Macri se distancia del nombramiento por decreto de los jueces que hizo Milei





Mauricio Macri encabezó una reunión de la cúpula del PRO a la que fue con una posición crítica de la decisión de Javier Milei de nombrar jueces de la Corte por decreto. Puede parecer paradójico: Macri hizo lo mismo al comienzo de su mandato aunque -le gusta aclarar al expresidente- finalmente fueron nombrados por el Senado. El ex mandatario buscó forzar un pronunciamiento del PRO que criticara la decisión de Milei, pero se encontró con la resistencia del sector acuerdista de su partido. Finalmente, no hubo comunicado. No obstante, sobre el final del día el expresidente recurrió a su cuenta de X: "La experiencia empírica me indica que la designación de jueces a través de un mecanismo como el utilizado por el gobierno no es correcta", escribió.
Cerca de la medianoche apareció el tuit de Macri. Allí no solo consideró como incorrecta la decisión del decreto, también ratificó su posición de que "los jueces que ocupen los cargos más altos del Poder Judicial no pueden ser objeto de tanto rechazo. La confianza en la justicia y en las instituciones es una condición indispensable para la estabilidad de la democracia y la prosperidad del país", aseguró. Por último indicó que "mi posición es la mayoritaria dentro del PRO, como quedó plasmada en el informe producido por la Fundación Pensar". El tuit de Macri se publicó acompañado de un escrito de Martín Casares, secretario general del Colegio Público de la Abogacía.
La reunión que transcurrió en la sede del PRO sobre la calle Balcarce haía terminado sospechosamente sin definiciones. Un muy apurado Macri salió volando sin querer decir nada sobre la Corte: “Tengo el cumpleaños de mi hija y me está esperando hace un rato”, se excusó. Todas señales de un encuentro que fue picante.
Adentro habían quedado el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez (ambos en la línea de Macri) y los más acuerdistas Diego Santilli, Cristian Ritondo y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Por Zoom, se había conectado el gobernador de Chubut, "Nacho" Torres, y el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, no estuvo por problemas de agenda, igual que la presidenta de la Fundación Pensar, María Eugenia Vidal.
En el encuentro, Macri se mostró muy crítico de la decisión de Milei y de los jueces que eligió (en particular, el expresidente hizo público varias veces su rechazo a Ariel Lijo). E intentó hacer pasar un borrador que habían armado de comunicado. En su mayoría se basaba en las críticas que ya señaló en el diario La Nación el exjefe de Gabinete de Germán Garavano en el gobierno de Macri, Martín Casares: allí se decía que una decisión así vulnera las instituciones, complica la seguridad jurídica y la confianza en el Poder Judicial.
Macri tuvo el apoyo del sector autonomista del PRO (su primo, la intendenta de Vicente López y sus habituales adláteres, como Fernando De Andreis), pero tuvo una oposición férrea de los acuerdistas. En particular se destacaron los discursos en contra de Torres, Santilli y en especial de Montenegro, que tiene una relación personal con Lijo. Los tres se negaron a firmar el comunicado.
Finalmente, al no poder llegar a un acuerdo, el borrador quedó en borrador y no hubo comunciado oficial del PRO.
Quien salió a dar algunas declaraciones en modo de vocero del encuentro fue el jefe del bloque de Senadores, Alfredo De Angeli. “La mayoría del bloque va ir en contra del pliego de Lijo”, remarcó siguiendo la postura que ya había marcado el PRO. Los que no lo harán, probablemente, sean Luis Juez (ya alejado de Macri) y la tucumana Beatriz Ávila, quien firmó el dictamen de Lijo. En tanto, De Angeli evitó pronunciarse sobre el otro juez: “No tiene dictamen el juez Mansilla y van en el mismo decreto. Va haber un gran debate dentro del Senado. Lo tengo que hablar con los integrantes del bloque”, dijo.
Pese a la resistencia del sector acuerdista, se filtraron otros dirigentes del PRO que hicieron conocer la posición de Macri. Uno fue el exministro de Economía Hernán Lacunza: "Para no confundir antecedentes. Rosenkratz y Rosatti no fueron designados por decreto. Fueron propuestos en diciembre de 2015, pero ni asumieron en comisión. Luego fueron aprobados por el Senado en junio de 2016, previo dictamen favorable de la comisión de acuerdos. Diferente a hacerlo a tres días del inicio de sesiones, luego de un período donde el Senado tuvo nueve meses para prestar acuerdo, y decidió no hacerlo".
También había expresado su rechazo la senadora Guadalupe Tagliaferri, más ligada al larretismo: "La decisión del Ejecutivo de nombrar por decreto a los nuevos integrantes de la Corte es absolutamente dañina para el país. Sin acuerdo del Senado, se genera incertidumbre y una inseguridad jurídica inconmensurable para todos aquellos que buscan volver a confiar en la Argentina".
La Provincia
Un segundo tema que atravesó el encuentro es la política de alianzas con La Libertad Avanza. Si bien Macri ve cada vez más dificil un acuerdo, coincidió con Ritondo y Santilli en que debe intentarse en la provincia de Buenos Aires para hacerle frente al peronismo. El ex presidente consideró que, de mínima, hay que llegar a un frente con la UCR de Maximiliano Abad y, si Karina Milei y Sebastián Pareja lo permiten, también con LLA.
También Macri expresó su malestar (por decirlo suavemente) sobre la denuncia que le hizo el funcionario de Milei Iñaki Arreseygor, a cargo del control de la hidrovía. El funcionario sostuvo que Macri había confabulado con una de las empresas para sabotear todo el procedimiento y que se cayera la licitación. En el Gobierno, frecuentemente acusan al expresidente de querer meter sus intereses en el negocio de la hidrovía. Macri identificó la denuncia como una jugada de Santiago Caputo. El ataque no mejoró el clima para llegar a una alianza electoral.
Por Werner Pertot / P12