Abrieron la Bóveda del Juicio Final en el Ártico: qué enigmas se esconden para afrontar un Apocalipsis

Actualidad 27 de mayo de 2022
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La Bóveda del Juicio Final, emplazada en el archipiélago de Svalbard (Noruega), en pleno Ártico, tiene por objeto conservar la biodiversidad agrícola ante el impacto de una posible catástrofe motivada por el cambio climático o el impacto inminente de un meteorito. Este lunes se abrieron las puertas de la Bóveda para abastecer los bancos de semillas con unas 22 mil muestras que provienen de distintos países, según confirmó el Gobierno noruego.

Este "Arca de Noé" vegetal contiene alrededor de 1.125.000 semillas, con casi 5.500 especies y 89 bancos de genes, según datos oficiales de la organización.

Lo notable fue que este lunes el Banco Mundial de Semillas, que pertenece a la isla de Spitsbergen, en el archipiélago de Svalbard, recibió 22.000 nuevas muestras, provenientes de distintas regiones del mundo, con el propósito de preservar las especies.  
La Bóveda del Fin del Mundo es administrada por la organización internacional Crop Trust, junto con el Centro Nórdico de Recursos Genéticos y el Gobierno de Noruega.

Cómo es la plataforma digital donde se puede identificar la biodiversidad

De este modo, los bancos de genes de Sudán, Uganda, Nueva Zelanda, Australia, Alemania y el Líbano colocaron en la Bóveda varios tipos de semillas (mijo, sorgo y trigo) para renovar las colecciones, según el informe difundido por RT.

Afirman que el Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas, que sustrajo semillas en 2015, 2017 y 2019 por los daños ocasionados por la guerra en Siria, así como también de los depósitos ubicados en el Líbano y Marruecos, colocará en el banco unas 8.000 nuevas muestras.

La misteriosa Bóveda
La sofisticada instalación fue construida en 2008 en el interior de una montaña del Ártico, elevada a 130 metros sobre el nivel del mar para asegurar que el suelo permanezca seco.

Otra de las particularidades de esta construcción enigmática es que se encuentra en uno de los territorios con menos actividad sísmica del mundo, lo cual se conjuga con el frío extremo, generando así condiciones que permitirían la conversación de especies vegetales incluso sin electricidad.

La consigna que inspiró el proyecto fue conservar la biodiversidad agrícola del planeta.

Por este motivo la comunidad científica almacena en la Bóveda semillas congeladas de los cultivos más importantes del mundo, con el propósito de aislar este material genético de "un posible colapso" motivado por desastres naturales, guerras u otras circunstancias de índole catastrófica.

 Nuevas variedades de semillas
Las colecciones de la Bóveda ofrecen el beneficio adicional de mejorar genéticamente las plantas y desarrollar nuevas variedades de cultivos, lo cual es especialmente significativo ante la perspectiva de escasez de recursos.

Las puertas del depósito se abren solo unas veces al año para reducir al mínimo la exposición y el contacto de sus bancos de semillas con el mundo exterior.

Se estima que la Bóveda se abrirá nuevamente este año a comienzos de junio y a finales de octubre.

¿El futuro de los alimentos?
Anne Beathe Tvinnereim, la ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, resaltó el importante rol de la Bóveda en el suministro de alimentos. "Que la colección de semillas destruidas en Siria se haya reconstruido sistemáticamente demuestra que la bóveda funciona como un seguro para el suministro actual y futuro de alimentos", advirtió la funcionaria, citada por Reuters.

El cambio climático dañino sostenido en el tiempo tendría un impacto directo en el suministro de alimentos, ya que los científicos advirtieron que cerca del 40% de nuestras calorías provienen de tan solo tres cultivos principales: el maíz, el trigo y el arroz.

Nota: https://www.perfil.com/

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