Más oscuro échale tinta

Actualidad - Nacional12/11/2025
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Las últimas declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, acerca de la intervención del gobierno de Donald Trump en favor de Javier Milei para apuntalar el rendimiento electoral de los libertarios abren un nuevo abanico de dudas acerca de las condiciones financieras de la operación y los favores prometidos a la potencia del Norte. Es más, fue Bessent quien habló de un swap activado, lo cual implica una operación de deuda de la que nadie en el gobierno argentino aporta un dato.

En medio de la total falta de transparencia en torno a la operación, fuentes del mercado hablan de unos 2 mil millones de dólares por el rescate de octubre, a lo que se sumarían casi 800 millones que se pagaron al FMI en concepto de cancelación de vencimientos de deuda, lo cual acercaría la cifra a la banda de los 2700-3000 millones de dólares.

Cuestionado por la prensa norteamericana por el despilfarro de recursos que para muchos votantes de ese país supuso la ayuda a la Argentina, Bessent confirmó que Estados Unidos “hizo dinero” con la operación, es decir que “entró y salió” del mercado cambiario local y sugirió que, de no haber favorecido a Milei, el otro camino era derribar lanchas de narcotraficantes.

La operación Trump-Milei deja mucha tela para cortar. Por un lado, expuso como nunca la fragilidad de la economía argentina bajo la conducción libertaria y deja establecida una suerte de amenaza, bastante explícita, acerca de que si se llegara a dar un cambio de signo político, el apoyo se esfuma y, por lo tanto, se desataría una crisis cambiaria fulminante.

En segundo lugar, hay un fuerte componente de opacidad respecto de en qué consiste la operación. ¿Cuáles fueron las condiciones financieras acordadas? ¿y cuáles las no financieras, asociadas a por ejemplo la reducción de la presencia de China en el país, algo que Bessent dijo con todas las letras?

“Un buen negocio (opaco)”

En su última entrevista televisiva, a Bessent le preguntaron por qué razón el “rescate financiero” en favor de la Argentina podría beneficiar a los contribuyentes norteamericanos.

En respuesta, Bessent cuestionó la idea de “rescate” de la siguiente manera: “en la mayoría de los rescates, no se obtienen ganancias. En este caso, el gobierno de los Estados Unidos ganó dinero. Usamos nuestro balance financiero para estabilizar al gobierno --argentino--, uno de nuestros grandes aliados en América latina, durante una elección. El Presidente Milei ganó por amplio margen. El gobierno va a obtener beneficios y yo prefiero llegar a la paz mediante fortaleza económica antes que tener que disparar a narcolanchas si el gobierno colapsa. Tenemos una oportunidad generacional en América latina para crear aliados. Entonces, estabilizar la economía allí y hacer ganancias, se trata de un muy buen acuerdo para el pueblo estadounidense”.

Posteriormente, en su cuenta de X, Bessent fue un poco más específico al indicar que “nuestra intervención en Argentina nunca fue un ‘rescate’. Fue un swap de monedas que generó dinero para el pueblo estadounidense”.

Ahora bien, las declaraciones de Bessent agregan nuevas dudas a un panorama totalmente dudoso que en definitiva involucraría operaciones deuda externa, es decir, pagos futuros que deberá afrontar la sociedad argentina.

Paso a paso

Lo primero que es necesario para entender en dónde está el componente opaco de la operación es entender el paso a paso. En diálogo con Página/12, el consultor en finanzas Cristian Buteler lo explica claramente: “Antes de las elecciones, el Tesoro norteamericano ingresó con dólares al mercado cambiario. Los pesos que obtuvo a cambio los colocó en una Letra que rinde intereses”.

“Luego del triunfo electoral de Milei, la ganancia cambiaria está hecha, pero Bessent no puede retirar los dólares directamente, porque generaría nuevamente tensión cambiaria y suba del precio de la divisa. Por ello, lo que ahora se activó es el swap de monedas. Esa activación implica que la Argentina se endeuda en dólares con los Estados Unidos. Esos dólares provenientes del swap se utilizan para canjear la Letra en manos de Bessent. De modo que al final del día, Bessent hizo su ganancia y el país quedó endeudado por el tramo activado del swap”, sigue Buteler.

“La operación es escandalosa porque no hay información oficial al respecto. No sabemos las condiciones financieras de la Letra ni el monto y el plazo del tramo activado del swap. Se niegan a dar esa información”, concluye.

El diputado de Unión por la Patria Carlos Castagneto dijo lo siguiente: “1) Bessent trajo dólares. 2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, sólo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares", y le pidió al ministro Caputo que explique públicamente la operación.

Pero además de la operación de deuda externa y de apriete a la sociedad para mejorar las chances electorales del oficialismo, hay otro capítulo de cosas tal incluso más opacas. No está para nada claro qué significa “sacar a China de la Argentina”, como dijo Bessent que le prometió Milei, ni tampoco qué repercusiones puede tener ello para el país en términos del equilibrio geopolítico.

Otro tema en danza es en qué medida esta operación está ligada a un supuesto acuerdo de libre comercio del que los funcionarios ya dieron algunas pistas. Adicionalmente, ¿qué condiciones de devolución tiene el swap con Estados Unidos? ¿puede ser exigido inmediatamente?

Por Javier Lewkowicz / P12

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