Consejos prácticos para potenciar tu bienestar emocional
Del bienestar físico al mental y de ahí al bienestar emocional. La salud integral incluye la salud emocional, muy presente en los nuevos planes corporativos para el cuidado de las plantillas. Porque para sentirse bien es necesario mantener el equilibrio entre todas esas facetas. Es decir, apostar por programas de bienestar laboral totales. En este artículo, los expertos de Cobee hablan sobre cómo podemos potenciar el bienestar emocional.
Hasta hace bien poco, hablar de bienestar en las empresas era hacerlo de seguridad en el trabajo. Más tarde irrumpió la necesidad de garantizar la salud física, a través de la prevención de enfermedades y del impulso de la actividad deportiva. Y en los últimos años, especialmente desde 2020, la salud mental ocupa un lugar protagonista en las acciones diseñadas desde RRHH.
Ahora, sin embargo, le toca el turno a la salud emocional. Porque solo en el equilibrio entre esta, la salud mental y la salud física puede construirse el bienestar integral de una persona y, con ella, de toda una plantilla.
El bienestar emocional cierra el círculo necesario para garantizar el cuidado de los equipos de trabajo.
Adaptabilidad y Resiliencia como Parte del Bienestar Emocional
Pero ¿de qué hablamos cuando lo hacemos de bienestar emocional? De todo aquello que tiene que ver con nuestro estado de ánimo, de aquello que lo perturba y que lo fortalece. Es decir, de todos esos factores que garantizan una gestión correcta de las emociones y que estas sean de carácter positivo.
Un buen ejemplo es la adaptabilidad y resiliencia. Hoy en día, ambos conceptos son inherentes al bienestar emocional. En un contexto de máxima incertidumbre y de cambios a pasos agigantados, en el que la rapidez lo es todo, también la disrupción, hacerse con las dosis suficientes de adaptabilidad y resiliencia es necesario para mantener el bienestar emocional y no caer en el desasosiego o la desesperanza.
Tampoco para precipitarse hacia enfermedades severas como la depresión, porque la salud mental y emocional van de la mano. De hecho, se habla de bienestar psicoemocional. No en vano, una de las funciones de las emociones son las denominadas adaptativas.
La relevancia de las emociones en nuestra salud
La salud emocional está ligada a la salud mental, pero también a la física. Así que, no solo debemos hablar de bienestar emocional y mental, sino también físico, todo ello de forma global. De hecho, existen procesos psicológicos y reacciones fisiológicas fuertemente asociadas a las emociones.
Pongamos un ejemplo de bienestar emocional para entender las implicaciones psicológicas y fisiológicas de las emociones: el que nos brinda la felicidad.
Esta emoción, esta sensación, la de la felicidad, que habla de una estabilidad emocional duradera, desencadena una reacción fisiológica que conlleva el aumento de la frecuencia cardiaca o el incremento en frecuencia respiratoria. Y a nivel mental, procesos como la empatía, la creatividad, la estimulación de la memoria. A nivel conductual, deriva en una mayor motivación para alcanzar las metas personales o profesionales, ya que genera actitudes positivas al respecto.
La felicidad, de hecho, y con ella la felicidad del empleado o empleada, rema a favor de relaciones interpersonales más sanas y colaborativas y apuntala la sensación de bienestar o autoestima, tal y como apuntan diversos estudios académicos al respecto.
Bienestar emocional en el ámbito laboral
Dicho lo anterior, no cabe duda de que incrementar y perpetuar el bienestar emocional en las empresas no puede traer más que beneficios a las corporaciones. Pero ¿cómo lograrlo? ¿Cómo apuntalar un adecuado nivel de bienestar emocional?
Existen condiciones laborales óptimas para favorecer la salud mental y emocional. Algunas de ellas son:
Crear un ambiente laboral positivo, basado en la cooperación y el compañerismo, que además cuente con un espacio físico saludable.
Implementar políticas que favorezcan la transparencia, la igualdad, la diversidad y la inclusión, en definitiva, la justicia social y los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Diseñar estrategias de compensación total que mejoren las condiciones de trabajo de los y las profesionales.
Desarrollar medidas y acciones que faciliten el trabajo y el ritmo de vida diario de los talentos: flexibilidad, conciliación, teletrabajo…
Habilitar recursos en la empresa destinados a mejorar la salud física, mental y emocional: servicios de coaching, psicología, fisioterapia, gimnasio, etc.
Fomentar el liderazgo humanista y una adecuada gestión de las cargas de trabajo y responsabilidades.
Gestión del estrés laboral y teletrabajo para el bienestar emocional
La gestión del estrés laboral, el gran mal de nuestro tiempo, es vital para lograr el bienestar emocional en el trabajo. De ahí que sea importante tomar medidas complementarias entre sí.
Por ejemplo, ofrecer formación al respecto para adquirir habilidades como la resiliencia o la adaptación al cambio. Pero también brindar soluciones personalizadas que permitan aplacar el estrés, como el teletrabajo cuando gran parte de esa zozobra proviene de la incapacidad de conciliar vida profesional y personal.
Nota:rrhhdigital.com