El presidente Javier Milei se juega en la semana que entra el Pacto de Mayo. En los próximos días, el Gobierno les enviará a los gobernadores el borrador final de la Ley Bases y el alivio fiscal tras las reuniones que mantuvo en los últimos días.

La sensación dentro de la Casa Rosada tras el último encuentro con mandatarios provinciales fue: "Los abrochamos". El Gobierno está optimista y cree que la segunda ley ómnibus va a correr un destino distinto que la anterior. 

"Cambiamos la estrategia, Milei tomó otro camino, empezó a hacer política y ahora va a salir", confían a El Destape alrededor del mandatario. El que tuvieron con Juntos por el Cambio fue el último encuentro con gobernadores. ¿Y Martín Llaryora? ¿Y Axel Kicillof? ¿Y Claudio Vidal?

Esos tres son los grandes "enemigos" actuales de Milei. El cordobesismo, por más que quiera, no hay caso. El León los canceló. "No sabemos todavía cuándo lo va a perdonar", afirmaron a El Destape desde el Gobierno. 

También ese grupo lo conforman Gildo Insfrán y Ricardo Quintela, a quienes igualmente destacan en el mileísmo por haber sido parte de la reunión de los gobernadores del norte con Guillermo Francos hace dos semanas. Aunque en esa reunión hubo chispazos con el ministro del libertario. 

¿Estarán el 25 de mayo en la firma del Pacto? En el Gobierno avisan: "Que estén los que quieran estar". Está claro que en esos sectores que responden a esos gobernadores no van a acompañar la Ley Bases. Vidal, de hecho, ya avisó que tiene una agenda en su Santa Cruz el 25 de mayo. ¿Los castigará luego el Gobierno?, es una pregunta que gira en esos lares. 

Desde el Ministerio de Interior saldrá el borrador definitivo en la semana que entra hacia los mails y Whatsapp de los 24 gobernadores y de los jefes de bloque de la cámara de Diputados de todos los partidos políticos. La Ley Bases ingresará por la cámara baja.  

La idea del Gobierno es que ya se debata en el recinto la segunda quincena de abril. Algunos legisladores ven ese plazo como "imposible". Milei quiere llegar a mayo con todo cocinado para tener un 25 sin sobresaltos. 

Sin embargo, aún quedan cuestiones por resolver. El Impuesto a las ganancias es el nudo principal. Allí saldrá una parte importante del fondeo a las provincias. Que se restablece ya es un hecho. La disputa hoy es por los números. 

Descartada la idea del gobierno de poner el mínimo no imponible en 1.200.000 pesos, la puja va entre el 1,5 millón (propuesta del PRO) a 1,8. Y se afina el lápiz para las excepciones: quedaría excluido el personal médico, las fuerzas de seguridad, docentes y además las horas extras. Se trabaja sobre tres puntos: piso, escalas y actualización por inflación. 

Este impuesto genera resistencia en los "duros" del peronismo y en una parte del radicalismo. Kicillof, Insfrán y Quintela se oponen. Y Maximiliano Pullaro también. Este último ya le presentó a Luis "Toto" Caputo un proyecto para gravar a grandes contribuyentes y cobrarles un impuesto a quienes tengan ganancias por arriba de los 3 millones de pesos. El ministro de Economía no acusó recibo.  

Otro frente es quién va a pagar el costo con los trabajadores, con la CGT y además con votantes de Patricia Bullrich que regalaron su voto a Milei y estarán entre los perjudicados. Los gobernadores le tiran la pelota al Gobierno. Y viceversa. En la central obrera ya avisan: "No hay manera de que vuelva Ganancias. Si vuelve, nos van a ver en las calles todos los días". 

La reforma laboral también estará en la Ley Bases. Pero el radicalismo y el peronismo también elaboran un proyecto propio. La CGT, que estaría trabajando también un borrador propio sobre el tema, afirmó a El Destape: "Nosotros no vamos a hacer una reforma que perjudique a los trabajadores". Y contaron que apuntan, sobre todo, a los trabajadores de las plataformas virtuales. 

La Ley va a salir. Los votos para votarla en general están. Pero resta saber la votación particular sobre cada ítem. Esa es una duda que el Gobierno aún no pudo saldar. Ya hay radicales que adelantan que hay cuestiones que no van a apoyar. Por ejemplo la reforma laboral, que la UCR tiene un boceto propio. 

Sobre obras públicas, los gobernadores de JxC pusieron sobre la mesa la situación ya que fue cortada a cero por Milei desde que llegó al gobierno. Plantearon que podían continuar una obra con la condición de que Nación después mandé recursos. La respuesta del Gobierno fue que "se puede analizar continuar obras", como paso previo a un "traspaso" para que "la provincia termine obras de Nación". De todos modos, se especificó que el tema obra pública no formará parte de la ley ómnibus. Aunque sí un foco de conflicto a resolver.  

Y resta saber aun el blanqueo que impulsará el Gobierno. Pullaro pidió ver la letra chica del blanqueo, ya que la gestión santafesina se enfrenta a un fuerte embate del narcotráfico. La intención del Gobierno es evaluar cambios antes de enviar el texto final y encontrar un punto en común. 

Milei entra así a una semana de abril donde se pone en juego el Pacto de Mayo. Con la calle cada vez más caliente, con la clase media cada vez más cerca de la línea de la pobreza y con un FMI duro que, por ahora, no suelta un dólar. 

Por Jonathan Heguier / El Destape