Luego de la segunda derrota legislativa del presidente Javier Milei con la caída del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno apuró los diálogos con los bloques de la oposición en Diputados que no son Unión por la Patria y la izquierda para la nueva versión de la ley ómnibus y el paquete fiscal.

Al igual que con la primera versión de la ómnibus, el gobierno de la motosierra citó a la cúpula del PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) en la Cámara baja para negociar puntos en común y, por lo menos, garantizar una parte de de su plan de desregulación de la economía y desguace del Estado.

En Casa Rosada, el ministro del Interior, Guillermo Francos, recibió a los diputados, primero, del PRO y, luego, de la UCR. Según confirmaron a El Destape desde la cartera nacional, está prevista en la agenda para la semana una reunión similar pero con el bloque Hacemos Coalición Federal que preside Miguel Ángel Pichetto. Desde el entorno de Francos ratificaron que los jefes de bloque cuentan con el borrador del proyecto de ley y señalaron que "es un proceso de diálogo" que, presentadas las sugerencias de la oposición, "va a seguir". 

Al funcionario nacional lo acompañaron  el secretario de Interior, Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el asesor Santiago Caputo. El primero es la mano derecha de Francos, el segundo responde al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el tercero es miembro del minúsculo círculo de confianza de Milei. El hombre del cigarrillo apagado se cuidó de no aparecer en la foto posterior con los diputados del PRO.

La primera reunión que encaró Francos fue con el PRO, el espacio político de la oposición que más alineado está con el proyecto de Milei ya que comparte en pleno las reformas que impulsa. En horas del mediodía en Casa Rosada, llegó el presidente del bloque en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, junto a otros seis legisladores: Diego Santilli, Silvia Lospennato, Luciano Laspina, José Núñez, Silvana Giudice y Damián Arabia.

Según contaron desde la bancada amarilla hicieron un primer análisis del borrador de la ómnibus que la semana pasada le presentaron a los gobernadores. Los diputados del PRO hicieron sus observaciones y sugerencias, pero también llevaron su agenda de proyectos.

El PRO revalidó su voluntad de acompañar tanto el DNU como la ley ómnibus porque varias de las iniciativas allí abordadas coinciden con proyectos propios como es el caso de eliminar jubilaciones para presidente y vicepresidente y declarar a la educación como servicio esencial. También sugirieron cambios respecto de las iniciativas de ganancias y jubilaciones.

Sobre el primero, pidieron que se mantengan las exenciones en el tributo para policías, médicos de guardia y precisar el alcance en el rubro petrolero. Para el segundo punto, el consejo que acercaron es que la reforma de la fórmula por la que se actualizan los haberes sea tratado de manera urgente y por separado de la ley ómnibus.

Según supo este medio, lo tomaron y quedaron en confirmar cuándo lo enviarán. El PRO tiene su propio proyecto y es el de María Eugenia Vidal, que propone que las jubilaciones se actualicen todos los meses en base a la inflación y que sea retroactiva a enero para que esos meses no queden fuera del empalme. La ex gobernadora bonaerense no estuvo presente, aunque estaba previsto. 

El PRO le transmitió al Gobierno que el bloque se mantiene unido y alineado, y se retiró de la reunión con satisfacción ya que la definieron como “muy buena” y “muy productiva”. Ritondo le dejó en claro a Francos y a los otros funcionarios que saben de la urgencia del Gobierno por tener la ley ómnibus y el paquete fiscal antes del Pacto de Mayo por lo que el bloque pretende brindarle al Presidente “las herramientas necesarias para poder gobernar”. 

A las 16 arribaron los radicales: el jefe de bancada, Rodrigo De Loredo y los diputados Karina Banfi, Soledad Carrizo, Pamela Verasay y Luis Picat. Estos le pidieron a Francos que se trate el mega DNU pero espejado en leyes, por capítulos; en aras de evitar una situación de "todo o nada" en la votación del decreto, explicaron fuentes que están al tanto de la vida interna del bloque de la UCR.

Siguiendo el relato de los radicales, Interior les dijo que a la Cámara ingresarán la ley ómnibus con cambios y la del paquete fiscal. De Loredo pidió que la reforma de la movilidad jubilatoria no se discuta en la primera para evitar demoras.

Para esto los boinas blancas ofrecieron que se trate por una vía independiente y le recordaron al oficialismo que ellos presiden la comisión de Previsión y Seguridad Social. Otra solución que De Loredo y compañía le ofreció al Gobierno fue que el capítulo del mega DNU que fue objetado por la Justicia a raíz de la reforma laboral se incluya en la ómnibus. 

Que Banfi se haya quedado con la presidencia de la comisión de Previsión y Seguridad Social fue el resultado de un canje entre LLA y el radicalismo para que se caiga la sesión de Diputados convocada el miércoles por Hacemos Coalición Federal para tratar su proyecto de actualización de la fórmula previsional. Así como Lousteau votó en contra del mega DNU, en la Cámara baja el diputado Facundo Manes y cinco de sus pares no se plegaron al boicot promovido por De Loredo.

El episodio Lousteau - mega DNU fue abordado en la reunión de la gestión mileista y el PRO. Francos transmitió que el Gobierno está tranquilo porque sabían que eso podía pasar. Hubo duras críticas a los radicales que rechazaron su validez, especialmente al ex precandidato a jefe de gobierno porteño. “Quienes se propusieron por el cambio, tienen que votar por el cambio en el Senado”, lanzaron desde el macrismo sobre sus exsocios en Juntos por el Cambio.

Hay una alerta para el oficialismo: la caída del mega DNU comenzó cuando nueve senadores pidieron una sesión para su tratamiento, mientras la vicepresidenta Victoria Villarruel y el titular de Diputados, Martin Menem, durmieron la conformación de la comisión Bicameral competente, la de Trámite Legislativo. En el caso de la Cámara baja, para pedir una sesión especial se necesitan diez firmas.

Por el lado de Hacemos Coalición Federal desconocen que haya en su bloque alguna intención de pedir por una sesión. Distintas fuentes del radicalismo señalan que tampoco incurrirían en eso. Por lo pronto, desde la representación de LLA en Diputados afirman que todavía no hay precisiones sobre potencial quórum o cuentas sobre votaciones. 

Pese este escenario, en la reunión Gobierno - PRO hubo confianza que por la composición de las fuerzas políticas, es poco probable que el mega DNU se rechace en Diputados. Además, no ven que llegue al recinto en el corto plazo porque recién llega la semana que viene y con la proximidad de Semana Santa todo indica que la discusión pasará para abril.

Por Federico Pokorowsky y Lucas Bo / El Destape