El ajuste más brutal es sobre las y los jubilados





En los 14 meses de gestión del gobierno de Javier Milei, los jubilados y jubiladas que cobran haberes mínimos perdieron el equivalente a 5 jubilaciones mínimas “por culpa de un ajuste por inflación a la baja y que siempre llega tarde”, advirtió un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag). Esta “sustracción” que existe en los haberes mínimos –acompañados por un bono de 70.000 pesos que no actualiza por inflación- se repite en el caso de quienes cobran el salario mínimo vital y móvil, estipulado por ley en niveles cercanos a los haberes jubilatorios. La crisis de ingresos que provocan las medidas económicas de Milei impactan en especial en los sectores más vulnerables de la sociedad, lo cual muestra la crueldad de su política.
Los cálculos realizados por el Celag en base a datos oficiales, y publicados en la cuenta de la red X de la entidad, ratifican la idea de una crisis de ingresos en la sociedad a causa de las políticas deliberadas de este Gobierno. Más aún, la información del Celag se centra en dos grupos sociales que perciben los estipendios más bajos que se cobran legalmente en el país, lo cual añade una cuota de gravedad a esta crisis. En la retórica presidencial nunca se menciona este agravio sobre trabajadores y jubilados, al contrario el Gobierno enfatiza la baja de la inflación, que no obstante no se traduce en un mayor consumo agregado porque no alcanza para mejorar el poder adquisitivo de los ingresos.
Según el Celag en los 14 meses de gestión del Gobierno de Javier Milei, quienes perciben una jubilación mínima –más el pago del bono de 70.000 pesos que permanece fijo- perdieron el monto equivalente a 5 haberes mínimos. Es decir solo cobraron 9 meses de los 14 transcurridos. Esta situación alcanza a unas 3,2 millones de personas que en enero recibieron apenas 265.907 pesos más un bono de 70.000 pesos. “Esta pérdida existe por una decisión presidencial”, remarcó Alfredo Serrano Mancilla, director del Celag en diálogo con Radio 10. En el caso de las jubilaciones tiene que ver con “una actualización en base a una inflación a la baja que siempre llega tarde”, esto porque se incorpora en la fórmula de movilidad jubilatoria (aprobada por decreto presidencial) que los haberes ajustan en base a la inflación de dos meses previos.
También debe considerarse que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional con el que Indec mide la inflación está subestimado, como en más de una oportunidad informó este diario, pues la canasta de consumo familiar sobre la que se mide la evolución de los precios tiene subrepresentada la participación de los servicios –y de los servicios públicos en particular- respecto de los bienes. Y son los servicios los que más subieron de valor en el último tiempo: porque la inercia inflacionaria fue mayor en ese rubro (en bienes se desaceleró de la mano de la apreciación cambiaria) y por los incrementos tarifarios en agua, luz y gas. Si bien el Indec ya elaboró una canasta actualizada, el Gobierno aún no autoriza el cambio metodológico.
En el caso del salario mínimo vital y móvil la pérdida es similar: de los 14 meses de Gobierno, no les depositaron a los trabajadores de menores ingresos 5 salarios. Esto implica, como analizó Serrano Mancilla en diálogo radial, que pueden comprar un tercio de lo mínimo. El especialista subraya que se trata de recortes en el poder adquisitivo de estipendios mínimos, tanto de jubilaciones como de salarios. La política económica de Javier Milei es cruel e impiadosa ya que aplasta a los que menos tienen. El valor del salario mínimo vital y móvil fue de 286.711 en enero de 2025, y representa el monto mínimo que puede cobrar un trabajador argentino por ley, aunque quienes se emplean en puestos informales o bien perciben un plan de ayuda estatal con contraprestación laboral se les garantiza inclusive montos inferiores al salario mínimo.
La “financiarización” de la economía aparece, en la mirada de Serrano Macillla, como eje del programa económico de Milei: “un modelo económico muchas veces visto y que termina en crisis cuando el ciclo de entrada de capitales (producido en 2024 gracias al blanqueo) se revierte, retirando del sistema ganancias millonarias”. Su observación coincide con los datos recientes sobre evolución de la actividad económica difundidos el martes por Indec, que mostraron un crecimiento notable de la intermediación financiera en diciembre pasado (el sector creció 18 por ciento). Según el especialista, Argentina llegará a fin de año con niveles de estadísticas muy similares a los del fin de la convertibildad, que fue la mayor crisis económica que vivió el país en su historia reciente, inclusive más caótica que los años de pandemia.
Por Marta Pedrazzoli / P12