Salarios vs inflación: quién ganará la carrera en 2024, según las previsiones de los consultores

Recursos Humanos 15 de enero de 2024
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Los salarios llevan muchos años corriendo detrás de la inflación creciente y todo indica que en 2024 se repetirá la película, mientras el ritmo de suba de los precios se mantenga a tasa de dos dígitos por mes y la actividad agregada acuse receso.

Según un informe de Gestión Consultores, las empresas locales estiman que harán un ajuste salarial promedio del 22% en enero, 38,6% en el primer trimestre, se ampliará a 64,9% en el primer semestre y complete 190% durante todo el 2024, por debajo de la proyección de inflación que arrojó el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, que la ubicó en 213 por ciento.

De ahí que los especialistas proyectan un inicio de año complicado en materia de ingresos, y si bien anticipan que hacia el cuarto trimestre podría haber una recomposición del poder de compra, advierten que en el mejor de los casos se podrá igualar el salario real que existía en noviembre 2023, antes del fuerte salto inflacionario derivado del sinceramiento cambiario por parte del nuevo gobierno.

Creemos que el 2024 va a marcar el séptimo año consecutivo de caída promedio en el salario real en Argentina, afectando mayormente a los trabajadores informales (Manoukian)
“Creemos que el 2024 va a marcar el séptimo año consecutivo de caída promedio en el salario real en Argentina, afectando mayormente a los trabajadores informales. En ese sentido, estimamos que la historia que vamos a ver es de muy fuerte deterioro desde diciembre y los primeros meses del 2024, hasta que comiencen a aceitarse más las reaperturas paritarias. Ahí el sector privado formal va a ser el más favorecido para ir de a poco recuperando el nivel de salario real”, consideró Santiago Manoukian, economista Jefe de Ecolatina.

“Recién a finales de 2024 el salario real del sector privado registrado va a recuperar los niveles con los cuales estaba terminando el 2023, que ya tenía una pérdida cercana al 20% respecto a hace cinco años atrás”, advirtió.

Paula Pía Ariet, economista y directora de Gestión Consultores, consideró que los salarios volverán a perder la carrera contra la inflación en 2024, sobre todo en aquellos sectores con alto nivel de informalidad. “Sólo algunas actividades tienen mejores perspectivas, como los bancarios o los aceiteros, por ejemplo, que vienen logrando buenos acuerdos paritarios”, comentó.

Sólo algunas actividades tienen mejores perspectivas, como los bancarios o los aceiteros, por ejemplo, que vienen logrando buenos acuerdos paritarios (Ariet)
Según Camilo Tiscornia, economista de C&T Consultores, “Algunos salarios pueden llegar a ganar la carrera a la inflación en 2024, pero cuando se compare el salario real versus el mismo mes del año previo, como se hace habitualmente, va a haber una pérdida fuerte. Es que en diciembre del 2023 hubo una caída muy significativa y para recuperar eso deberá pasar bastante tiempo”.

En concordancia con Manoukian, Tiscornia estimó que recién a fin de año se pueda llegar a recuperar, o en el mejor de los casos superar, el poder adquisitivo que había a finales del 2023.

“Por sectores es difícil saber, pero creo que lo ligado al agro va a tener una recuperación importante, al igual que la parte de energía, aunque siempre es difícil de predecir. Va a haber muchas diversidad en la actualización de los salarios”, sostuvo uno de los directores de C&T.

Punto de quiebre
La carrera entre salarios e inflación dio un giro inesperado a fines del 2023. Santiago Manuokian, explicó cuál era el contexto económico antes de la fecha de quiebre, qué cambió y por qué.

“Uno de los factores más distintivos del año pasado fue el sostenimiento del consumo privado, que se estima creció en torno a 1%, en un año en el que la inflación superó 200%. Resumidamente, dos factores principales explicaron este fenómeno: el primero fue la inexistencia de un vehículo que incentivara a consumir menos para ahorrar -tasas de interés reales en general negativas, expectativa de inflación creciente y poco acceso a una reserva de valor, como el dólar- en un escenario en el que el nivel de ingresos reales se sostuvo de la mano de una dinámica salarial que, hasta octubre, no sufrió, en general, una gran pérdida frente a la inflación”, precisó el economista.

La aceleración de la inflación del último bimestre llevó a que casi la totalidad de los afiliados a los sindicatos lleguen en rojo al cierre del año (Manoukian)
“Esto tuvo lugar a través del acortamiento de la vigencia de las paritarias y sus constantes renegociaciones, que permitieron que los salarios del sector formal sigan de cerca la creciente nominalidad tras los sucesivos shocks que elevaban los pisos de la inflación. El gobierno anterior, ávido de encontrar un andamio para la actividad en la previa electoral vio con buenos ojos este encadenamiento, al costo de imprimir una mayor inercia inflacionaria a lo largo del año”, continuó el economista de Ecolatina.

Así, los salarios formales, con contramarchas, llegaron a octubre a 2023 con relativas buenas perspectivas. “Sin embargo, la aceleración de la inflación del último bimestre llevó a que casi la totalidad de los afiliados a los sindicatos lleguen en rojo al cierre del año”, comentó Manoukian.

“El cambio de gobierno no sólo implicó una fuerte devaluación del tipo de cambio. La corrección de precios relativos también incluye la ‘liberación’ de muchos precios -eliminación de acuerdos, prepagas, combustibles, telecomunicaciones- y el aumento de tarifas de servicios públicos, de las cuales tenemos apenas novedades concretas de los primeros movimientos en el transporte público. Todo este conjunto garantiza varios meses con inflación de dos dígitos. En particular, prevemos que entre diciembre y marzo la inflación promedie 20% mensual”, observó el especialista.

Cómo cerró 2023
Según el relevamiento de Gestión Consultores, el último año cerró con un ajuste promedio del 158,5% en los salarios pagados por las empresas formales de la economía. Las que mejor aumento salarial nominal dieron fueron las firmas grandes (161,9% de incremento anual), seguidas por las medianas (159,9%), las pyme (157,8%) y las micropyme (146,6%). Eso demuestra claramente que el tamaño de la empresa incide directamente en la capacidad de otorgar mejores acuerdos de aumentos, más allá de la actividad en la que se desempeñen.

Teniendo en cuenta el rubro de las compañías, se observan situaciones muy diversas. Según el relevamiento, la agroindustria cerró con un ajuste salarial promedio de 171,6%, mientras que la industria automotriz terminó con 158,2% de aumento entre extremos del año. También fueron relevados el comercio (164,8%), la construcción (123,3%), la generación y distribución de electricidad, gas y agua (157,6%), la industria liviana (162%), la metalmecánica (159%), la minería (168,7%), los servicio (158%), la tecnología (150,1%) y el transporte (153,3 por ciento).

Nota:infobae.com

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