El consumo de alimentos básicos baja, pero los precios no. El libre mercado y la desregulación a la que apuesta el gobierno de Javier Milei tiene trabas importantes: el aumento de los costos por la suba de las tarifas y la caída en la actividad. La ley de la oferta y la demanda no se aplica a estos casos porque mientras en productos como el pan y la leche el consumo bajó considerablemente, los precios volvieron a subir. En otros productos, como el cerdo, cuyo consumo aumentó levemente, los precios bajaron.

El caso más resonante de la semana fue el de la carne vacuna. Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el consumo totalizó 499,7 mil toneladas entre enero y marzo, lo que significó una caída del 17,6% con respecto al mismo trimestre de 2023. El registro fue el más bajo en los últimos treinta años. 

Con una caída semejante lo esperable era que los precios comenzaran a bajar, o a eso apostaban desde el Gobierno. Sin embargo, según el último informe del Indec, dentro de la división de alimentos y bebidas no alcohólicas (que subieron el 10,5%) las principales subas se dieron en “carnes y derivados, leche, productos lácteos, huevos, verduras, y pan y cereales”. 

Algunos cortes vacunos aumentaron por debajo de la inflación, pero ninguno de los que mide el organismo presentó una baja: las subas van desde el 6,2% (en el caso del asado) al 11,9% (la paleta).

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La inflación se desacelera respecto a los últimos meses, pero si comparamos el índice de precios de los cortes vacunos con los de marzo de 2023, los aumentos fueron de entre el 3,4% y el 10,3%, similares a este mismo mes del año 2024.

“El consumo está muy deprimido”, señaló a PERFIL el titular de Ciccra, Miguel Schiariti. Los precios no bajaron, explicó, porque si bien en el mercado de Cañuelas sí están a la baja, “los aumentos de energía -que han sido brutales para la industria-, los aumentos de combustible, y los aumentos de mano de obra”, no permitieron que eso se trasladara al mostrador.

Según el Monitor Ganadero de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), “el precio del asado mostró un comportamiento negativo en el mostrador en el mes de febrero”, en el que perdió 8% con respecto a la inflación mensual. “Se espera que en los próximos meses la carne vacuna no tenga grandes aumentos en el mostrador”, agregaron.

Por otro lado, señalaron, la carne vacuna se abarató respecto al cerdo y al pollo. “En febrero 1 kilo de asado podía comprar 3,13 kg de pollo, un 12,4% menos que en febrero 2023, y 1,40 kg de cerdo, un 2,6% menos que en febrero de 2023”.

En marzo, las subas en los cortes vacunos fueron similares a las de un año atrás

El consumo de carne de cerdo creció. Según explicó a PERFIL Juan Ucelli, consultor de ese sector, “subió poco, pero subió 500 gramos durante el primer trimestre”. Sin embargo, afirmó también, “los productores están perdiendo mucha plata y se hace difícil mantener las granjas”. El problema principal es que mientras “el precio al público bajó entre el 4,5% y el 5%, el precio al productor se redujo un 25%”.

En cuanto a los costos, el balance general es que en el primer trimestre del año aumentaron entre un 3% y un 4%, ya que, si bien sufrieron subas en enero y febrero, en marzo tuvieron una reducción.

El caso del pollo es el que más cierra en los números de la ley de la oferta y la demanda. El consumo se mantiene en 49 kilos por habitante por año, explicaron a PERFIL desde el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas. Los precios crecieron 13,1% en marzo de este año, mucho menos que en marzo de 2023, cuando escalaron un 26,7%.  

La leche es otro de los productos básicos cuyo consumo bajó considerablemente en los últimos meses: según el Observatorio de la Cadena Láctea la caída general fue de un 17,3% en el primer bimestre del año. Para la leche no refrigerada la baja estuvo por encima (el 18,4%), mientras en las leches refrigeradas la disminución en las ventas fue del 10,9%.

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“Normalmente destinamos el 70-75% de la leche al mercado interno y un 25% al mercado externo. Pero, producto de la devaluación fuerte de diciembre, la suspensión de los derechos de exportación para la exportación de lácteos, las retenciones, y a su vez porque habían mejorado un poquito los precios internacionales, se incrementó fuertemente la exportación. La contraposición de esa menor producción con una mayor exportación daría una menor disponibilidad de leche para el mercado interno que podría haber traído algún problema de faltante. Pero, producto de que el consumo cayó mucho, no se notó esa menor oferta”, explicó Jorge Giraudo, director Ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina.

“Obviamente que la caída en el consumo es por caída del poder adquisitivo, fundamentalmente de la clase media, que es la que define los niveles de consumo”, agregó.

La leche aumentó 18,8% en marzo, también por encima de la inflación, por lo que no acompañó la caída del consumo. En marzo de 2023 el incremento mensual del mismo producto había sido del 6,7%.

Otro producto con demanda en baja es el pan. “Las ventas cayeron en el orden del 15% interanual”, señaló a este medio Diego Rubio, de la Cámara de Panaderos y Afines de Rosario. “Tenemos un terrible problema entre costos y precios a los que podemos vender nuestros productos”, afirmó.

Las facturas de la luz sufrieron incrementos de entre el 100% y el 150%, explicó Rubio. Además de la baja en las ventas, también notaron algunos cambios de hábito en los consumidores que todavía siguen comprando. “Antes los clientes llevaban programado, llevaban de más por las dudas. Ahora la gente se cuida, lleva lo justo”, aseguró.

 

“La situación real es que nos vamos descapitalizando mes a mes y que se agudiza en este periodo. Tampoco veníamos bien antes, lo que pasa es que, si uno lo compara con lo que estamos pasando ahora, te parece que antes estábamos diez puntos”, opinó.

Si el consumo sigue en caída y los precios de las tarifas e insumos siguen aumentando, la situación podría complicarse para muchos panaderos, explicó Rubio. Sobre todo después de que pase el invierno, que es cuando debería aumentar la venta. “Es sabido que el 80% de los que cierran pasan a trabajar de manera clandestina, porque de algo tienen que vivir. Entonces se empieza a agudizar otra situación: nosotros hoy tenemos niveles de informalidad similares a los del 2001”, sintetizó.

El pan francés aumentó un 14% en marzo de este año frente a un 10,1% que había aumentado en el mismo mes de 2023.

En este caso se suma otro factor: el Ministerio de Economía eliminó el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, que había sido creado con el objetivo de garantizar un valor de referencia en el mercado interno.

Por Agustina Bordigoni / Perfil