Tres de cada cuatro familias pobres reducen porciones o eliminan comidas
El 76,5% de las familias pobres reducen porciones o no comen por falta de recursos, de acuerdo a un informe del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci). El dato surge de un relevamiento realizado a través del Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN) en 14 provincias y la ciudad de Buenos Aires, donde se relevaron 17.883 niños, niñas y adolescentes (nnya) de 0 a 17 años. El 40,5% de este universo atraviesa situaciones de malnutrición.
La inseguridad alimentaria se define como la reducción de porciones y/o supresión involuntaria de comidas en el hogar. Del relevamiento surgió que el 76,5% de las familias se vieron obligadas a reducir sus porciones o suprimir comidas, por la imposibilidad de contar con los recursos suficientes para adquirir algunos de los alimentos indispensables. La convocatoria a las familias se efectuó desde espacios comunitarios (comedores, merenderos, clubes, iglesias) ubicados en barrios populares con alta vulnerabilidad socio-sanitaria-ambiental.
Cómo se la rebuscan los pobres
Uno de los modos habituales que las jefas de hogar utilizan para paliar y/o “disimular” la carencia de recursos para adquirir los alimentos indispensables es la reducción de las porciones habituales en cada comida. Fue así que en el 72% se verificó esta situación.
Respecto a los alimentos consumidos durante el último mes, el 73,3% de las personas entrevistadas manifestó que, en este período, la familia tuvo que privarse de comer uno o varios de estos productos, por falta de los ingresos necesarios: carnes, verduras, frutas, lácteos, cereales, o legumbres.
"Una de las manifestaciones más graves de inseguridad alimentaria es cuando la familia se ve obligada a suprimir una de las cuatro comidas necesarias. Ya no se trata de recurrir a alimentos más baratos o de reducir porciones, sino lisa y llanamente dejar de desayunar, merendar, almorzar o cenar", analizó el documento. Ante la pregunta a la persona adulta responsable entrevistada, sobre si en el último tiempo algún miembro de la familia tuvo que saltearse alguna comida por falta de recursos, más del 70% contestó afirmativamente.
El peligro de la malnutrición
El instituto realizó un monitoreo de talla y peso para valorar la situación nutricional de 17.883 niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años. Sobre el total relevado, sin discriminar grupo etario, se "consolida la malnutrición en un 40,5%, es decir que se encuentran afectados 6.726 niños o adolescentes". Además, se detectó la preeminencia de los indicadores por exceso, sobrepeso en un 18.4% y obesidad 19,7%; mientras que el bajo peso afecta al 2,4%.
- Primera infancia: En este grupo de 2 a 6 años, el 29,7% está ubicado en indicadores de malnutrición, 2,9% bajo peso, 13,7% sobrepeso y 13,2% obesidad.
- Segunda infancia: La malnutrición afecta fuertemente a este grupo que va desde 6 a 10 años, ya que el 47,1% presenta malnutrición, con preeminencia de los indicadores de sobrepeso 19,8% y obesidad 25,4%, en detrimento del bajo peso que se mantiene en porcentajes significativamente inferiores 1,9%.
- Adolescencia: Se incluyen aquí a las niñeces de 10 a 17 años y el 43,8% presenta malnutrición, sobrepeso el 21,3%, obesidad el 19,9% y bajo peso 2,6% .
- Lactancia: Sobre un total de 1.161 casos de 0 a 2 años, el 25,3% permanece en malnutrición, siendo el 4% por bajo peso; el 10,9% por sobrepeso; y el 10,4% por obesidad.
Durante todo este año, a través de las publicaciones oficiales del Indec, se dieron a conocer informes que dan cuenta de un crecimiento exponencial de la pobreza -llegó a 52,9% de la población al final del primer semestre- y de la indigencia -alcanzó al 18,1%-, aún cuando informes de diversas consultoras e institutos de investigación especializados, dan cuenta de una baja pronunciada de ambos índices en el tercer trimestre.
Si se desagrega por grupos de edad según condición de pobreza, en el informe del primer semestre se destaca que dos tercios (66,1%) de personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza, y de ellos, el 27% viven en hogares indigentes. Mientras en la franja etaria de 15 a 29 años la pobreza llega al 60,7% y la indigencia al 21,2%, siempre según los datos del Indec.
Por Rodrigo Nuñez/ El Destape