Redes sociales y participación no genuina: el caso de HBO

Actualidad05 de noviembre de 2023
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Una investigación llevada a cabo por la periodista Cheyenne Roundtree, de la revista Rolling Stone, a partir de datos de mensajes de texto revelados por HBO en un juicio no relacionado, permite revelar que la alta dirección de la compañía mantiene y utiliza rutinariamente un «ejército secreto» de cuentas falsas en Twitter con las que responden a críticas de los usuarios, siempre defendiendo a la cadena, y que se comunican rutinariamente para decidir la forma en que se contesta a estas críticas.

El CEO de la compañía, Casey Bloys, ha admitido ser el responsable de esa práctica, ha dicho que fue «una idea muy, muy tonta» que se le ocurrió durante las horas de scrolling en la red social que pasó en su casa en la pandemia, y se ha disculpado. Pero más allá de las disculpas y de lo inaceptable del comportamiento, la realidad es que ese tipo de estrategias se están haciendo cada vez más habituales sobre todo por las enormes facilidades que ofrecen las redes sociales, ansiosas por mostrar algún tipo de crecimiento sea del tipo que sea, para abrir cuentas. En X no hay más que hacer clic en la esquina inferior izquierda de la pantalla del smartphone, algo que se hace muchas veces por descuido, y automáticamente te propone que abras otra cuenta, algo que no tiene demasiado sentido si lo que pretendes es que esas cuentas sean mínimamente genuinas.

El problema, además, es que esto no solo es un comportamiento aparentemente creciente, sino que además, se va a hacer cada vez más sencillo gracias a la llegada de la IA generativa, capaz de crear cuentas falsas, de atribuirles comportamientos y de dotarlas de capacidad para generar textos sobre un tema determinado. Es el llamado astroturfing, así llamado en honor a una conocida marca de césped artificial norteamericana («eres más falso que el Astroturf»), la forma más habitual que gobiernos y otros actores han utilizado para generar actividad no genuina, para tratar de generar estados de opinión y para elevar el coste de la participación en redes sociales a quienes pretenden emitir opiniones discordantes.

La pregunta, lógicamente, es en qué mundo vamos a vivir cuando resulta relativamente trivial para cualquiera, seas el CEO de una cadena de televisión, el director de campaña de un partido o un gobierno extranjero pretendiendo desestabilizar otro país, generar ejércitos de cuentas falsas para ello. Si no tomamos medidas para evitarlo, pronto nos encontraremos con redes sociales en las que las personalidades sintéticas superen a las reales, y con la estúpida situación en la que buena parte de la actividad es generada por máquinas – y además, es utilizada para distorsionar la actividad genuina de las personas.

El caso de HBO es tan solo una prueba más de lo sencillo que es ahora plantearse este tipo de cosas, y de la necesidad de disponer de sistemas que permitan asociar una cuenta a una persona sin necesidad de tener que acceder por ello a sus datos personales o su nombre, simplemente pudiendo comprobar que esa persona es, en efecto, un ser humano único, y es quien dice ser. A partir de ahí, dotarnos de reglas sobre el número de cuentas que una persona debe poder manejar y controlar que la actividad sea realmente genuina es relativamente trivial.

Por otro lado, y simplemente observando las características de esa actividad no genuina, está claro que las compañías que gestionan las redes sociales están haciendo muy poco o nada para ponerle coto: deducir que una cuenta no es real debería ser bastante sencillo desde la posición de quien gestiona la red social, como debería serlo el eliminar rutinariamente las cuentas que llevan a cabo esa actividad.

Mientras, veremos casos como el de HBO a niveles cada vez más sofisticados, y con fines seguramente más siniestros. Algunos, de hecho, hace ya tiempo que tienen artículos propios en Wikipedia…

Nota:https://www.enriquedans.com/2023/11/redes-sociales-y-participacion-no-genuina-el-caso-de-hbo.html

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