Massa observa el estallido opositor y habla de la "confusión" que deben tener sus votantes
Mientras cumplía su agenda del día, Sergio Massa siguió a la distancia la implosión de Juntos por el Cambio en tiempo real y la conversión de su rival Javier Milei en un político que negocia con la "casta", a su entender perdiendo lo que tenía novedoso para la oferta electoral. La idea de Massa es no interrumpir a los adversarios mientras exhiben su fractura expuesta, aunque mantiene su intercambio de mensajes con dirigentes del peronismo macrista y del radicalismo, con quienes lleva una relación de años. La estrategia de Unión por la Patria es exhibirse como la contracara: una unidad sólida detrás de la candidatura de Massa, como ayer mostraron en un encuentro con Axel Kicillof y los intendentes bonaerenses electos y hoy se repetirá en una foto con los gobernadores del oficialismo. Todos ellos actores protagónicos del impactante triunfo electoral del domingo pasado.
"No es un tema que haya seguido. Vi algo en los portales, entiendo que le debe generar confusión a la gente por las contradicciones", deslizó Massa ya pasadas las 21 a los cronistas que lo esperaban a la salida del ministerio de Economía. Luego de las elecciones, el ministro apuntó a mostrarse concentrado en las actividades de gestión y muy sereno cada vez que es consultado por alguna cuestión, la contracara perfecta del desbordado Milei y el estallido público de Juntos por el Cambio. "No es un tema de nuestra fuerza política", insistió Massa. Agregó que no revelaría con qué gobernadores y dirigentes opositores había conversado porque se trataba de conversaciones privadas, pero no desmintió los contactos.
A la par que habla de un gobierno de unidad nacional a partir del 11 de diciembre, Massa no quiere entrar en una mecánica de ofrecimientos de cargos porque interpreta que eso puede ser tomado muy mal por la gente porque intensifica la idea de un acuerdo de cúpulas, de "casta". Todo un giro en la historia, quien ahora entró en esa lógica fue Milei al cerrar un acuerdo reservado y personal con Mauricio Macri y Patricia Bullrich. En el comando de Unión por la Patria entienden que eso, lejos de beneficiarlo, le hace perder el sex appeal que traía como novedad de la política y su mensaje contra la casta, que le había servido para conseguir un nivel de adhesiones sorprendente para una fuerza recién aparecida.
En el encuentro con Kicillof y los intendentes electos volvieron sobre la idea de convertir a la provincia de Buenos Aires en el motor del triunfo nacional de Unión por la Patria. Para eso, así como el domingo fueron a buscar a quienes no habían votado en las primarias de agosto, ahora se trata de ir en busca a quienes optaron por otras fuerzas. Básicamente, a los electores del radicalismo y de fuerzas vecinales, que son fuertes en muchas localidades del interior. La cuestión es que, a diferencia del domingo pasado, el 19 de noviembre no estarán en juego los cargos locales y provinciales, pero hubo un compromiso de redoblar el esfuerzo. "Tanto Axel como nosotros sabemos muy bien que sería un infierno gestionar con Milei como presidente, nuestro esfuerzo está asegurado", comentaba un intendente, reelecto el domingo.
Obviamente, durante la reunión en La Plata sobrevoló la implosión que atravesaba Juntos por el Cambio. "Nosotros tuvimos nuestra interna, ahora le toca a ellos sufrir una mucho peor", afirmó un intendente. Concluyeron que debían esperar a que la situación decantara para ver qué quedaba en pie y recién luego hacer los gestos que se vieran necesarios para sumarlos. "Mucha humildad", adoctrinó Massa. Los términos en los que Gerardo Morales y Martín Lousteau se refieron al acuerdo reservado de Macri y Bullrich con Milei dio para seguirlo "comiendo pochoclo", comentaban. "Ellos abandonaron Juntos por el Cambio", manifestaron los dirigentes radicales, que además opinaron que Milei era quien representaba el verdadero peligro para la democracia.
La UCR, la Coalición Cívica y los gobernadores de la coalición opositora manifestaron neutralidad para el balotaje, marcando una absoluta distancia con la posición de Macri y Bullrich. Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal también se diferenciaron. En los hechos, Juntos por el Cambio quedó roto. Hoy, Unión por la Patria mostrará su cara opuesta en el encuentro de gobernadores en el CFI del que participarán Massa y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro. Massa enumeró una larga lista de cuestiones de gestión y recién como último ítem el análisis del panorama electoral. Pero todos los temas de gestión tienen que ver con el período 2024-2027, con Massa ya funcionando en los hechos casi como presidente electo. Mientras tanto, observa desde su oficina el incendio opositor.
Por Fernando Cibeira / El Destape