Paco el trambólico

Recursos Humanos 02 de mayo de 2023
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Toda historia comienza y toda historia acaba, e incluso cuando crees que ha acabado y nunca va a volver, pues vuelve…todo vuelve… y, en esta historia, nuestro personaje (Paco) -que se dedica a la Dirección y Gestión de las Personas de una organización- comienza con un dilema en el ejercicio de sus quehaceres que le hizo dudar de su profesión, y esto ocurrió hasta que encontró la solución: la práctica del “Trambolísmo”.

La causa del dilema fué una interiorización de una fuerte sensación de olvido individual y departamental pues, tanto él como su equipo, eran los primeros y los últimos en responder los problemas de tod@s, teniendo que gestionar (o prevenir) las emociones o los problemas de las personas en momentos de gran incertidumbre (tanto los problemas que afectaban de forma individual a las personas de la organización como los que afectaban al colectivo). Paco identificó un “agotamiento emocional” que, por otra parte, también identificó en sus compañeros/as de profesión de otras organizaciones. Tenía que ponerle nombre a lo que sentía (olvidado y agotado emocionalmente) para facilitar su gestión, y éste era el de “Fatiga por compasión”

En su experiencia, Paco, ya había podido “disfrutar” y gestionar, de la mejor manera posible, algunos de esos momentos de incertidumbre individual y/o colectiva (con actitud y resiliencia máxima) por lo que, a causa de la práctica continuada de ello, Paco proyectó su propia carrera profesional, vaticinando que “seguro que vendrían más momentos de incertidumbre” y con ello, probablemente, sentiría más “fatiga por compasión”. Paco llegó al origen del DILEMA: “¿Quién se preocupa de los que se preocupan por los demás?”.

Ante este dilema Paco pensó en posibles soluciones como el de encomendar al Departamento de I+D+i la creación del “botón de pausa para los problemas” y que estuviera a nivel del “botón de generación de nóminas”, así que les insistió apasionadamente.

Mientras que la difícil tarea encomendada se desarrollaba por el Dpto I+D+i, Paco, casi sin saberlo, encontró la INSPIRACIÓN dónde menos lo esperaba: Entreteniéndose viendo videos en la red junto a su mejor y preferida persona.

El Video inspirador: “Estaba Trambólico….Voló, me hizo volar y yo volé de él”… ambos rieron y rieron, encontraron justo lo que buscaban, su momento de desconexión cuando justamente se necesitaba. ;)

Al poco tiempo, un día cualquiera, Paco, ya en sus “quehaceres” profesionales, cuando (una vez más y junto a su equipo) gestionaba respuestas y soluciones tanto a las preocupaciones individuales como colectivas y, visto que el Departamento I+D+i se retrasaba un poco en la encomienda del “botón de pausa para los problemas”, pensó en que necesitaba “acuñar” una herramienta alternativa que le ayudase y, a la misma vez, “calase” en la organización en momentos de gran incertidumbre, por lo que sabía que, para asegurarse (en parte) el éxito necesitaba darle un nombre atractivo y marketiniano a esa nueva “herramienta”… nació la denominación entonces (acuciada por el video inspirador): las Ideas Trambólicas.

Paco tenía ya el nombre de la herramienta (Ideas Trambólicas) el dilema (“¿Quién se preocupa de los que se preocupan por los demás?”) y el problema (gestionar -o prevenir- las emociones o los problemas de las personas de su organización en momentos de gran incertidumbre).

Tocaba ahora el construir y diseñar la herramienta con buenos cimientos, por lo que Paco sabía que las ideas Trambólicas deberían de ser innovadoras, un poco locas (¿y por qué no?) y atractivas para hacer honor así a su nombre. A todo lo anterior se le unía otro ingrediente básico, las ideas Trambólicas necesitaría de muy poca inversión y grandes posibilidades de un retorno prometedor (regadas con un gran convencimiento de su promotor) por lo que había que minimizar el riesgo ante un posible fracaso en el uso de esta herramienta… las ideas Trambólicas necesitan de “Poca inversión, Gran Retorno”… Lema ideal para negociarlo a nivel de Dirección regadas con las mejores técnicas comerciales que Paco pudiera desarrollar.

Lo más importante de todo, el último ingrediente, las ideas Trambólicas podría ser las mejores del Mundo, pero Paco sabía que, sin comunicación interna efectiva, poco alcance y retorno iban a tener, por ello, cualquier idea “trambólica” que se precie necesitaría de un buen plan de comunicación (que sea igual de efectivo en la comunicación formal, informal, vertical y horizontal) por lo que, para garantizarlo y hacerlas virales dentro de la población de alcance, Paco necesitaba de socios (los “influencers” de la organización).

La tarea de convencer a un socio influencer es difícil, sin embargo Paco sabía (y necesitaba) que para convencerlosdeberían de ser partícipes en el desarrollo y consecución de la idea Trambólica, por lo que necesitaba que cada una de las ideas Trambólicas fuesen REALIZABLES y con una gran dosis de REALISMO = ALCANZABLES (al igual que los objetivos estratégicos que tanto había desarrollado en las Políticas de salario variable). 

Para lograr el alineamiento de sus socios a la práctica del trambolísmo, Paco debería de proponer estas ideas una vez conocidas tanto las capacidades de la organización como las habilidades de sus posibles socios. El objetivo: que los socios influencers practiquen el trambolísmo con él para el desarrollo de la idea “trambólica”, haciéndolas suyas, convirtiéndola así, de IDEA a HERRAMIENTA (evolucionando como los Pókemon).

Paco, cuidaba cada detalle, debería de elegir el lugar de la puesta en escena de la propuesta a los posibles socios influencers de las ideas “Trambólicas” (innovadoras, un poco locas y atractivas) y ese lugar no era su despacho (demasiado formal) …..debería de elegir otro campo para negociar el alineamiento como, léase: la cafetería, frente a la máquina del sándwich de emergencia ante un inesperado alargamiento de la jornada, en el camino hacia el coche cuando da el solecito, en el primer cafelito del día…, cada uno sabe y es conocedor de estos otros sitios de negociación. 

Tanto los socios de Paco como él, deberían de practicar el Trambolismo para que aportasen soluciones (con la idea trambólica desarrollada y ejecutada) tanto al dilema (“¿Quién se preocupa de los que se preocupan por los demás?”) como al problema que lo generaba (gestionar -o prevenir- las emociones o los problemas de las personas en momentos de gran incertidumbre).

En el inicio de esta historia, Paco tenía un dilema que le hizo dudar de su profesión, sentía un “Agotamiento emocional” al ser él, junto con su departamento, quienes se preocupaban de los demás en tiempos de incertidumbre (individual y/o colectiva) sin percatarse de que también deberían de preocuparse por ellos mismos. La falta de esta ocupación suponía en Paco, y en su equipo, algunos síntomas como problemas de falta de sueño, hipervigilancia, ansiedad, depresión, aislamiento, negatividad, apatía, mayor irritabilidad,… 

Las soluciones a este “agotamiento emocional” (denominado como “Fatiga por compasión”) pasaban por la creación del “botón de pausas a los problemas” que fue encargado al Dpto I+D+i, o pasaban por otras soluciones más radicales, como el estudio de una posible jubilación anticipada o un cambio de profesión… Así, y cuando menos se esperaba, llegó la inspiración….las ideas trambólicas….que resultó finalmente la única que garantizaba la continuidad en la profesión ante el posible fracaso del Dpto I+D+i. 

Querido lector, si sientes lo mismo que Paco, ¡¡¡al ataque, practica el Trambolísmo, contigo mismo y con tu Equipo!!!.. saca a la luz de una vez por todas esas cosas que tienes en el cajón y desarróllalas (y por qué no?). Identifica a tus socios para cada idea Trambólica y, quizás, le encontrarás más sentido a tu profesión: la de AYUDAR a las PERSONAS de tu ORGANIZACIÓN a la vez que te AYUDAS a ti mismo y a tu departamento…. y, si encima, lo compartes con tus colegas de profesión (Genial!!!)….

“Tengo una idea Trambólica” –te dice Paco-: “todas las PERSONAS al centro de la organización (incluso las PERSONAS del Departamento de Recursos Humanos o Dirección de Personas). ¿La trabajamos juntos?”.

Nota:https://www.rrhhdigital.com/editorial/157846/

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