Ni Milei ni Melconian: hace falta un plan diferente

Economía 05 de junio de 2022
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Siempre es bueno y necesario que los planes económicos partan de una concepción global. Es esta concepción la que le da sentido, inspira y da coherencia al conjunto y a cada una de las políticas que lo integran. Un Plan económico sin una concepción global no ofrece una guía clara y certera a los factores económicos de la producción, lo que inevitablemente termina generando incertidumbre y descontrol de las expectativas; además, a medida que aparecen los problemas, al no existir una orientación general que asegure la coherencia de las políticas que se van adoptando, se termina generando extensas contradicciones.

Al mismo tiempo, nuestro país ha llegado a una profundidad tal en sus problemas económicos y sociales que no acepta más programas parciales o dirigidos exclusivamente a salvar algunas situaciones particularmente críticas, tal como lo hace el Programa recientemente acordado con el FMI. Este acuerdo, aceptado por muchos como un mal menor, lleva irremediablemente a agravar los problemas y a crear una mayor frustración. 

Las alternativas fundadas en concepciones globales que se le presentan a nuestro país para emerger de una de las más graves crisis de su historia son pocas y conocidas: descartados los planes de base marxista que no tienen sustento ni político ni social y que han demostrado su fracaso en cualquier lugar donde fueron implementados, quedan los que se pueden originar en la Social Democracia, en el neoliberalismo o en la Doctrina Peronista. Pero la Social democracia al haber abandonado el marxismo y no tener una construcción económica propia, es tributaria del Neo liberalismo. Es así que la Social Democracia ofrece apenas un neoliberalismo disfrazado con intentos redistributivos los que, al no tener una base productiva firme, pierden rápidamente el efecto que quieren lograr. Es decir, la social democracia es un intento de neoliberalismo edulcorado.

En cuanto al Neoliberalismo, las alternativas hoy van desde las propuestas de Javier Milei que representan un neoliberalismo ideologizado o las de Carlos Melconian que podríamos definir como un neoliberalismo pragmático. Pero el neoliberalismo ha demostrado también, que, por un lado, nunca ha tenido éxito en nuestro país quienquiera que sea que haya intentado aplicarlo, desde Martínez de Hoz hasta Cavallo y, por otro, no da respuesta a las profundas ansias de progreso social de nuestro pueblo. 

Además, la situación internacional ha cambiado en profundidad y ya no están vigentes ni el consenso de Washington ni la ideología de la globalización que caracterizaron al mundo en los 80 y dieron un pretendido sustento material e intelectual a este tipo de políticas. 

Así que quedan los programas económicos fundados en la doctrina peronista. Un equipo de economistas del partido Principios y Valores y otro grupo de economistas vinculados históricamente al peronismo han venido trabajando en tal sentido, hasta completar un Macro Plan. 

El objetivo fundamental del Plan es asegurar de forma permanente el Bienestar del Pueblo y la grandeza de la Patria. Todas las políticas se diseñaron basadas en los principios rectores del justicialismo: la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, así como la tercera posición que implica el rechazo a la lucha de clases propugnándose la armonía entre el capital y el trabajo y el concepto de comunidad organizada que da origen y sustento al Acuerdo Social denominado en nuestro Plan, Acuerdo Magno. 

Estos principios dieron forma y contenido al Plan y a las tres políticas básicas de la planeación económica: la política fiscal, la monetaria y la de ingresos. La base y condición esencial del Plan, que consta de más de 50 medidas a aplicar en todos los ámbitos, es la consecución de los superávits gemelos; sin ellos no habría ninguna posibilidad de lograr la estabilidad en los precios y el crecimiento sostenido con justicia social, simplemente, porque las políticas que se implementen no podrían mantenerse en medio de la inestabilidad que se crearía por la vigencia de los déficits fiscal y externo. Todas las políticas, entonces, fueron diseñadas para posibilitar esos superávits, la estabilidad de precios y el desarrollo sustentable.

Ámbito Financiero

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