¿Cómo las expectativas irreales impactan en el liderazgo?

Recursos Humanos 27 de enero de 2024
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Un liderazgo efectivo y efectista se caracteriza por la capacidad de inspirar confianza y motivación en el equipo. En este contexto, la máxima “under promise and over deliver” emerge como un principio fundamental. Esta estrategia implica comprometerse inicialmente con expectativas conservadoras y luego superarlas en la ejecución. Adoptar este enfoque no solo evita el riesgo de establecer metas poco realistas, sino que también fortalece la relación entre el líder y su equipo al superar las expectativas iniciales.

Cuando los líderes prometen menos de lo que realmente pueden lograr y luego entregan más de lo esperado, generan un efecto positivo en la moral y la confianza del equipo. Contrastando con la desconfianza que puede surgir de expectativas poco realistas, este enfoque fomenta un ambiente de colaboración y respeto mutuo.

¿Pero qué pasa cuando falla el otro de la balanza de las expectativas del liderazgo? Está claro que generar expectativas en las personas que luego no se cumplen provoca un efecto demoledor en la confianza en el líder y en el compromiso de las personas con la persona que les dirige, pero más demoledor puede ser cuándo el líder basa toda su relación en las autoesperanzas puestas en sus personas y en las expectativas autoconstruidas sobre el entregable de cada persona al proyecto y el papel que deben desempeñar, especialmente cuando estos pensamientos e ideas no son compartidas ni consensuadas.    

En el dinámico mundo empresarial, el liderazgo eficaz es la clave para el éxito. Sin embargo, cuando las expectativas que el líder decide asignar a las personas no se alinean con la realidad, se generan desafíos significativos que afectan tanto a los líderes como a los miembros del equipo.

Desafío 1. Impacto en la Credibilidad del Líder
La credibilidad de un líder se construye en la confianza y la coherencia entre lo prometido y lo entregado. Establecer expectativas poco realistas mina esta credibilidad, ya que los miembros del equipo pueden percibir al líder como desconectado de la realidad o incluso como alguien que busca objetivos inalcanzables para resaltar su propia visión.

Para mantener la credibilidad y el respaldo del equipo, los líderes deben esforzarse por establecer expectativas realistas y alcanzables. Esto implica comprender las capacidades y limitaciones del equipo, comunicarse de manera transparente y trabajar juntos para establecer metas que sean desafiantes pero alcanzables. La gestión efectiva de las expectativas contribuye a un entorno de trabajo positivo y productivo.

Ello provocará la aparición de las tres D´s más destructivas para la relación entre los managers y sus personas:

Desmotivación del equipo: Cuando las metas son demasiado ambiciosas o poco realistas, los miembros del equipo pueden sentirse abrumados y desmotivados. Esto puede conducir a una disminución en la productividad y a un aumento en el estrés.
Desconfianza en el liderazgo: Los miembros del equipo pueden comenzar a cuestionar la competencia y la credibilidad del líder si perciben que las expectativas no están alineadas con la realidad. La falta de confianza puede afectar negativamente la relación entre el líder y el equipo.
Desconexión del equipo: Si las expectativas no son realistas, los miembros del equipo pueden sentir que el líder no comprende los desafíos y limitaciones reales que enfrentan. Esto puede generar una sensación de desconexión entre el líder y el equipo, lo cual es perjudicial para la colaboración y la cohesión del grupo.
Desafío 2. Presión Desmedida en el Equipo
Cuando las expectativas son demasiado altas, la presión sobre los miembros del equipo se intensifica. Esto puede llevar a un ambiente de trabajo estresante, donde los colaboradores se sienten abrumados por objetivos inalcanzables. La consecuencia directa es una disminución en la moral y la motivación.

Desafío 3. Impacto en la Autoestima Individual
Desde la perspectiva de los miembros del equipo, enfrentarse a expectativas poco realistas puede afectar la autoestima y la percepción de su propio rendimiento. La falta de reconocimiento por el esfuerzo invertido puede generar frustración y desmotivación.

Desafío 4. Dificultades para Defender el Rendimiento:
Cuando las expectativas no reflejan la realidad, los miembros del equipo pueden encontrarse en la posición difícil de tener que defender su rendimiento. La falta de alineación entre lo esperado y lo logrado dificulta la presentación de logros y contribuciones reales.

Cuando estos desafíos se enfrentan, la primera pregunta de un observador externo es: ¿Fracaso Individual o Problema de Liderazgo?
Es crucial entender que el incumplimiento de expectativas no es automáticamente un fracaso individual. Más bien, señala un desajuste en la gestión de expectativas y liderazgo. Los líderes deben asumir la responsabilidad de establecer objetivos realistas y apoyar a sus equipos en la consecución de metas alcanzables.

Entonces, ¿cómo Prevenir la Brecha entre Expectativas y Realidad?
Aplica una comunicación transparente: Establecer una comunicación abierta y transparente es esencial. Los líderes deben explicar claramente las metas, desafíos y cambios en las expectativas.
Práctica una comprensión profunda del equipo: Conocer las habilidades individuales de cada miembro del equipo ayuda a asignar tareas de manera más realista y evitar expectativas poco fundamentadas.
Revisa y adapta los objetivos: La adaptabilidad es clave. Los líderes deben ajustar las expectativas según evolucionen las circunstancias, fomentando un enfoque de aprendizaje continuo.
Fomenta una cultura de resiliencia: Construir una cultura que abrace la resiliencia y el aprendizaje transforma los desafíos en oportunidades para crecer y mejorar.
Reconoce y Celebra: Reconocer los logros reales y celebrar los hitos alcanzados fortalece la confianza y la motivación en el equipo.
Un liderazgo Realista para el Éxito Sostenible
El liderazgo efectivo va más allá de establecer metas ambiciosas; implica crear un entorno donde las expectativas sean alcanzables, la comunicación sea transparente y la resiliencia sea un valor central. Al centrarse en estas prácticas, los líderes construyen equipos fuertes y exitosos.

Nota:https://www.rrhhdigital.com/

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