Si no fuera una tragedia sería una comedia

Actualidad06 de agosto de 2024
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El enemigo es la inflación. El instrumento, la no emisión monetaria porque el Presidente sostiene con fe religiosa que la emisión es la única causa de la inflación. Al punto que propone que su trasgresión se la considere un crimen de lesa humanidad. Lo insólito habita en lo cotidiano.

El camino elegido es el superávit fiscal. Al punto que el presidente, que no tiene pudor en su tránsito diario por el ridículo, ha declarado: “Me van a tener que sacar muerto de la Rosada, para lograr que quiebre la regla del superávit fiscal”. Y lo incluyó en el Pacto Canalla conocido como Pacto de Mayo firmado en julio, por 19 gobernadores cómplices, que en el punto 2 aceptaron: “El equilibrio fiscal es innegociable”. Para conseguirlo no importan los medios, los sufrimientos infringidos, el desquicio generalizado, la recesión gigantesca autoprovocada, la caída del PBI, el aumento de la desocupación, el industricidio, las empresas cerradas, la caída del poder adquisitivo de sueldos y jubilaciones, el aumento de la desigualdad, la disminución enorme del consumo reflejado en dos índices sensibles como el consumo per cápita de leche (64 litros anuales en el 2013, 44 en la actualidad), y el de carne, el menor en cien años. Si es necesario sacar del país las reservas en oro, no se trepida en hacerlo, para posiblemente garantizar un préstamo que desesperadamente se busca y colocar desaprensivamente el oro al alcance de los fondos buitres. Milei considera que su tarea histórica es terminar con la inflación, destruir el Estado y dar la batalla cultural para que sus ideas del pleistoceno pasen a formar parte del sentido común de los argentinos. No importa lo que se dijo ayer, si para lograr el objetivo, hoy hay que decir y hacer lo opuesto. Si hace unos meses el peso era un excremento, los impuestos un robo, hoy elogia a su Ministro de Economía Luis Caputo, al que eleva a la categoría de gigante, el que advierte que los argentinos que puedan y tengan dólares tendrán que venderlos para pagar los impuestos. Que será el peso y no el dólar la moneda fuerte. En aras de bajar el índice inflacionario se va a un nuevo y fenomenal ajuste, cuyo límite es la paciencia de los ajustados. Y así se reinicia el círculo infernal: disminución de la actividad, aumento de la desocupación, caída del consumo, cierre de empresas, despidos y suspensiones; caída de la recaudación, decisión de no emitir, hacer contabilidad creativa para maquillar el superávit fiscal, que es en realidad un déficit creciente. Mientras un seleccionado de personajes, muchos de ellos ministros, funcionarios, diputados y senadores oficialistas se dedican, junto con el presidente, a declaraciones exóticas, planteos irracionales, propuestas que son un atropello a la inteligencia, en colaboración con militantes remunerados de las redes que patotean a opositores, a críticos e incluso a disidentes de su propia vereda ideológica, con la colaboración imprescindible de los canales y medios oficialistas, fijando la agenda, con lo que Steve Bannon, el jefe de estrategia de Donald Trump denominó “Inundar la zona de mierda”.   

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El laberinto de Milei

Milei vino a resetear a la Argentina. Es la suma de los intentos de 1955,1966, 1976, Menem y Macri. Intuyó como nadie la bronca en muchos sectores de la sociedad, la percepción en vastos segmentos sociales de que el Estado presente era una falsedad, que los cuentapropistas y autónomos a los que se caracteriza como emprendedores y que cuantitativamente equivalen a los trabajadores de la actividad privada formalizados, necesitaban alguien que los representara en su “neoliberalismo desde abajo”; que la pandemia fue un tsunami en la vida cotidiana que fue apreciado como “el Estado me encierra, me quita la libertad” entre la mayoría de los jóvenes y sectores informales. Un estudio de la Consultora Aurelio vinculando la pandemia con el triunfo de Milei entre la población a los que la cuarentena le desmejoró significativamente la vida, demostró que el apoyo al líder de la Libertad Avanza alcanzó la impresionante cifra de un 75%. 

La inflación y la inseguridad son dos flagelos que indudablemente la democracia no ha solucionado y que el campo nacional y popular subestimó o no puso en el tope de su agenda. Milei les propuso terminar con estos dos flagelos, anticipando que sería a un costo altísimo.

La disminución de la inseguridad en cuanto a la baja de los delitos es un fracaso, pero el despliegue del protocolo Bullrich que aplica una represión en aumento, despeja las calles y disminuye manifestaciones de protestas.

Su plan económico es sencillo y brutal. Una gigantesca transferencia de ingresos de trabajadores y jubilados a los sectores concentrados de la economía. Un país rediseñado como colonia, alineado mucho más allá de las relaciones carnales con EE. UU, sin industrias, con reseteo de las universidades, la ciencia, la tecnología.  Un país solo basado en los recursos naturales, mucho de los cuales entregados a precio vil. Con la exportación (emigración) de quince millones de argentinos. Con represión y enorgulleciéndose de la crueldad que practica. Y con un Presidente que en nombre de la libertad ejerce un stalinismo mediático contra adversarios y colaboradores, con profusión de descalificaciones y un lenguaje escatológico.

Hoy se liquidan reservas escasas para intervenir en los mercados del dólar, bajar su valor y disminuir la brecha para no perjudicar a los fondos de inversión especuladores amigos de Toto Caputo que aprovechan la desvalorización mensual prevista, conforme a la tablita oficial, vender dólares, invertir en plazos fijos u otra variante en pesos y si el dólar continua al precio que vendieron los dólares, lo recompran mediante el mecanismo dólar MEP ( Mercado Electrónico de Pago) con una ganancia del 2 o 3% mensual en dólares. Esta maniobra enfrenta al gobierno con el FMI que no acepta que las reservas que considera que deben destinarse a la amortización de deudas vayan a regular el precio del dólar y su baja, al mismo tiempo que desalienta la liquidación de la producción retenida en silos a la espera de la devaluación, lo que retarda el ingreso de los dólares necesarios para fortificar reservas. Justamente lo que el gobierno no está dispuesto a conceder para que no se escape el único éxito que puede exhibir, que es la baja de la inflación. Para compensar el drenaje de las reservas se busca desesperadamente préstamos haciendo lo que el Ministro Caputo es un experto: el endeudamiento. En estos días se consiguió el otorgamiento de un préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) por 647,5 millones de dólares, que fue el equivalente a uno de los días de venta de dólares del Banco Central.  

Con una economía desplomada con riesgo de depresión económica y un PBI cuya caída resulta difícil imaginar cómo se puede remontar, porque el consumo cae a niveles inéditos, la inversión está en sus niveles más bajos, el gasto público serruchado con la motosierra y parte de las exportaciones retenidas por el tipo de cambio.     

Para los que tienen dudas y se consuelan con el argumento de “darle tiempo”, o la hipócrita frase de los opositores cómplices de “quiero que le vaya bien al gobierno, porque así le va a ir bien a los argentinos”, el discurso de Milei en la Rural es transparente. Dijo el Presidente: “En vez de convertirnos en el país industrial que nos prometían, se dilapidó toda la riqueza que habíamos acumulado y nos hundió en la miseria hasta tocar fondo el 10 de diciembre del año pasado, entregándonos un país donde siete de cada 10 menores de 14 años son pobres. En el camino, ahogaron al campo y a toda la Argentina. Todos aquí deben conocer a alguien que quebró producto de los abusos del Estado; los ataron de manos y los privaron de alcanzar su potencial. Nos dejaron sin campo y sin industria, y los únicos que terminaron ganando fueron los políticos y sus amigos prebendarios. En la base de este error trágico en nuestra historia nacional está la fatal arrogancia de la dirigencia. Por ignorancia, por negligencia o, inclusive, por mala intención, ellos desconocieron que había sido la misma libertad del sector agropecuario y de los demás sectores genuinamente pujantes de la economía aquello que había engendrado la prosperidad del país y del común de los argentinos. Esa es la triste historia de nuestro siglo de humillación Argentina…el sector ya demostró que la industrialización y la innovación tecnológica son una consecuencia natural de su desarrollo. De hecho, no por nada el periodo de mayor expansión e industrial de la historia Argentina fue durante el modelo agroexportador y no como dicen algunos mentirosos como el modelo fracasado de sustitución de importaciones… Y lo hacemos porque entendemos que los empresarios son benefactores sociales y que, en su búsqueda de ganancia, redundan en un beneficio para el conjunto de la sociedad, porque, mal que les pese, Adam Smith tenía razón.”

La industria de sustitución de importaciones surgió como consecuencia de las crisis del capitalismo mundial (Primera Guerra Mundial, crisis de 1929/1930) que hirió gravemente al modelo agro-exportador. La vuelta a la arcadia del siglo XIX es destruir toda la Argentina moderna vinculada a la industria y por eso el gobierno va por el desmantelamiento del Conicet, del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria}, la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el INVAP (Investigación Aplicada).

El desconocimiento histórico de Milei es de una profundidad insondable.   

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Clima de época 

El maltrato, la crueldad, la exhibición del desprecio por el otro encuentran un clima favorable donde florecen las peores lacras. Un ex abogado  de empresas recuperadas como Diego Kravetz, kirchnerista, del PRO y ahora Secretario de Seguridad y Jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires por el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri dice: “Si le das comida a una persona que vive en la calle, la acomodas en la pobreza”. Es la Ministra Petovello, haciendo caso omiso de las decisiones de la justicia que la emplaza a entregar los alimentos retenidos o las 65.000 frazadas almacenadas mientras los argentinos en condición de calle se mueren de frio.

Son los diputados, senadores, gobernadores, que votaron la ley Bases, a conciencia que es una entrega descomunal, una eliminación de derechos colosal, pero que era necesario facilitarle los instrumentos que el gobierno necesita para cumplir sus objetivos. A ellos los votaron para que defiendan el país, no los delirios coloniales de un gobierno. Es un clima de época desquiciado que atraviesa a la sociedad. La reaparición de Mauricio Macri apoyando en forma entusiasta a Milei, y solicitando una mayor presencia del PRO en el gobierno, revela que, a diferencia de lo sucedido en Francia, por ejemplo, donde desde la derecha, el centro y la izquierda se hizo un cordón sanitario contra la ultraderecha, aquí se conforma ese cordón sanitario de la ultraderecha y a la derecha (como furgón de cola), más el radicalismo degradado, contra el peronismo, la izquierda y otros sectores populares

Ese clima desquiciado atravesó el discurso del presidente de la AMIA Amos Linetzky que al mejor estilo Milei, al recordarse los 30 años del atentado  y enarbolando el intento de discurso único de la era Milei, unificó el horrible atentado de Hamas del 7 de octubre del 2023 con el del atentado a la AMIA de hace tres décadas para pasar a considerar antisemitas, o judíos con portación de apellido a todos los que criticamos la desmesurada respuesta posterior de Israel en Gaza donde la infinidad de atropellos y violaciones han denunciado los Organismos de Derechos humanos respetados internacionalmente. Embistió contra la Cruz Roja hasta el feminismo, desde los organismos de derechos humanos de la Argentina hasta UNICEF. Afirmó: : “La pobre actuación de una fiscalía dedicada exclusivamente a la causa AMIA, con la mayor cantidad de empleados del país trabajando en un solo caso pero que no ha generado avances significativos en los últimos 10 años” Ni una sola línea de autocrítica para el papel de encubrimiento de la dirigencia argentina -judía, protegiendo a los que llevaron a cabo “la investigación” como el juez Juan José Galeano y los fiscales Muller y Barbaccia que la directivos de los últimos años protegieron y apañaron, como luego se montaron sobre la muerte de Nisman, para convertirlo en la victima 86 de la AMIA, el que continuó sin mayores descubrimientos la investigación que fue criticada por su inoperancia por tres de las cuatro agrupaciones de familiares’.

Es preciso señalar que el mayor encubrimiento y que condicionó toda posibilidad de acercarse a la verdad fue perpetrado durante el gobierno de Carlos Menem, reivindicado por Milei, con la complicidad de EE. UU e Israel, precisamente los dos países a los cuales el Presidente argentino ha alineado su política exterior 

Estuvo presente en el acto el Presidente, la Vicepresidente y prácticamente todo el gabinete y muchos diputados y senadores. De los oficialistas, sería interesante saber cuándo estuvieron en algunos de los actos recordatorios del atentado en las décadas anteriores.         

El presidente ha manifestado su intención de convertirse al judaísmo y es acogido con fervor y premios por el sector religioso ultra ortodoxo Jabad Lubavitch. Ha reiterado su decisión de trasladar la embajada Argentina en Israel de Tel Aviv a Jerusalén y enfáticamente afirma que “Israel no está cometiendo ni un solo exceso en Gaza”

 El principal referente ideológico de Milei es Rothbard Murray, con cuyo nombre denominó a uno de sus perros, inmediatamente a continuación del primero, Conan.

Sino fuera una tragedia, sería una comedia insuperable. ¿Quién fue Rothbard Murray?

Fue un judío que negaba el holocausto, admiraba a Joseph McCarthy, lo seguían neonazis y miembros de Ku Klux Klan. En una nota publicada en la Revista Anfibia, los argentinos judíos Horacio Lutzky y Miriam Lewin escribieron: “Harry Elmer Barnes, historiador estadounidense, dedicó su vida a estudiar las causas y consecuencias de las guerras mundiales…. lo que convirtió a Barnes en un verdadero paria académico fue su negacionismo del Holocausto. La muerte de seis millones de judíos fue, para él, una “propaganda de guerra”. Rothbard no solo reivindicó el trabajo de Barnes en vida, sino que publicó, después de su muerte en 1968, un extenso y vehemente obituario, donde dice que Barnes fue victimizado por defender “la verdad histórica” y promover el revisionismo… En el Informe Rothbard-Rockwell —una publicación que Rothbard editó con el asesor político Lew Rockwell, fundador del think tank Mises Institute—, el economista que inspira a Milei publicó material supremacista blanco, como este comentario del columnista y escritor Sam Francis: “En primer lugar, la diferenciación natural de las razas en capacidades intelectuales implica que de las dos razas principales hoy en día, sólo una en los Estados Unidos posee la capacidad inherente de crear y sostener el nivel de civilización que ha caracterizado históricamente a los países de origen en Europa y América”. Francis, con su rechazo a la admisión de inmigrantes no blancos y no occidentales, fue caracterizado como” el principal filósofo de la conciencia racial blanca de nuestro tiempo” y asesoró al político ultraconservador Pat Buchanan, que llevó, desde 1992, una relación de amistad con Rothbard. …. Fue Rothbard el encargado de defender a Buchanan ante las acusaciones presentadas contra el político por la Anti Defamation League por sus expresiones racistas y antisemitas. El economista alegó que Buchanan nunca había propiciado medidas contra los judíos tales como “prohibirles la entrada un club de campo o imponerles cuotas máximas en diversas profesiones (cosas que sí han sucedido en EE.UU.). Así que, una vez más, es absurdo y una vil calumnia llamar antisemita a Buchanan”. En 2010, sin embargo, Buchanan desmintió involuntariamente a su amigo fiel cuando se discutió la integración de Elena Kagan a la Corte Suprema de los Estados Unidos y éste la cuestionó por ser judía. “Si confirman a Kagan, los judíos, con menos del 2% de la población de Estados Unidos, tendrán el 33% de los puestos en la Suprema Corte… La frutilla del postre es la adhesión de Rothbard a las propuestas ideológicas de David Duke, ex Gran Mago del Ku Klux Klan, la violenta organización racista, xenófoba y abiertamente antisemita. Nada de eso le impidió ser representante del Estado de Luisiana en el Congreso, candidato a gobernador y dos veces candidato a la presidencia. El economista, entusiasmado, declaró: “Es fascinante que no haya nada en el programa o campaña actual de Duke que no pueda ser adoptado también por los paleo conservadores o paleo libertarios: impuestos más bajos, desmantelamiento de la burocracia, recortes drásticos del sistema de bienestar social, ataque a la acción afirmativa y las cuotas raciales, pidiendo igualdad de derechos para todos los estadounidenses, incluidos los blancos: ¿qué hay de malo en todo eso?” Encandilado por el macartismo, Rothbard escribió: “Había otra razón para mi propia fascinación con el fenómeno de McCarthy: su populismo. Había una necesidad vital de apelar directamente a las masas, emocional y hasta demagógicamente, contra las cabezas del establishment: las élites universitarias, los medios masivos de comunicación, la estructura político partidaria republicana y demócrata”.

SI NO FUERA UNA TRAGEDIA SERÍA UNA COMEDIA INSUPERABLE

El humor es un escape para sortear el camino a la locura a la que nos quieren conducir. Aun en las condiciones extremas de los campos de concentración, los condenados recurrían en muchos casos al humor. Hasta la caída del Muro de Berlín se sostenía que los géneros teatrales eran cuatro y podían definirse escuetamente. La Comedia que es cuando uno tiene con quién y cuando, pero no dónde. El Drama cuando uno tiene donde y cuando pero no con quien. La Tragedia cuando uno tiene donde y con quien, pero no cuando. Y el Realismo Socialista, cuando uno tiene donde, cuando y con quien, pero justo ese día hay reunión del Partido.

Milei ha agregado un quinto género: La Comedia Trágica.En ella los actores le hacen bullyng al público, los asistentes son esquilmados durante la función, salen del teatro mucho más pobres que lo que entraron, mientas esperan que con el tiempo la obra mejore y mientras baja lentamente el telón desde el escenario los actores gritan ¡Viva la libertad! ¡Carajo!

 

Por Hugo Presman * Periodista. Conductor del programa radiel El Tren. / La Tecla Eñe

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