Milei, la propiedad privada y los argentinos "de bien"

Actualidad 02 de junio de 2024
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La Ley Bases es, desde su origen y contenido, una violación a nuestra Constitución argentina, que es lo que nos constituye como personas y como comunidad. Su arrasamiento significa una masacre sobre nuestros cuerpos, por lo tanto, sobre nuestra integridad física, psíquica, emocional, sobre nuestras memorias, nuestra dignidad, nuestros sueños.

El Sr. Presidente fue elegido por un sistema de votación democrática y su compromiso es realizar toda acción de transformación dentro de los márgenes que exige la misma ley que lo autorizó como presidente.

Y, desde luego, debe gobernar para todo el país con los requerimientos que cada conjunto de la sociedad exige. 

El Sr. Presidente no puede decirme a mí que quienes no pensamos como él no somos “personas de bien”. ¿Quién es él para hacer semejante discriminación? Por supuesto, cuando digo “a mí” me refiero a cada una, cada uno de los habitantes de este país incluidas todas las diversidades de género. 

Su violencia explícita, que manifiesta a través de la palabra, de los conceptos, de sus expresiones físicas, de sus modelos de ejemplo político, tienen la fuerza del abuso y el autoritarismo que ha signado años de dolor que seguimos arrastrando.

El Sr. Presidente habla de la propiedad privada. Quiero decirle al Sr. Presidente que mi propiedad privada, mi casa, con todo lo que tiene adentro, desde sus recursos naturales hasta todo lo imaginable perteneciente a un pueblo, es mi país. 

Mi país es mi propiedad privada y el Sr. Presidente no puede vender, ni entregar ni regalar mi país a nadie, ya sea persona física, empresarial o a las grandes potencias. A nadie.

Pregunto a mis compatriotas: ¿Alguno de ustedes se siente de verdad libre, dueño de su propia vida en estos momentos? ¿Cuándo las acciones de Gobierno en unos pocos meses han provocado ya situaciones de hambre extrema, enfermedad y muerte? No queremos genocidio por goteo ni genocidio por látigo. No queremos la apropiación de nuestras vidas en manos inhumanas con cabezas perversas.

Repensemos, compatriotas, qué es verdaderamente la libertad, vocablo que puede ser apropiado y tergiversado por cualquiera. 

Nunca conseguiremos un país perfecto, los seres humanos no lo somos. Pero incendiar un país con todo lo que tiene adentro para beneficio de unos pocos privilegiados no es el camino hacia una verdadera libertad y el encare responsable y comprometido de las transformaciones que exigen los tiempos, incluida la revolución tecnológica con los riesgos de la Inteligencia Artificial.

Es mentira que no hay un Estado. Sí lo hay, y el Presidente y quienes lo rodean lo representan. Y ese sí es un Estado criminal, como a él le gusta llamar al Estado cuando son otros quienes lo comandan.

Es importante, necesario, imprescindible que nos animemos a asomarnos al abismo y ser capaces de discriminar dónde vive intensamente la verdadera violencia. 

Nuestros derechos, contenidos en la Constitución Nacional, están amparados con sus correspondientes condenas, en el Código Penal, también vulnerado en la delegación de facultades extraordinarias al Ejecutivo.

LA LEY BASES ES NULA DE TODA NULIDAD.

¡¡¡NO A LA LEY BASES!!!

Por nuestra República, por nuestro sistema republicano, representativo y federal,, por los merecimientos de nuestras propias vidas, de nuestras humanidades todas: senadores y senadoras, háganse cargo.

Por Luisa Kuliok

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