La salida inesperada de un CEO, ¿cómo debe actuar la organización?
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Las empresas tienen el constante reto de mantener su estabilidad, tener y mantener buenos resultados, al igual que estar preparado para cualquier eventualidad, pero ¿qué pasa cuando el director general se marcha inesperadamente?
La salud y la edad son algunos motivos de la salida inesperada de un CEO, pero también se atribuye a un mal desempeño, una oferta laboral más atractiva e incluso pasar por una crisis mediática que no puede controlar, comenta Francisco Beltrán, profesor del área de política de empresas y director del programa de alta dirección en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Business School).
Por otra parte, el 50% de las empresas considera que uno de los desafíos en la sucesión de un CEO es que la transición sea efectiva, de acuerdo con el estudio Transiciones estratégicas: Claves para la gestión de cambios en el consejo de administración y la sucesión de CEOs, realizada por la consultora Robert Walters.
De manera que, una salida inesperada impacta negativamente y puede desestabilizar a la organización si no existe un plan de sucesión, si el proceso demora más de lo esperado o si la elección del nuevo gerente general no fue la adecuada.
Impacto de una salida inesperada
Las consecuencias del retiro de un CEO varían, de acuerdo con el motivo de separación, es decir, si se fue con la competencia, es probable que haya una fuga de talento y clientes.
Se puede llevar clientes, al mismo personal de la empresa, porque es posible que un equipo lo siga por temas de lealtad”, añade Francisco Beltrán.
Asimismo, también repercute en el valor de las acciones por la incertidumbre y, por ende, una caída en el precio de las acciones, lo cual afecta la valoración de la empresa, argumenta Alfredo Araneda, senior director en Hispanoamérica en Robert Walters.
“Los accionistas pueden preocuparse por la capacidad de la empresa para cumplir con sus objetivos financieros a corto y largo plazo”, comenta Alfredo Araneda.
Aunado a que la reputación también influye en estos casos, debido a que si el CEO se fue de una empresa que es fuerte en la industria y se fue con la competencia, se puede especular que no existen buenas condiciones.
Si se fue a una empresa que no es líder, pero se fue por un tema de compensación, que le pagaron mejor, en este escenario el impacto en la reputación es mucho menor”, puntualiza Francisco Beltrán.
Cabe mencionar que si la empresa no cuenta con un plan de sucesión para estos casos y el consejo de administración demora en elegir al próximo CEO, provoca que tanto clientes, como inversionistas disminuyan la confianza en la capacidad de la empresa para tratar crisis.
Plan de acción en la sucesión
Alfredo Araneda expresa que el tiempo promedio de un CEO varía, pero se estima que es entre cinco y siete años; sin embargo, puede ser más corto en las industrias que crecen rápidamente o en los sectores tecnólogos, en donde la constante innovación y adaptabilidad son clave.
Pero, cuando se trata de empresas institucionalizadas o que cotizan en la bolsa, la sucesión debe ser rápida y eficiente, donde el consejo de administración debe anticipar la salida inesperada y contemplar a los candidatos.
“Recuerdo que hubo la sucesión con CEMEX, cuando falleció Lorenzo Zambrano. Inmediatamente se hizo el anunció de quien lo iba a sustituir y generó poco ruido en el mercado”, relata Francisco Beltrán.
En tanto, el plan de sucesión debe identificar líderes potenciales dentro de la organización, que identifiquen estrategias de negocio, puedan asumir roles más altos y compartan la misma visión.
De igual manera, se aconseja que, para esta situación inesperada, se considere al talento interno, debido a que si buscan por fuera, la percepción de los colaboradores es que no existen oportunidades de crecimiento, además de la desmotivación por no sentirse aptos para el puesto.
Como resultado, un punto que deben considerar para la selección de un CEO ante la inmediatez son las soft skills. “Es más relevante conocer los retos estratégicos que la industria en sí”.
Nota:eleconomista.com