La cumbre de gobernadores patagónicos que anticipó el rechazo al DNU

Actualidad - Nacional 15 de marzo de 2024
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La apertura de sesiones del Congreso Nacional, con la sorpresiva convocatoria de Javier Milei a los gobernadores a un pacto refundacional -con la nueva ley ómnibus de la mano-, había dejado la pírrica sensación de un relanzamiento de las relaciones de la Casa Rosada con las provincias. Un apretón de manos que dejara atrás el pasado y que repercutiera en darle al Gobierno los votos que le faltan en el parlamento; de modo inmediato para blindar el DNU y a corto plazo para impulsar la Ley de Bases.

Esa sensación se esfumó la semana pasada en Puerto Madryn, cuando seis gobernadores patagónicos marcaron la cancha, cuestionaron a Milei por fondo y por formas, y dejaron claro que la convocatoria del Presidente no alcanzaba por sí sola. Y trasladaron el descontento al plano parlamentario con la creación del Foro de Legisladores, para buscar posiciones comunes que se hicieron carne en esta sesión especial.

El anfitrión de ese convite, el chubutense Ignacio Torres -designado como presidente del Tratado de la Región Patagónica- los mandatarios de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Santa Cruz, Claudio Vidal; y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, anticiparon lo que ocurrió hoy en la Cámara Alta. Inclusive, fue más contundente que el encuentro del viernes en Balcarce 50, que fue apenas un primer tanteo sin repercusiones.
 
La declaración, que apuntó también a reafirmar la propiedad de los recursos naturales -hidrocarburos y minerales en caja de seguridad- y sepultar una restitución del Impuesto a las Ganancias, fue un cimbronazo que, como se adelantó en este medio, fueron letales para Milei en el Senado. 

Porque los votos cantados de los 33 senadores de Unión por la Patria (UP), requería de cuatro voluntades más, que finalmente fueron 9. En ese lote de adhesiones al rechazo, los legisladores patagónicos fueron clave, con terminal directa a los mandatarios.

José María Carambia y Natalia Gadano de Por Santa Cruz que responden a la fuerza de Claudio Vidal; Mónica Silva, reemplazante en la silla que dejó Alberto Weretilneck para asumir la gobernación en Río Negro; Lucía Crexler, de Comunidad, el sello del neuquino Rolando Figueroa (quien hoy se reunió con Guillermo Francos y Nicolás Posse) votaron en contra del DNU. También Edith Terenzi, de la UCR de Chubut, también se pinto de rojo en sintonía con la posición de Ignacio Torres, el mandatario del PRO. Es decir, cinco de los nueve rebeldes llegaron desde la Patagonia. Inclusive sin Martín Lousteau ni los federales Edgardo Kueider y Carlos Espínola hubiese alcanzado para acertarle el primer tiro al decreto de Milei.

El jueves en Madryn, tras leer un duro comunicado, las cámaras se apagaron cerca de las siete de la tarde, pero se llevó adelante una segunda reunión, menos publicitada: la de los seis gobernadores con los legisladores nacionales que responden a esas provincias. Allí se terminó de cocinar lo que en el lobby del hotel Rayentray era comentado: "En el Senado el DNU no pasa, en Diputados es final abierto". Es que en la Cámara Baja los legisladores respoden más a sus bloques que a los gobernadores, con lo cual ese impacto se reduce.

El malestar en la Casa Rosada también se hizo notar: no le envío a ningún gobernador patagónico el borrador de ley ómnibus que le envío a los del resto del país (expecto los peronistas, también excluidos de la lista de difusión). Una tensión, además, que se trasladará a las negociaciones que restan y que hacen prever un camino lleno de espinas hacia la estación final del recorrido: la firma, tal vez, del Pacto de Mayo.

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