Milei niega escándalo en el G20 pero no muestra el video
Javier Milei calificó como “mentirosos y farsantes” a los periodistas de El Destape que dimos detalles acerca de su lamentable paso la cumbre de mandatarios del G20 que se llevó a cabo la semana pasada en Río de Janeiro, y desmintió haber peleado con el anfitrión Luis Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el chileno Gabriel Boric de manera impropia para una cita de esa naturaleza.
Tal como se relató durante el El Pase, durante el plenario de la cumbre de líderes Milei se molestó porque su discurso, donde dijo que “el consenso internacional se convierte en corset que nos asfixia” no recibió los aplausos de rigor, que sí se dieron al final de cada una de las participaciones de los otros presidentes. Sólo los aplaudieron unos pocos funcionarios de la delegación argentina.
Después de que Petro decidiera responderle de forma directa durante su alocución, el presidente argentino comenzó una diatriba en la que también apuntó contra Boric, que hasta ese momento no había intervenido en la discusión. Ante la mirada incrédula de otros mandatarios, los descalificó en un tono más acorde a los paneles de TV que solía frecuentar que a una cumbre de líderes globales.
“Por suerte hay testigos que demuestran que sus bocas mienten”, escribió en su cuenta de X Milei, aunque el único que respaldó su versión fue el funcionario Federico Pinedo. En tanto que el sonoro conflicto fue confirmado, on the record, por el presidente de Colombia, por la vocera del gobierno de Chile y, fuera de micrófono, por la diplomacia brasileña.
Está la cuestión del video que registró esos eventos y servirían para despejar definitivamente toda duda. Las intervenciones de los mandatarios son registradas únicamente por la organización del evento. Luego cada país puede disponer de las imágenes que corresponden a la intervención de su representante y decidir si difundirlas o no, y la forma de hacerlo.
En el gobierno argentino aseguran que ese video no existe, a pesar de que otros mandatarios que participaron de la cumbre ya dieron a conocer sus respectivos discursos. Fuentes de cancillería le confirmaron a este medio que en esta ocasión, como cada año después del G20, el material fue entregado por los anfitriones a cada delegación, aunque desconocen el destino que le dieron en Casa Rosada.
Hasta tanto Milei no muestre las imágenes o exista una filtración hay más elementos que dan sustento a la versión de la agresión escandalosa. Por ejemplo: la ausencia de Milei en la foto de familia que reúne a todos los asistentes a la cumbre y de la que no participó. En el gobierno dijeron que no llegó por la bilateral con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, pero ella aparece en la primera fila del retrato colectivo.
También están las declaraciones de los protagonistas. Petro fue el primero, ese mismo día, hablando con la prensa de su país. “Indudablemente ganamos el aplausómetro con Milei”, dijo. Un par de días más tarde, ya desde Colombia, fue más explícito. “La delegación argentina, a la cual le entregan los videos de su intervención, la escondió, no la publicó. Algo no les gustó de lo que pasó allí”.
También se refirió a ese episodio la secretaria general del gobierno chileno, Camila Vallejos, en una rueda de prensa en la que le preguntaron por el episodio. “Yo estuve en los tres foros del G20 y son instancias de diálogo y no de confrontación porque se expresan posiciones pero siempre se respetan evidentemente las de los otros países”, criticó veladamente la funcionaria.
Este lunes, además, se llevó a cabo en el Vaticano un homenaje por los 40 años de la mediación entre Argentina y Chile promovida por el papa Juan Pablo II, del que el canciller argentino, Gerardo Werthein, desistió de participar a causa de los cruces en Río de Janeiro, de acuerdo a lo que relatan fuentes de cancillería y también en Roma. La agresión que (según Milei) no existió sigue dejando secuelas.
Por Nicolás Lantos