Cuánto tiempo puede sobrevivir un ser humano bajo una avalancha de nieve
Una avalancha en el Cerro López, en Bariloche, provincia de Río Negro, Argentina, dejó bajo la nieve a tres personas que practicaban ski de travesía ayer miércoles. Una de ellas fue rescatada hoy jueves y el jefe del equipo de rescate consideran que casi se trata de “un milagro” por el tiempo que pudo estar bajo la nieve.
Se trata de un hombre de 29 años de la provincia de Córdoba, identificado como Augusto Gruttadauria, que fue rescatado y trasladado a un hospital cercano con hipotermia y congelamiento. Practicaba deportes extremos y pasó 10 horas atascado en la nieve.
“Cuando una persona está sepultada completamente en una avalancha y está aislada por completo, después de 15 o 20 minutos, la probabilidad de sobrevivir disminuye a un 5%, con lo cual estamos ante un milagro, casi”, según contó Nahuel Campitelli, jefe de la Comisión de Auxilio del Club Andino de Bariloche.
“Esta persona es justamente la prueba de que puede haber excepciones”, acotó en diálogo con La Nación+. Con respecto a las otras dos personas afectadas en el Cerro López, una de ellas era una turista irlandesa que fue hallada muerta.
El otro es un esquiador, que reside en la ciudad de Bariloche, y fue encontrado el mismo miércoles. Sufrió lesiones leves y con un cuadro de hipotermia.
De acuerdo con la Oficina para la Reducción de Riesgo de Desastre de Naciones Unidas, cada año se producen miles de avalanchas que causan la muerte de una media de 500 personas en todo el mundo.
Las avalanchas se producen cuando enormes placas de nieve se desprenden de la ladera de una montaña y se hacen añicos como cristales rotos al precipitarse cuesta abajo. La mayoría de las víctimas son esquiadores.
¿Cómo pudo salvarse el montañista en el Cerro López?
El hombre de Córdoba no podía desenterrarse a sí mismo tras la avalancha. Estaba lejos de las otras víctimas
En el caso del hombre encontrado hoy, “estaba completamente tapado” por la nieve, según Campitelli. Además, se encontraba muy lejos de las otras víctimas. Pero lo que lo ayudó al hombre es que pudo sacar el brazo.
“No podía desenterrarse a sí mismo porque estaba trabado. El cuerpo lo tenía atrapado por los esquíes bajo la nieve”, dijo el rescatista. Desde el momento de la avalancha hasta las 7 de la mañana del jueves, cuando fue rescatado, pasaron unas diez horas”.
Consultado por Infobae, el médico Ignacio Rogé, especializado en medicina de montaña y guía en la provincia de Mendoza, opinó: “La avalancha en el Cerro López es una tragedia. Por suerte, el montañista que era de Córdoba se pudo comunicar antes de asfixiarse o de entrar en hipotermia severa. Algo de aire le llegaba. Eso le permitió sobrevivir y comunicarse para que los rescatistas identificaran el lugar donde estaba”.
La sobrevida de una persona atrapada en la nieve tras una avalancha es difícil, afirmó. “La avalancha le puede provocar politraumatismos, al golpearse contra rocas o contra árboles. En el caso del montañista no estaba atrapado en la nieve profundamente. Si eso hubiera pasado, se hubiera muerto por asfixia. También corrió el riesgo de que la hipotermia severa le produjera la muerte. Sin embargo, pudo sobrevivir”, expresó Rogé.
“El caso del hombre de Córdoba es un milagro porque superó las 10 horas”, consideró el médico mendocino. Cuando sucede la avalancha, la persona puede morir durante los primeros 15 minutos por los golpes.
Si sobrevive esos 15 minutos y ya se detuvo la avalancha, explicó, “hay riesgo de morir por asfixia durante los siguientes 20 minutos”.
Por eso, cuando ocurre una avalancha -recomendó- “hay que mover los brazos como si uno tratara de nadar hacia la superficie. Cuando la avalancha se empieza a detener, hay que mover los brazos alrededor de la cabeza para generar un espacio con aire. O también se puede usar mochilas antiavalancha, que son una especie de airbag para mantenerse en cerca de la superficie. En caso de que la persona quede bajo la nieve, la mochila aumenta el aire disponible”, afirmó.
Después de los 35 minutos, existe el riesgo de muerte por la hipotermia. El frío puede impactar y hacer que disminuya el funcionamiento del organismo al mínimo y eso puede permitir que sobreviva. “El hombre supongo que estaría bien equipado para enfrentar el riesgo de hipotermia y eso también lo ayudó a sobrevivir”, dijo.
En diálogo con el médico Ramiro Heredia, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, comentó que “en casos de avalanchas, las víctimas se exponen a lesiones y riesgos por distintos mecanismos. En primer lugar, los traumatismos del impacto y el arrastre por la masa de nieve y otros elementos”.
En segundo lugar, agregó, las personas están en mayor riesgo de asfixia: la nieve puede ocupar espacio del árbol respiratorio que habitualmente está ocupado por aire. Además, el contacto directo con la nieve y el clima frío las pone en riesgo de sufrir hipotermia”.
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal central empieza a ser menor a 35 grados centígrados. Puede producirse cuando una persona se expone al aire libre mientras la temperatura es muy baja. O también con otras situaciones, como la inmersión en agua fría o por intoxicaciones, como el abuso de etanol.
El antecedente de la tragedia de los Andes
Un antecedente de supervivencia a pesar de la hipotermia fue el Fernando “Nando” Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de una de las tragedias más conmovedoras, ya que viajaba en el avión de la Fuerza Aérea uruguaya que cayó en la cordillera de los Andes en 1972 y quedó en coma por tres días. Incluso, lo dieron por muerto.
Sin embargo, despertó y luego fue uno de los dos sobrevivientes que pudo caminar durante diez días en las montañas y salvar al resto de sus compañeros.
En 2009, el doctor Conrado Estol realizó un estudio neurológico y explicó qué pasó en la cabeza de Parrado. Fue publicado en la revista Lancet Neurology.
Parrado sufrió fracturas en el cráneo por la caída del avión, estuvo en coma, y luego sufrió hipotermia y deshidratación. Esos problemas tan dramáticos fueron los que le ayudaron a mantenerse con vida, según Estol.
Parrado tenía 19 años en el momento del accidente. Sufrió fracturas en el cráneo. Esas fracturas del cráneo permitieron que la inflamación del cerebro (edema cerebral) se descomprimiera sola. Luego entró en coma y sus compañeros lo dieron por muerto. Lo colocaron en la entrada del fuselaje del avión y quedó expuesto al frío a 4.000 metros de altura.
Al estar en ese lugar, la temperatura de su cuerpo descendió por debajo de los 36,7 grados (es decir, sufrió hipotermia). Durante los tres días en que estuvo en coma, Parrado no recibió alimento ni agua y se deshidrató.
Pero estas circunstancias hicieron que sobreviviera. De acuerdo con el estudio de Estol, la inflamación del cerebro pudo expandirse a través de las fracturas y no lo mató. La deshidratación por la falta de agua y de alimentos y la altura limitó el crecimiento del edema cerebral. En tanto, el frío permitió prolongar la sobrevida de las neuronas dañadas por el golpe.
Nota:infobae.com