Lejos quedaron los tiempos de silencio, anulación y algunos gritos en la relación del gobierno con la industria automotriz argentina. Hoy, atraviesa un muy buen momento, y el diálogo es constante y ameno entre el Estado y el sector privado. 

A través de los representantes de la Asociación de Fabricantes de Automotores de Argentina -ADEFA- y del ministerio de Economía, con Luis Caputo al frente, se llevan adelante reuniones donde se tratan los temas más urgentes del sector, y cada uno presenta su agenda.

Sin embargo, una condición que ha exigido la nueva administración desde que llegó al poder es ver resultados y que, los acuerdos o beneficios que otorguen, se trasladen al consumidor. No quieren que las correcciones a medidas existentes quedan en manos de los fabricantes, sino que, repercutan en la gente, tal como contaron a iProfesional fuentes que participan en las charlas.

Un caso concreto fue la eliminación del Impuesto PAIS, la cual tuvo éxito: en septiembre, que se quitó una parte, los 0km bajaron entre 1.5 y 3%; y en diciembre, se aplicó otro porcentaje igual. Ahora, la mira está centrada en dos temas: los cambios para el impuesto interno, que vencen el 31 de enero, y en los beneficios en la compra de autos eléctricos o híbridos, algo que existe en muchos países para promover la movilidad sustentable y que el decreto en argentina venció y no fue renovado.

Qué pasará con el impuesto interno
Según anticiparon fuentes del sector a iProfesional, el gobierno analiza eliminar la primera escala del impuesto interno. Hoy, la misma aplica a partir de los autos con un valor de venta al público de $42.000.000, a partir de la cual hay un incremento del 25% en el valor de venta al público. 

La segunda escala, aplica a partir de los vehículos con un precio de venta de $80.000.000 promedio, ya que el valor puede variar según la ecuación de la marca.

En caso de eliminar una escala del impuesto al lujo, sería la primera, la cual dejaría a varios modelos del segmento mediano liberados de la presión impositiva, y se vería reflejado en los precios.

Por otro lado, muchos de los autos y SUV chicos, no están presionados por este impuesto, como sucedió hasta 2023, cuando las subas de los autos los dejaban siempre "topeados", es decir, al borde del gravamen. Ahora, arrancan en un promedio de $20.000.000 y llegan a $32.000.000 en sus versiones más equipadas, con algunos casos que promedian los 38.000.000 de pesos.

En el caso de seguir vigente la medida para la segunda escala, podría actualizarse como siempre se hizo en la suma del índice de precios mayoristas de ese período, o también podría haber cambios para esta evaluación. En este caso, si se eleva la base, también podrían liberarse algunos modelos y bajar de precio significativamente, especialmente los SUV de mayor tamaño.

En cuanto a los precios, cabe mencionar que en 2024, el índice de precios de vehículos nuevos en Argentina creció 67,0% según un informe de SIOMMA, mientras que la inflación anual fue de 117.8 por ciento.

También hay pendiente  tratar otros impuestos, ya que la competitividad de la industria siempre está en aprietos por tener una alta carga impositiva comparada con la región. Inclusive, desde las automotrices no solo reclaman ajustar los tributos nacionales, sino también los provinciales y municipales que golpean a proveedores y, luego, afectan a la producción de autos (y también repercuten en el valor final del 0km).

Por otro lado, una gran parte de los impuestos se "exportan", y este dato pone en desventajas a los modelos fabricados en el país frente a los países que exportan los mismos 0km, los cuales son elegidos por mejores precios. Esta baja liberaría de la carga impositiva a los 0km para vender a otros mercados.

Otras medidas en estudio
Según confirmaron a este medio, también se está trabajando en una ley de Electromovilidad, la cual busca diferentes acuerdos.

Por un lado, se trata de otorgar beneficios impositivos para la compra de autos más sustentables, ya sean híbridos o eléctricos. Esta medida estuvo vigente mediante decreto desde 2017 hasta 2023, cuando la Secretaría de Industria y Servicios del Ministerio de Producción lo sancionó para disponer la reducción de las alícuotas de los derechos de importación de fuera del Mercosur para vehículos electrificados.

El mismo establecía que, en lugar de pagar un arancel del 35% como los autos a combustión, los electrificados tributaban un 5% en el caso de híbridos y un 2% en el caso de los eléctricos. Al mismo tiempo, se habilitaba un cupo de 6000 vehículos que podían ingresar bajo esta norma, a dividir entre las distintas automotrices.

Desde aquel entonces hasta marzo de 2023, el decreto fue prorrogado y permitió impulsar la llegada de autos con motorización no tradicional.

Ahora, se espera que se dicten nuevas medidas para impulsar la venta de estos modelos, incluso, varias marcas que invirtieron en el país, tienen plataformas que permitirían fabricar autos electrificados en Argentina.

Si esto sucede, el ingreso de nuevos modelos extra-Mercosur verá beneficiada la oferta de nuevos modelos más sustentables y a mejor precio.

Nota:iprofesional.com