En 2017 Julián Lanzillotta fabricó su primer asador. Era una estructura artesanal de hierro soldado que contaba con parrilla, brasero, plancha y una cruz. Tardó ocho meses en cristalizar su idea con una ardua tarea de investigación de por medio. Hoy, cinco años después, ese hobby se transformó en un emprendimiento con fábrica propia y exportaciones a más de 40 países. A su vez, Fuegos JL, el nombre que adoptó, también se convirtió en el proveedor oficial de asadores para la selección argentina en el Mundial de Qatar 2022.

"En muy poco tiempo me explotó un bombazo", resume Lanzillotta. Durante toda su vida tuvo una ferretería industrial y en uno de sus locales armó un pequeño taller personal. Ahí le gustaba armar muebles y otros objetos para su casa. 

Otra de sus pasiones era cocinar, pero el viento solía atentar contra uno de los momentos claves del asado: hacer el fuego. "Un amigo se compró un carrito para nenes y cuando vi las ruedas me di cuenta que podía estar bueno para moverlo según cómo esté el viento", recuerda. Entonces puso manos a la obra.

Recorrió chatarreros y vendedores hasta que encontró unas ruedas antiguas de una sembradora de campo. Fueron ocho meses de trabajo soldando y armando la estructura hasta que finalmente logró su cometido. 

Para festejar subió una foto a su Instagram personal y rápidamente sus amigos del club donde jugaba al rugby le pidieron uno para disfrutar el tercer tiempo. Ese segundo asador revolucionó a los socios y a los pocos días tenía cientos de pedidos. "Pasaron unos días y, como seguían llegando mensajes, me di cuenta que había potencial. Nunca pensé que iba a hacer un negocio con esto".

DE HOBBY A EMPRENDIMIENTO
La inversión inicial fue una soldadora y un logo para su cuenta de Instagram profesional. La primera semana vendió 20 unidades. Por intermedio de su pareja conoció al basquetbolista Nicolás Laprovittola, quien subió una foto del asador a sus redes y multiplicó los pedidos. 

Luego llegó un pedido desde Locos x el Asado y a través del boca a boca ingresó al círculo futbolero. Les vendieron productos a Fernando Cavenaghi, los mellizos Funes Mori, Rolando Schiavi, Enzo Pérez, Sebastián Battaglia y Martín Palermo, entre otros.

Sin embargo, se generó un cuello de botella. Hacían 10 asadores por semana y vendían casi 200 por mes. "Empecé a sumar gente a la fábrica y compré maquinaria. Fui profesionalizando la producción", comenta Lanzillotta. Cerca de 40 personas trabajan actualmente en Fuegos JL, que se mudó de General Rodríguez a una planta más grande en Moreno. Hoy vende 400 unidades por mes en promedio, de las cuales alrededor de 100 se exportan al exterior.

DE EXPORTACIÓN

El negocio exportador surgió en 2020 en los Estados Unidos. "Un amigo vivía en Texas y me dijo que allá había potencial para llevar el producto. Fui en enero y en mayo ya estábamos vendiendo", indica. Ahí, en 2021, le vendieron a Emanuel Ginóbili. Luego se expandieron con envíos a España y el Reino Unido.

Fuegos JL vende a través de distribuidores y en su tienda oficial. Dentro de su portfolio aparecen desde asadores hasta hornos, parrillas y accesorios, como provoleteras, cazuelas de acero fundido y tablas personalizadas. Todos sus productos llevan el nombre de personajes de la serie Vikings, no obstante la estrella es Floki, un asador de 250 kilos que cuesta $ 405.000. El precio del resto de los productos parte desde $ 60.000, mientras que los fogoneros valen entre $ 36.000 y $ 57.000.

SU PROPIO MUNDIAL
El asado no podía faltar en el bunker argentino en Qatar para poder sentirse como en casa. Por eso la AFA salió a buscar quién le provea de parrillas para llevar a su expedición mundialista. Lanzillotta armó un diseño, les pasó un presupuesto y le ganó la carrera a otras diez propuestas. "Teníamos diez días para producirlas así que nos encerramos en la fábrica todo el día para llegar", señala.

La Albiceleste cuenta en su quincho con un Floki y cuatro parrillas que armaron exclusivamente para esta ocasión. "Ellos me pidieron un brasero, pero les mandé mi producto estrella por si algún jugador se anima a usarlo", comenta. Tras la repercusión generada por las fotos que subieron los jugadores a sus redes, el emprendedor planea lanzar el producto en su tienda. "Estamos diseñando esas mismas parrillas para uso familiar y se va a llamar modelo Qatar", detalla.

Más allá del proyecto mundialista, Fuegos JL también se encuentra diagramando su expansión para poder cumplir con la demanda que tienen. "El mercado interno es muy grande y lo estoy abriendo despacio. Estoy buscando un galpón más grande y comprando maquinaria", apunta. Será un desembolso de u$s 400.000 para alcanzar una producción mensual de 1500 unidades. El plan, espera, se cristalizará en seis meses.

Nota:apertura.com