Sin inversión pública, se agravaron las condiciones estructurales de vida de la población
La administración de Javier Milei empeoró las condiciones de vida de ciento de miles de personas. No fue un error de cálculo. Durante el primer semestre del año no solo aumentaron la pobreza e indigencia – medida por los niveles de ingreso de la población – sino que empeoraron una serie de indicadores estructurales vinculados a la calidad de vida dentro de los hogares. Miseria planificada. La retirada del Estado nacional con el desfinanciamiento de áreas claves (saneamiento, cloacas, vivienda) forma parte central del programa político de La Libertad Avanza.
El Indec publicó su informe sobre las condiciones de vida de la población al primer semestre del año. Algunos de los indicadores obtenidos a partir de la Encuesta Permanente de Hogares permiten vislumbrar el daño estructural causado por las políticas de ajuste y pauperización social trazadas desde la administración Milei como ecuación central de su plan de gestión.
Uno de los datos claves de este informe contempla la distribución de los hogares y las personas según la disponibilidad de agua en la vivienda, es decir, si acceden al agua dentro o fuera de su hogar. Al primer semestre de este año, se contabilizaron 211.000 hogares que accedían a la red de agua por fuera de su vivienda. Este guarismo equivale al 2,1% de los hogares del país, en donde viven 790.000 personas con dificultades para acceder a la red de agua.
En la comparación con el primer semestre del año, los hogares que accedían a la red de agua por fuera de la vivienda ascendían a los 206.000, en los que vivían 696.000 personas. Es decir que se pasó del 2,4% de las personas sin acceso a la red de agua dentro de sus viviendas al 2,7% de la población para el primer semestre de 2024.
La ausencia de baños con descarga de agua también resulta clave para comprender los niveles de saneamiento dentro de los hogares. Al primer semestre de este año se detectaron 682.000 hogares con esta dificultad, situación que involucró a 2.567.000 personas (8,7% del total). Un año atrás, los hogares con esta dificultad ascendían los 642.000.
El trabajo del Indec también releva las condiciones de acceso a los servicios públicos de gas, electricidad y desagües cloacales. Al primer semestre de 2024, “el 45,5% de los hogares (4.617.000), en los que habita el 50,5% de las personas (14.959.000), no accede, al menos, a uno de los servicios considerados”, puede leerse en el informe del organismo oficial. Un año atrás, la cantidad de hogares con estas dificultades ascendían al 45,2%.
Como se trata de indicadores vinculados a las condiciones de vida por fuera de los ingresos de las familias, los movimientos estadísticos señalados sindican una mayor pauperización estructural de la sociedad. La casta mileista al palo.
¿Okupas?
Los datos vinculados a la relación que mantienen las personas con su vivienda se dividen en propietarios del terreno y la vivienda, inquilinos y ocupantes. En esta última categoría se incluyen aquellos ocupantes “por pago de impuestos o expensas, los ocupantes gratuitos con permiso y los ocupantes de hecho (sin permiso)”.
Según el Indec, las personas incluidas en la categoría ocupantes representaron el 9,8% de la población. Es decir, 2.986.000 personas distribuidas en 995.000. Al primer semestre del año pasado, los “ocupantes” llegaban al 9,2% del total de hogares (930.000), con incidencia sobre 2.746.000 personas.
El Estado ausente
La pauperización estructural de la calidad de vida de la población se relaciona de manera directa con el programa de ajuste y disciplinamieto social de La Libertad Avanza. De acuerdo al análisis desagregado del presupuesto nacional realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), uno de los servicios sociales más afectados por la administración oficial fue Agua y Alcantarillado. Entre enero y octubre, el recto real de su presupuesto fue del 79% comparado con el mismo período del año pasado. Luego le siguieron los ajustes en Vivienda y Urbanismo (-86%), Educación (-50%), Salud (-36%) y Promoción y Asistencia Social (-61%).
La paralización de todos los programas vinculados a la secretaría de obras públicas fue casi total, con un recorte del 78%.
“Las Asistencias Financieras a los municipios cayeron el 100%. Mientras que el programa de Consolidación Urbana y Mejoramiento de Barrios cayó el 100%, y el Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza Riachuelo cae el 100%”, indicaron desde el CEPA.
Otro dato clave tiene que ver con el aumento de los hogares ubicados en zonas inundables, dato que da cuenta de la ausencia de inversión pública para revertir dicho contexto. Según el informe del Indec, se pasó de 690.000 hogares ubicados en zonas inundables (6,8% del total) a los 765.000 casos, es decir, el 7,5% del total. Los afectados fueron más de 400.000 personas.
Según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el recorte de las transferencias de capital para Aysa fue del 43% real entre enero y septiembre de este año, sumado a otra caída del 22% real vinculada a la categoría “otros subsidios”.
La pauperización de la casta mileista se ve por todos lados.
Por Sebastián Premici / El Destape