Siendo sincera, AMO las comedias románticas. Me transportan a un lugar de alegría y felicidad. A pesar de su persistencia en mi lista, al principio me resistí a ver la serie de Netflix, Emily in Paris. Sin embargo,  lo que pensé que sería una breve experiencia de visionado se transformó en una maratón de cuatro temporadas y media en sólo dos días. 

Mientras espero la segunda parte de la cuarta temporada, reflexiono sobre la poderosa tensión entre la pasión por el trabajo y el concepto mismo de trabajo. Dicho de otro modo, aunque me encantan las comedias románticas, no siempre puedo decir que me guste trabajar.

Un problema de 8,9 billones de dólares
Resulta que no soy la única que se enfrenta a esta dicotomía. Según el informe 2024 State of the Global Workplace de Gallup, solo el 23% de los empleados de todo el mundo están 'comprometidos' con su trabajo, es decir, que disfrutan con lo que hacen. Esto significa que el 62% no está comprometido, y un preocupante 15% está directamente desvinculado. 

Casi el 52% de los empleados busca un nuevo empleo de forma pasiva o activa. Esta falta de compromiso generalizada no es solo un problema personal u organizativo; es un reto económico mundial. Gallup calcula que el bajo nivel de compromiso cuesta a la economía mundial 8,9 billones de dólares al año, aproximadamente el 9% del PIB mundial.

Imitando a Emily: cultivar la pasión en el trabajo
Dado el contraste entre la protagonista (también conocida como modelo profesional) y las sombrías estadísticas del informe Gallup, cabe preguntarse cómo es posible que todos nos enamoremos de nuestros empleos, trabajos y carreras, como hizo Emily en París. A pesar de los choques culturales, los malentendidos y los retos personales de su nueva vida parisina, Emily mantiene un amor inquebrantable por su trabajo. 

Acá cómo podés sacar la Emily que llevas dentro y enamorarte de tu trabajo, independientemente del sector o de los retos a los que te enfrentes.

Aceptá las nuevas experiencias: el viaje de Emily a París consiste en aceptar lo desconocido. Se sumerge de cabeza en una cultura, un idioma y un entorno de trabajo nuevos. Empezá por emprender tareas o proyectos fuera de tu zona de confort. Ya sea aprendiendo una nueva habilidad, trabajando con un equipo diferente o sugiriendo ideas innovadoras, adentrarse en lo desconocido puede reavivar tu pasión por el trabajo.

Infundá creatividad a tu trabajo: la creatividad de Emily es la fuerza motriz de su amor por el trabajo. Tanto si crea una ingeniosa campaña en las redes sociales como si encuentra una nueva forma de abordar un problema, siempre aporta una nueva perspectiva a su trabajo. Buscá formas de dar un giro creativo a tu trabajo. Puede ser algo tan sencillo como rediseñar tu espacio de trabajo, buscar soluciones innovadoras o experimentar con nuevos métodos. La creatividad puede despertar la alegría y reavivar la pasión por tu trabajo.

Sé fiel a vos mismo: a lo largo de la serie, Emily sigue siendo ella misma sin pedir disculpas. No compromete sus valores ni su personalidad, ni siquiera cuando conformarse podría ser más fácil. Ser fiel a vos mismo puede hacer que tu trabajo sea más gratificante, ya que lo alinearás con tus valores personales y tus puntos fuertes.

Identificá tus valores fundamentales y buscá formas de incorporarlos a tu trabajo. Ya sea tomando decisiones éticas, dando prioridad a la conciliación de la vida laboral y familiar o defendiendo causas en las que creés, ser fiel a vos mismo puede aumentar tu satisfacción laboral.

Consejos para directivos y empleados
Para aquellos que buscan profundizar su compromiso con el trabajo, recomiendo considerar las siguientes mejores prácticas que utilizamos con nuestros clientes tanto en el Noble Story Group como en The National Fellowship for Black and Latino Male Educators:

Ritmo Circadiano: determiná la hora del día en la que sos más productivo y programá tus tareas más desafiantes acorde a eso.

Objetivos de carrera profesional: visualizá una meta profesional a 3-5 años y creá una hoja de ruta para los próximos 1-2 años para alcanzar ese objetivo.

Equilibrio: reflexioná sobre si preferís mantener una frontera clara entre tu vida personal y profesional o integrar ambas de forma más fluida. Por ejemplo, ¿preferís un teléfono de trabajo y otro personal o un solo teléfono para ambos?

Mentalidades autolimitantes: identificá tus tendencias, por ejemplo, sobrecargarte de trabajo, tener dificultades para establecer límites o no lograr una verdadera productividad a pesar de estar constantemente ocupado.

Tanto si trabajás en las calles de París como en tu oficina local, recordá que enamorarte de tu trabajo no tiene que ver con las circunstancias perfectas sino con tu perspectiva. Al fin y al cabo, si Emily puede prosperar en un mundo de baguettes y boinas, seguro que nosotros podemos encontrar nuestra propia versión de la alegría de vivir en la rutina diaria. 

¿Quién sabe? Tal vez la próxima gran idea, salto profesional o momento de alegría estén a sólo un 'próximo episodio' de distancia.

Nota publicada en Forbes US.