3 prácticas de fin de año que te prepararán para el éxito personal y económico
A medida que el año llega a su fin, muchos de nosotros sentimos la presión de apurarnos hacia la meta: terminar proyectos, cumplir con plazos y lidiar con el torbellino de obligaciones navideñas. Pero acá está la verdad: la manera en que cerrás este año marca el tono de cómo comenzás el siguiente.
Para mí, cerrar el año con intención no se trata de hacer más. Se trata de hacer una pausa, reflexionar y crear espacio para claridad, conexión y descanso. En lugar de empezar el nuevo año sintiéndonos agotados, demos el paso hacia él recargados y listos para perseguir nuestras metas con propósito.
Acá te comparto tres prácticas de fin de año en las que confío y que te ayudarán a prepararte para el éxito, y cómo podés incorporarlas también en tus rituales de cierre de año.
1. Ordenar y organizar: creá espacio para lo que importa
Existe una conexión poderosa entre un ambiente limpio y una mente clara. Investigaciones del Princeton Neuroscience Institute descubrieron que el desorden físico compite por tu atención, reduciendo el enfoque e incrementando el estrés. Con esto en mente, hacer limpieza y ordenar se convierte en una prioridad durante mi reinicio de fin de año, tanto física como digitalmente.
Desorden digital: Empiezo por ordenar mi bandeja de entrada, eliminar archivos innecesarios y organizar el escritorio. Limpiar el desorden digital facilita mucho más volver al trabajo después de las vacaciones sin sentirte abrumado.
Espacios físicos: Ya sea mi oficina, en casa, los cajones de la cocina o incluso mi placard, me tomo el tiempo para deshacerme de lo que ya no necesito. Según un estudio de UCLA, reducir el desorden físico puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la toma de decisiones.
Comenzar el año nuevo con espacios organizados genera un reinicio mental. Es una acción simple, pero el sentido de control y claridad que aporta puede marcar una gran diferencia.
2. Reconectar con amigos: las relaciones son el verdadero retorno de inversión
La temporada navideña es un recordatorio perfecto de lo que realmente importa, por ejemplo los lazos afectivos. Sin embargo, un estudio de Harvard reveló que más del 36% de los estadounidenses—incluyendo el 61% de los jóvenes adultos—reportan sentirse profundamente solos. Este tiempo del año es una oportunidad ideal para reconectar con amigos, mentores o colegas con los que has querido ponerte en contacto.
Para mí, no se trata de grandes gestos, sino de conversaciones significativas. Ya sea una charla tomando café, un mensaje de texto sentido o una nota escrita a mano, estas pequeñas acciones pueden fortalecer los lazos y recordarle a los demás cuánto significan.
Más allá de los beneficios emocionales, las relaciones sólidas son clave para el éxito. Los estudios demuestran que las personas con conexiones sociales fuertes no solo son más felices, sino que tienen un 50% más de probabilidades de vivir más tiempo. Profesionalmente, cuidar tu red de contactos puede abrir puertas a nuevas oportunidades y colaboraciones.
Así que, mientras reflexionás sobre el año que pasó, tomá tiempo para celebrar a las personas que te apoyaron e inspiraron y haceles saber cuánto impactaron en tu camino.
3. Priorizar el descanso: recargá energías para lo que viene
En una cultura que prioriza el estar todo el tiempo ocupado, el descanso a menudo parece un lujo. Pero la ciencia nos dice lo contrario: el descanso es donde se restauran la creatividad, el enfoque y la energía. El National Institute of Health informa que dormir mejora la memoria, agudiza la toma de decisiones y potencia las habilidades para resolver problemas.
Para mí, el descanso no es solo un descanso, es una estrategia. Entre Navidad y Año Nuevo, me desconecto intencionalmente y reseteo. Así es como lo hago:
Desconectarme del trabajo: Establezco límites claros para alejarme de los correos y compromisos, permitiendo que mi mente tenga el espacio para reiniciarse.
Reconectarme conmigo mismo: Ya sea escribiendo en un diario, leyendo o simplemente desacelerando, uso este tiempo para reflexionar sobre las lecciones del año.
Establecer metas: Pienso en los logros pequeños y las grandes metas que quiero alcanzar en el nuevo año y las escribo. Ahora es el momento de fijar tus intenciones con una mente clara.
Si liderás un equipo, motivalos a descansar también. Un equipo bien descansado es mucho más productivo y creativo cuando llega enero.
Por qué estas prácticas funcionan
Estas tres prácticas—ordenar, reconectar y descansar—se tratan de algo más que empezar el año con fuerza. Se trata de crear una base para el éxito a largo plazo.
Ordenar crea espacio para el enfoque y la innovación.
Reconectar fortalece tu red de apoyo e inspiración.
Descansar restaura la energía necesaria para perseguir tus metas más grandes.
Mientras cerramos el 2024, hacete estas preguntas:
¿Qué podés dejar ir?
¿Con quién podés reconectar?
¿Cómo podés darte permiso para descansar?
El nuevo año es una página en blanco. Demos el paso hacia el 2025 con claridad, intención y propósito. ¡Un gran cierre para este año y un año por delante aún más brillante!
*Con información de Forbes US.