Elecciones 2023: Massa niega ser candidato, pero suma gestos y fotos de presidenciable

Actualidad - Nacional 09 de febrero de 2023
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Con un frente económico todavía endeble y ante el riesgo de un recalentamiento de la inflación y la falta de certezas del futuro del Frente de Todos, Sergio Massa acumula gestos y fotos como presidenciable aunque insiste (por ahora) en que no será candidato. Ocupado en contener la suba de precios, confía en que el índice inflacionario continuará en el sendero decreciente y no abandona la idea de que entre abril y mayo estará debajo del 4%. Para esa época, se espera que oficialice si juega o no este 2023, mientras que defiende la conformación de una mesa política para delinear la estrategia electoral del Frente de Todos, apurar la definición de posibles candidaturas como las del presidente Alberto Fernández y alentar una interna competitiva.

“Gestión, gestión y gestión”, repite Massa ante cada interlocutor que le consulta qué hará este año. Mientras pide bajar el tono de la pelea dentro de la coalición oficialista, con las cifras de inflación de abril y mayo el ministro tomará una decisión definitiva. El 7,3% de inflación de la Ciudad de Buenos Aires para enero encendió las alarmas junto a las expectativas del mercado que arrojan para el mes pasado como para febrero una suba de precios arriba del 5,5%. En Hacienda saben que la economía manda y, si no hay resultados del plan económico que se traduzcan en recuperación del poder adquisitivo, será difícil conseguir una victoria en las urnas. “Si a Sergio no le va bien, el que vaya pierde”, aseguraron en su entorno.

Por eso, la inflación es el principal condicionante de la candidatura de Massa. En la coalición oficialista, salvo algunas voces y el interés de Alberto Fernández de ir por cuatro años más, hay un reconocimiento al trabajo hecho por el ministro en materia económica y para desactivar la expectativa de hiperinflación que alentaron algunos sectores en agosto pasado cuando asumió. Si bien logró reducirla, la suba en las últimas semanas del rubro alimentos, dentro del cual la carne tiene alta incidencia, generó un llamado de atención en el plan de estabilización que trabajan en el Palacio de Hacienda.

Por eso, días atrás anunció la ampliación de Precios Justos a más de 480 empresas y más de 49.900 productos con una pauta de precios promedio que baja del 4% al 3,2% mensual y que estará vigente desde febrero hasta el 30 de junio. La novedad es que incluye artículos de la canasta escolar y un tope a las cuotas de los colegios privados. La postal elegida en Centro Cultural Kirchner lo mostró rodeado de la CGT, con quien mantiene buen vínculo tanto con Héctor Daer como con Pablo Moyano, y con empresarios de 15 sectores entre los que se destacan consumo masivo, textiles, medicamentos, hogar y construcción, insumos industriales y pequeños electrodomésticos.

Esa agenda económica a la que le dedica la mayor cantidad del día y que pretende que se recuperen los salarios de los trabajadores, la combina con encuentros políticos que lo exhiben como un dirigente de diálogo y unidad con las distintas tribus de un Frente de Todos fracturado. Al acto comentado más arriba, desde que comenzó el año se mostró con empresarios, ministros del Gabinete y 11 gobernadores, entre los cuales uno es de Juntos por el Cambio: Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y el radical Rodolfo Suárez (Mendoza). Salvo en Catamarca y Buenos Aires, el resto de las provincias desdoblaron sus elecciones de la nacional.

La excusa para generar esos encuentros con la mayoría de ellos obedece a sumar a las provincias al financiamiento CreAr Inversión PyME para impulsar a los sectores productivos estratégicos. En cada reunión los mandatarios reciben un auspicioso panorama de cara a los próximos meses. A diferencia de la “ola amarilla” que se vaticinaba en el interior meses atrás para las próximas elecciones”, en Economía consideran que con el pleno empleo en la mayoría de las provincias y el sostenido ordenamiento macroeconómico proyectan una “expectativa positiva en términos electorales”.

Ese plan de estabilización sufrió un intento de golpismo financiero por parte de Juntos por el Cambio esta semana. Los distintos socios de la alianza opositora, que atraviesan un problema de liderazgo, cuestionaron el endeudamiento en pesos y pusieron en duda su pago si logran llegar al Gobierno. Nada dijeron del endeudamiento que generaron en cuatro años, como el préstamo de 44 mil millones de dólares del préstamo del FMI. El encargado de cruzar a los economistas de la oposición fue el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, quien los desafió: "¿Que tal si dicen que de ninguna manera piensan reperfilar?"

Lo que evalúan en el equipo de Massa es que el ataque de JxC obedece a que perdió el centro político de agosto para acá por el plan económico de Massa que fortaleció las reservas del Banco Central y cosechó acuerdos con sectores empresariales y el campo. “Ese ordenamiento permitió que el Frente de Todos esté competitivo electoralmente”, apuntaron.

Además de esas reuniones de gestión, también se mostró con la mesa del Frente de Todos bonaerense para reclamarle al presidente Alberto Fernández que convoque ese mismo espacio a nivel nacional. Rápido de reflejos, el Presidente la organizó para el 16 de febrero y este martes organizó un encuentro previo con ministros e intendentes de ese territorio, aunque sin presencia kirchnerista. Según supo El Destape, Massa apuntó que, en el marco de la discusión de la estrategia electoral, es necesario que Fernández defina si irá o no por la reelección y que se habilite la competencia en unas PASO. De acuerdo a la reconstrucción del intercambio que hizo este medio, el ministro aseguró que su eventual postulación no es excluyente y que no tiene problema en competir contra otro dirigente del espacio. Por su parte, el Presidente se mostró preocupado por el desánimo dentro de la coalición, llamó a dejar de tirar “tiros a los botes” a sus compañeros de espacio y no consideró necesario apurar una decisión al respecto. “No me corran con que tengo que definir ahora”, reclamó y aseguró que trabajará para que el Frente de Todos gane en todo el país.

Massa, sentado a la derecha de Fernández, reiteró ante la mirada de sus pares Victoria Tolosa Paz, Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti que es "incompatible” ser ministro de Economía y candidato a Presidente y se encargó de detallar cuáles serán las próximas acciones de su gestión. Lo mismo había dicho la semana pasada en el encuentro que se realizó en Merlo y del que participó Máximo Kirchner y el ministro “Wado” de Pedro, entre otros dirigentes que responden a Cristina Kirchner. No había ningún dirigente del albertismo.

En la cena que se hizo en Olivos también estaban intendentes como Mario Secco (Ensenada), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Andrés Watson (Florencio Varela), Julio Zamora (Tigre), Juan Zabaleta (Hurlingham), Lucas Ghi (Morón), entre otros. En uno de los núcleos de debate que tuvo esa cena los jefes comunales le plantearon al Presidente y a los miembros del gabinete problemáticas vinculadas a las partidas presupuestarias que reciben los municipios y que no permiten el avance de la obra pública. También destacaron que se triplicó el gasto social para atender a los más vulnerables y le consultaron al titular de Hacienda si tiene pensado medidas destinadas a mejorar los ingresos de los sectores medios y bajos. Massa aceptó los planteos, resaltó que se mejoró dos puntos la redistribución del ingreso, destacó la herramienta de las paritarias libres, pero también advirtió: “Todos tienen mi teléfono, los problemas de plata que puede tener un municipio no se discuten en reuniones que salen en los diarios”.

Más allá de ese intercambio, en Olivos, Massa también destacó que en los próximos meses se encarará un proceso de desendeudamiento para estabilizar los dólares financieros y que “la pelea contra la inflación será clave para la recuperación del ingreso”. Asimismo, advirtió que “el exceso de pesos” emitidos para atender las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania “atenta contra la estabilización definitiva”, lo que anticipa medidas que continuarán enfriando la economía con el desafío de que eso no impacte en la generación de empleo.

Otro tramo de su exposición estuvo dedicado a contestarle a Juntos por el Cambio y su intento de golpismo financiero al querer instalar la idea de que el gobierno nacional dejará una “bomba económica”. Para el ministro “van a jugar a desestabilizar” y que detrás de esa estrategia está Mauricio Macri, a quien acusó de querer “empujar el caos". Su idea de acordar una serie de políticas que se prolonguen en el tiempo quedó trunca por el momento porque asegura que en Juntos por el Cambio “no hay jefes” sino “tribus en disputa”.

Mientras Massa realiza sutiles movimientos de presidenciable sin ser oficialmente candidato, su propia tropa realiza reuniones y se organiza de cara a la campaña. En diciembre hubo tres reuniones seccionales en la provincia de Buenos Aires. Las mismas se realizaron en el interior, en la primera y en la tercera sección del conurbano. El mensaje que recibió el Frente Renovador es que hay libertad para que cada dirigente aliente su propia candidatura en los distritos que sean o no gobernados por el Frente de Todos. Si Massa finalmente es candidato y se producen los alineamientos de los intendentes oficialistas, en el massismo dan por descontado que habrá acuerdo para una lista única. En febrero, esos encuentros se intensificarán y se producirán en todo el territorio bonaerense, bastión clave para que el peronismo sueñe con una victoria electoral.

El Destape

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