







La situación crítica de la economía real viene quedando expuesta, en las últimas semanas, con caídas de empresas de todo tipo y color y niveles crecientes de despidos, que hasta ahora no se habían visto en tal magnitud. En paralelo, sectores ideológicamente afines al presidente Javier Milei empezaron a advertir que, una vez más, el gobierno libertario se está metiendo en el oscuro túnel del retraso cambiario y la pérdida de reservas, mostrando una estructura macroeconómica débil y quedando expuesto a la posibilidad de un fracaso que, en el mediano plazo, lleve al modelo al tercer rescate financiero en menos de dos años.
En las últimas 48 horas, hubo un evento relevante, con especialistas de peso global, en el que se diagnosticó a la perfección la crisis a la que se enfrenta Milei, mientras el Gobierno vende una estabilidad que no es tal. En el marco de un encuentro privado en un think liberal de los Estados Unidos, Alejandro Werner, el ex Fondo Monetario (FMI) que le dio el crédito millonario a Mauricio Macri, presentó un documento que grafica que Milei fue salvado por Estados Unidos, que debería ocuparse más de crecer que de controlar la inflación de manera artificial y hasta contrastó el proceso virtuoso de engrosamiento de reservas de dólares de Brasil con la magra performance del ministerio de Economía que conduce Luis Caputo.
Werner expuso el jueves en el Peterson Institute of International Economics, entidad de la que es miembro, en una charla que en la que mostró un documento titulado “¿Puede el momentum de Milei derivar en una transformación económica?”. La conversación -moderada por Maurice Obstfeld, ex asesor económico de Barack Obama y José De Gregorio, del Peterson Institute y ex ministro de Energía de Ricardo Lagos, en Chile- llevó una introducción que plasma en detalle la crisis argentina que el gobierno busca ocultar. Afirman que “Milei obtuvo una gran victoria en las elecciones legislativas de medio término, pero una corrida al peso en las semanas posteriores sólo se logró frenar con un masivo respaldo financiero de los Estados Unidos”.
Agregan, a modo de introducción a la charla de Werner, que “más allá del impresionante proceso de estabilización en la primera mitad del gobierno de Milei, el crecimiento se mantiene bajo y Argentina enfrenta otros desafíos muy significativos”. Antes de darle paso a Werner, “Maury” Obstfeld -profesor en Harvard y quien también trabajó en el FMI desde 2015, por pedido de la ex titular del organismo, Christine Lagarde-, se tomó un tiempo para algunas definiciones sobre la crisis argentina. Dijo que “las reservas internacionales se mantienen negativas”, algo que días atrás puso en cifras el banco Barclays. Y agregó que “la intervención de Estados Unidos en el mercado local no tiene precedentes. El respaldo a largo plazo parece sólido, pero si se sostiene, termina mostrando lo insustentable del programa” de Milei y Caputo.
“Es tiempo de que se ocupe de la economía”
Werner –que dio el ok técnico para articular el salvataje geopolítico de 57 mil millones de dólares al Gobierno de Mauricio Macri, cuando él ejercía como titular del FMI para el Hemisferio Occidental- es un enemigo declarado de Caputo. Los que lo frecuentan aseguran que cree que “Toto” es un trader y un experto en mesas de dinero, sin capacidades para ejercer de cabeza de Hacienda. Idea con la que convive desde que lo vio gestionar, con las mismas debilidades, entre 2015 y 2019.
En un momento de la conversación en el Peterson Institute, Werner afirmó que “Milei debería sacar provecho de los resultados electorales de medio término y el apoyo financiero de Estados Unidos para ir a una estabilización más balanceada”. En la misma línea, el ex FMI consideró que es tiempo de que el Presidente se ocupe de la marcha de la economía.
“Debería focalizar más en la actividad y el balance externo y menos en la desinflación rápida. La mayoría de los planes de estabilización alcanzaron el dígito de inflación en más de 4 años”, manifestó Werner. En la conversación con los interlocutores se mostró la preocupación por los niveles magros de la economía local. Es llamativo, pero mientras el consenso de especialistas de todo tipo y color es que la economía está planchada y en crisis, Caputo se encarga de decirles a empresarios que “esto se va a recuperar una vez que se apruebe la Reforma Laboral”.
“Tuvieron que rezarle a Estados Unidos”
Luego de eso, Werner jugó una carta provocativa que desnuda la mayor crítica al manejo de la macro en Argentina. Presentó un gráfico que muestra cómo el Brasil de Lula recompuso y acumuló reservas a lo largo de los últimos años, mientras Argentina las dilapidaba para intentar contener la inflación con un dólar barato. En esa línea, Werner expresó que “a primera vista, no se percibe que el Gobierno de Milei tenga una política monetaria clara. Es una política que tuvo que ser salvada, primero, por un préstamo grande del FMI, y luego tuvieron que rezarle a Estados Unidos por un apoyo fuerte”. Claramente, agregó Werner, “la acumulación de reservas es uno de los puntos débiles del programa”.
A renglón siguiente, el ex FMI dijo que “bajar la inflación en 4 años genera fragilidad financiera” y citó casos como el de Brasil y Chile, que lo hicieron en más tiempo, pero de forma más sustentable. “El 70 u 80 por ciento de la desinflación ya está, ahora tiene que moverse a menor ritmo y con patrones más sostenibles”, dijo Werner. El economista apeló a una cita textual para graficar lo que Milei debería hacer.
“Declaremos la victoria y salgamos”, manifestó. y le otorgó la frase al senador estadounidense Rudy Dornbush, en el marco de los últimos días de la Guerra de Vietnam. La cita corresponde, en realidad, al fallecido senador por Vermont George Aiken, quien en 1966 refirió a ese hecho comunicacional como necesario, más allá de un escenario que no estaba ni cerca de ser un triunfo para Estados Unidos. Esa frase se hizo, con los años, una metáfora común en temas económicos. Werner intuye que la desinflación artificialmente conseguida trastoca objetivos fiscales pero, sobre todo, acelera la recesión a niveles pocvas veces vistos. Sin ir más lejos, luego del triunfo de Milei el 26 de octubre, la economía real se desplomó, con el derrumbe de gigantes como Whirlpool, la alimenticia Mondelez y otros jugadores, que no tienen ventas por la crisis, y despiden o suspenden. En lo que va del gobierno de Milei, ya cerraron cerca de 18 mil empresas.
Werner, en el mitín del Peterson Institute, se animó incluso a dudar de la claridad de los acuerdos con Estados Unidos. “Se necesita más transparencia sobre el respaldo de Trump no se saben las condiciones del swap ni de los desembolsos”. En la misma línea, José Fernando de Gregorio Rebeco, economista y ex ministro de minería en Chile en el gobierno de Lagos, aseguró que el gobierno de Milei “no tiene política monetaria porque usan bandas cambiarias para anclar la inflación. La economía no está creciendo, y eso es un problema”. Por último, concluyó que “déjenme decir algo: las autoridades de Argentina no le tienen miedo a la inflación, le tienen pánico a flotar”.
Por Leandro Renou / P12
























