Pues sí, Google es un monopolio… ¿algo nuevo bajo el sol?

Actualidad10 de agosto de 2024
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Un tribunal federal ha dictaminado que Google actuó ilegalmente para mantener un monopolio en las búsquedas en internet, es decir, que Google es un monopolio predatorio, algo que ya sabíamos desde como mínimo 2015.

En primer lugar, estamos ante un veredicto expresado de manera inequívoca, lo cual debería dejar satisfecho a un Departamento de Justicia que inició el caso durante la Administración Trump y lo retomó durante la Administración Biden, pero lo más importante es el ¿y ahora qué? Es decir, ¿qué medidas debemos tomar ahora que sabemos que Google es un monopolio y que actuó además de manera predatoria, es decir, aprovechándose de esa posición predominante para impedir que otras compañías intentasen competir con ella?

Google ya ha anunciado que va a apelar ese veredicto, lo cual permite aventurar un escenario dilatado en el tiempo. Pero sin duda, hablamos de algo que va a tener efectos profundos sobre la internet que conocemos, porque si permites que una compañía pueda tejer a su antojo sus relaciones de interdependencia y consolidarse de la manera que lo hizo Google a lo largo del tiempo, desmontar algo así va a tener sus consecuencias. Para compañías como Apple, por ejemplo, que cerró hace mucho tiempo un acuerdo con Google para que su buscador fuese la opción por defecto en sus dispositivos, el veredicto significará, seguramente, la pérdida de nada menos que 19,000 millones de dólares al año. Una cantidad muy respetable que, aunque Apple sea una compañía muy saneada y con una amplia variedad de fuentes de ingresos, sin duda notará.

La Mozilla Foundation se verá seguramente también afectada: Google dedicaba cada año alrededor de 510 millones de dólares a asegurar que su buscador sería la opción por defecto en el navegador Firefox, y contrariamente a lo que ocurre con Apple, que tiene muchas más fuentes de ingresos, ese pago suponía nada menos que el 86% de los 593 millones de ingresos que obtenía la fundación.

Pero más allá de los efectos puntuales sobre otras compañías, ¿qué tipo de medidas debería proponer el juez como consecuencia de su veredicto? Porque si simplemente provoca que esos pagos terminen, el beneficiado sería seguramente Google, que durante un tiempo podría mantener su posición sin tener que hacer frente a ellos. Para corregir la situación y evitar que Google siga actuando como un monopolio predatorio, es preciso hilar fino y decretar medidas significativas, en lugar de simplemente buenos deseos.

Por ejemplo: podríamos encontrarnos con que Google se viese obligada a ceder su tecnología de búsqueda para que otras compañías pudieran crear sobre ella competidores especializados, regionales, etc., una idea que fue puesta en práctica en veredictos anteriores de tribunales antimonopolio. O con que compañías como Apple y otras crean sus propios motores de búsqueda, generando algún tipo de competencia en este espacio que seguramente sería positiva para todos. O con que el juez obliga a Google a escindirse en varias compañías, una medida siempre barajada en este tipo de escenarios pero que rara vez se lleva a cabo por sus complicaciones operativas.

Este tipo de medidas podrían dar lugar a nuevos escenarios competitivos sobre la web, algo que, en principio, no parece una mala alternativa. Pero por el momento, para conocer las medidas que el juez proponga habrá que esperar. Lo importante es que, finalmente, nos hemos sacudido la inercia y hemos puesto las cosas en su sitio: crecer mediante todo tipo de maniobras y consolidar el liderazgo creando escenarios en los que nadie más puede competir es algo ilegal y negativo para la evolución de la web. Dado que hay varios casos más de esta naturaleza planteados contra otras big tech, es el momento de ver si, finalmente, las cosas cambian, y volvemos a una web en la que valga la pena innovar.

Nota: https://www.enriquedans.com/

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