antiguos ríos que fluyeron por la Antártida hace hasta 80 millones de años. Estos ríos erosionaron y aplanaron grandes zonas del terreno, que aún se conservan bajo la capa de hielo. La investigación, publicada el 11 de julio, destaca que comprender cómo estas superficies influyen hoy en el flujo del hielo es crucial para mejorar las predicciones sobre deshielo y aumento del nivel del mar, en un contexto de calentamiento global.


Según los científicos, los antiguos ríos dejaron superficies llanas de más de 3.500 km en la costa antártica, que siguen afectando al movimiento del hielo por encima de ellas. Estas estructuras se formaron antes de la existencia de la capa de hielo, entre 80 y 34 millones de años atrás.
Neil Ross, uno de los autores del estudio, explicó que observaron “indicios curiosos” de estas formas planas mediante imágenes de radar subglacial, lo que llevó a descubrir la extensión y preservación de estos paisajes bajo el hielo.
El geofísico Guy Paxman sostuvo que estas zonas han permanecido “intactas durante más de 30 millones de años”, lo que implica que el flujo de hielo sobre ellas ha sido lo suficientemente lento como para preservar el paisaje original, en lugar de erosionarlo.
Este descubrimiento es clave porque el comportamiento del hielo sobre superficies planas puede ralentizar o acelerar el derretimiento, lo cual tiene consecuencias directas sobre el nivel del mar. De romperse completamente la capa de hielo de la Antártida Oriental, el aumento podría ser de hasta 50 metros a nivel mundial.
Finalmente, los investigadores destacaron la necesidad de realizar más estudios con muestras de roca y nuevos análisis para seguir afinando los modelos de predicción climática.







