


Crece la graduación en las carreras de formación docente, pero el salario es el más bajo en 20 años
Recursos Humanos04/07/2025




En los últimos diez años aumentó 54% la cantidad de egresados de los institutos de formación docente: en 2024 se recibieron 67.827 nuevos docentes, en comparación con 44.173 en 2015. La cifra no implica que haya aumentado el interés por la carrera: en ese mismo período el número de estudiantes de formación docente se redujo un 5%.


Los datos surgen del último informe de Argentinos por la Educación, elaborado por Romina De Luca, María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén. El documento analiza los cambios en la matrícula y el crecimiento de los egresados de los institutos de formación docente, entre otras variables. Si bien hay profesorados que se dictan en universidades, el informe pone el foco en los institutos, de donde egresa la gran mayoría de los docentes –sobre todo, aquellos que enseñan en nivel inicial y en escuela primaria–.
Las provincias donde más creció la cantidad de egresados de los institutos de formación docente en los últimos 10 años son Buenos Aires (+347%), Catamarca (+310%) y Chaco (+175%), señala el informe.
Romina De Luca, investigadora del Conicet y del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS), resaltó “la necesidad de contar con mayores datos desagregados para evaluar el impacto de las políticas educativas implementadas y, centralmente, acompañar y planificar la formación docente inicial y continua de cara a responder a las demandas del sistema educativo”.
Una particularidad del sistema educativo argentino es la gran cantidad de institutos de formación docente. Un estudio de Florencia Mezzadra y Cecilia Veleda en 2014 mostraba que en Argentina existen 31,7 instituciones de formación docente por cada millón de habitantes, en comparación con 4 en Chile y México; 2,3 en Colombia; 3,6 en Estados Unidos; y 0,5 en Francia. Desde entonces, la cantidad de institutos siguió creciendo y llegó a 1.492 en 2024.
“Los datos muestran que esta proliferación institucional, difícil de legitimar en términos de necesidades del desarrollo de la educación nacional, se mantiene y se agrava durante la última década”, planteó Emilio Tenti Fanfani, especialista en sociología de la educación y profesor de la UBA. “En la Argentina la formación docente es un área que, más allá de la creación del INFOD (en 2007), ha quedado al margen de cualquier proceso de discusión y transformación profunda de sus estructuras, procesos y productos”, advirtió Tenti Fanfani.
El informe de Argentinos por la Educación indica que, en los últimos diez años, la cantidad de institutos creció en 10 de las 24 provincias: los mayores aumentos se dieron en San Luis (+67%), Chaco (+35%) y Tucumán (+26%). En cambio, hubo provincias donde la cifra se redujo, como Mendoza (-27%), San Juan (-19%) y Río Negro (-8%). Desde la gestión actual del INFOD impulsaron en el Consejo Federal de Educación una iniciativa para evaluar los institutos.
En la última década los institutos mejoraron fuertemente sus tasas de graduación, pero perdieron matrícula: el total de estudiantes de carreras de formación docente pasó de 523.169 en 2015 a 498.443 en 2024. Si bien hay algunas provincias que aumentaron su matrícula –como San Luis (+52%), Río Negro (+50%) y Tierra del Fuego (+26%)–, en 16 de las 24 jurisdicciones la cantidad de estudiantes que eligen estas carreras se redujo. Las mayores caídas fueron en La Pampa (-50%), Catamarca (-45%) y Santa Cruz (-40%).
La caída de los salarios
Es posible que esa disminución de la matrícula tenga que ver con otro dato clave: a nivel nacional, el salario docente en 2024 fue el más bajo de los últimos 20 años, según cifras difundidas por el economista Alejandro Morduchowicz a partir de datos de la Secretaría de Educación de la Nación. Al analizar la evolución del salario docente promedio –tomando como referencia el cargo de un maestro de grado de jornada simple con 10 años de antigüedad– y compararla con la inflación, los datos muestran que en 2024 los sueldos docentes quedaron por debajo del nivel de 2005.
Como recordó Morduchowicz al publicar estas cifras en la red social X, justamente los bajos salarios docentes habían motivado en 2005 la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo. En los 10 años posteriores, el salario de los maestros creció 35,6% y llegó a su nivel más alto en 2015, el único año en que el Estado cumplió la obligación legal de invertir el 6% del PBI en educación (el 90% del presupuesto educativo se destina a sueldos). Desde 2016, el salario docente está en caída y alcanzó su punto más bajo –hasta ahora– el año pasado.
Tomando como base el año 2015 –el de mayor inversión educativa por parte de la Nación y las provincias–, Morduchowicz estimó que desde entonces el salario docente cayó 31,1% en la provincia de Buenos Aires, 34,6% en CABA, 35,2% en Córdoba, 37,3% en Santa Fe y 40% en Mendoza. Si bien en los últimos diez años los salarios docentes se redujeron en todas las provincias, las menores caídas fueron en Santiago del Estero (-11%), Río Negro (-12%) y Chaco (-14,5%). Las provincias donde los docentes perdieron más recursos son Chubut (-47,7%), Santa Cruz (-42,9%) y Tierra del Fuego (-42%).
Para evaluar el poder adquisitivo de los salarios docentes tras el deterioro de los últimos diez años, Morduchowicz comparó el sueldo de un maestro de jornada simple (con 10 años de antigüedad) con el valor de la canasta básica de cada provincia. De ese ejercicio surge que Santiago del Estero es la provincia con el salario docente más alto (según datos de 2024), seguida de cerca por Salta y La Pampa. En ese “ranking”, que no compara salarios docentes absolutos sino su poder de compra relativo en cada provincia, las provincias que quedan en los últimos puestos son Mendoza, Catamarca, Buenos Aires, Chubut y Entre Ríos: allí el poder adquisitivo de los salarios docentes es entre 46% y 50% menor que en Santiago del Estero.
En algunas jurisdicciones la caída de los salarios y el menor atractivo de la profesión empiezan a repercutir en la falta de docentes para cubrir cargos. Un relevamiento nacional de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA) encontró que el 62,2% de las escuelas consultadas reportaron dificultades para cubrir cargos de maestros de grado, pero también hay muchas vacantes en las áreas de Inglés (52%), Informática (43,4%) y Física y Química (33,2%), que requieren de una formación específica.
“El relevamiento confirma una preocupación que venimos escuchando en gran parte del país: a muchas escuelas les cuesta cada vez más encontrar docentes, sobre todo maestros de grado y en áreas específicas de la secundaria. Esto no solo genera demoras en los procesos de cobertura, sino que a largo plazo puede generar un impacto en la calidad educativa”, sostuvo Martín Zurita, secretario ejecutivo de AIEPA.
Potenciar la formación, la carrera y el salario de los docentes es una de las 10 prioridades centrales del “Acuerdo por la Educación”, una agenda de políticas educativas que Argentinos por la Educación presentó el año pasado tras consultar a 200 referentes de diversos perfiles, incluyendo pedagogos, funcionarios, dirigentes sociales, sindicales, políticos, religiosos y empresariales. Allí se plantea la necesidad urgente de “asegurar que la docencia sea reconocida y recompensada tanto en términos salariales como de prestigio social”.
“La formación docente no puede pensarse desligada de las necesidades reales del sistema educativo”, señaló Martín Salvetti, profesor y finalista del Global Teacher Prize. Y agregó: “Frente al estancamiento de la matrícula y las profundas desigualdades territoriales, se requiere una planificación estatal activa, con datos públicos, financiamiento sostenido y mirada federal. Es responsabilidad del Estado nacional articular políticas que consideren la territorialidad y trabajen junto a las provincias, verdaderas responsables del sistema educativo, para garantizar una formación de calidad alineada a un proyecto nacional”.
Nota:infobae.com







