Llegó desde Italia, trabajaba en el ferrocarril, pero su cara es sinónimo de pastas en la Argentina: la historia de Don Vicente

Historia 09 de julio de 2022
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Su cara inmediatamente remite a la pasta de los domingos. Pelo canoso peinado hacia un costado, bigote tupido y mirada fija en el horizonte. Anteriormente se lo veía siempre de traje oscuro y corbata al tono. Ahora lleva una impecable chaqueta de chef que busca expresar el sabor fresco y casero de sus fideos. Don Vicente no solo es una de las marcas más conocidas del rubro fideero sino que también es toda una personalidad en Mar del Plata.

Fettuccine, tirabuzones, casereccia, tallarines y moñitos. Todos ellos forman parte del portfolio de esta marca de pastas al huevo que asegura mantiene la esencia que Vicente Fagnani plasmó cuando fundó su fábrica en agosto de 1912. Desde 1999 está en manos del holding Molinos Río de la Plata, que pertenece a la familia Perez Companc, sin embargo la firma comenzó a escribir su historia mucho tiempo antes.

LA HISTORIA DE VICENTE
Fagnani nació en el sur de Italia, más precisamente en Trivento, ubicada en la provincia de Campobasso. En 1890 emprendió viaje rumbo a la Argentinaen búsqueda de un futuro más próspero. Y si bien tuvo varios idas y vueltas a su tierra natal, finalmente se instaló en Mar del Plata.

Según consigna el blog Fotos Viejas MDP, don Vicente Fagnani empezó trabajando en la extensión de las vías del Ferrocarril del Sud y alquilaba una pequeña pieza en un conventillo para obreros y empleados. Cuando tuvo suficientes ahorros compró un lote en Bolívar y La Pampa donde construyó su casa.

Pero su flamante propiedad no era solo su vivienda, sino que también se convirtió en taller para que Fagnani diera rienda suelta a su verdadero oficio: la elaboración de pastas. Cinco años después de comenzar su emprendimiento, en 1917, viajó a la Exposición Internacional del Trabajo, la Agricultura y la Alimentación en Milán y recibió una medalla dorada por sus fideos caseros. Eso impulsó su emprendimiento y decidió hacerlo crecer.

ES HORA DE EXPANDIRSE
En 1923 invirtió en máquinas modernas y mudó su centro de producción a la calle Neuquén, a metros de la avenida Luro. Resultaba una locación ideal ya que se encontraba enfrente de la estación de tren por lo que Fagnani podía enviar su pasta a Buenos Aires. Hoy, a casi 100 años de su inauguración, la fábrica de Don Vicente aún se encuentra ubicada en el mismo lugar.

Sus hijos continuaron el legado de su padre y para homenajearlo bautizaron a la marca con su nombre. Don Vicente se posicionó en las góndolas como una marca premium y se hizo un lugar en los almuerzos familiares de los argentinos. 

A fines de 1999 Molinos Río de la Plata pagó cerca de $ 20 millones para quedarse con Fagnani Hermanos, según indicó La Nación en ese momento. Varios de los descendientes de Fagnani continuaron trabajando en la empresa y algunos incluso permanecieron ahí hasta hace algunos años.

Nota: apertura.com

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