


La dimensión geopolítica implícita en la reformulación de la matriz productiva de Tierra del Fuego
Actualidad - Provincial17/05/2025




El vendaval de repercusiones políticas y económicas que tuvo la decisión del gobierno nacional de eliminar impuestos a la importación de teléfonos celulares y otros productos electrónicos ensamblados en Tierra del Fuego eclipsó una arista que pasó desapercibida tanto para los actores involucrados como para casi la totalidad de los medios de comunicación que trataron la medida. En la rueda informativa del programa "Desde el canil", Cecilia Degl’Innocenti se ocupó de recuperar el punto y ponerlo en debate.


El avance del oficialismo sobre el Régimen de Promoción Económica de Tierra del Fuego, establecido por la Ley Nacional N° 19.640 de 1972, otorga beneficios fiscales y aduaneros a empresas que invierten en la provincia. Con el paso del tiempo, se ha convertido en el principal sostén del desarrollo productivo de la inhóspita región austral del país, y propició la migración de habitantes desde otros puntos del país hacia la isla.
Ahora que el Gobierno parece dispuesto a derogar dicha norma y a reformular la matriz productiva de Tierra del Fuego, la otrora política de Estado orientada al desarrollo cede lugar a una posible transformación de la región austral de una manera aún desconocida. Qué consecuencias tendría la emigración masiva de sus habitantes hacia otras regiones del país en busca de oportunidades para desarrollarse en términos laborales, aún es una incógnita.
La proximidad de Tierra del Fuego con las Islas Malvinas y la Antártida le otorgan al asunto una dimensión estratégica que va mucho más allá de las consecuencias económicas. Rica en recursos naturales codiciados en el mundo, la zona austral de Argentina está parcialmente ocupada por el Reino Unido.
Tierra del Fuego no es solo una zona industrial aislada sino el punto más cercano a las Islas Malvinas y la puerta de entrada a la Antártida, dos territorios claves en la disputa por la soberanía nacional y el control del Atlántico Sur. Dicha conexión territorial y estratégica fue omitida en las coberturas mediáticas del conflicto desatado por la eliminación de aranceles a productos electrónicos que comenzará a regir en 2026, según apuntó Degl’Innocenti.
La reducción de aranceles, entonces, plantea interrogantes mucho más allá de las consecuencias económicas. Qué modelo de país se perfila, cómo se configura la distribución territorial del desarrollo, la de los habitantes del país y el rol de la Argentina en el Atlántico Sur con tan solo algunos de los mencionados en el programa.
El 25% del territorio argentino sigue ocupado por una potencia extranjera, recordó la periodista, haciendo referencia a las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. En este contexto, Tierra del Fuego no puede pensarse sin considerar el conflicto de soberanía que todavía sigue abierto con el Reino Unido.
En medio de un debate centrado en lo económico y empresarial, es urgente recuperar la dimensión política y geoestratégica, según evaluaron los periodistas en el estudio.
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