El rápido deterioro de un Gobierno sin poder, pero con capacidad de daño
En sus exposiciones públicas Javier Milei grita, salta, gesticula, insulta, le hace bullying a sus oponentes. Pero el show violento que atrajo a muchos votantes mutó en un stand up patético que ya no asusta. Espanta. La estampida con operaciones entre los propios es un signo del acelerado desgaste que erosiona al gobierno. Otras tres muestras del despoder en el que se sumergió Milei:
-La ecléctica Cámara Federal de Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico ordenó al gobierno hacer lo que no quiere: repartir los alimentos que mantiene retenidos desde que asumió. Los magistrados, sobre todo en Comodoro Py, tienen un sexto sentido para detectar el despoder. En las empresas se lo conoce como Ejecución estratégica: es la acción de decidir para beneficiarse del contexto en perspectiva.
Es lo que suelen hacer los jueces, cuya única perspectiva es permanecer, gobierne quien gobierne.
-En el Congreso, peronistas y radicales alumbraron dos tercios para aprobar en Diputados una nueva fórmula jubilatoria. Lo mismo puede ocurrir en el Senado. La aritmética parlamentaria indica que con dos tercios se puede activar un juicio de destitución presidencial.
¿Será eso lo que en verdad preocupa al entorno político del presidente, que aceleró el toma y daca para evitar que el Senado repita la mayoría especial? Antes, el próximo 12 de junio, el gobierno probará la efectividad de su capacidad de convencimiento cuando se trate la media sanción de la Ley Bases que, aunque vuelva pasteurizada a Diputados, será presentada como un triunfo. Las ofertas que llegaron como tentación a los senadores incluyeron embajadas, obra pública, permisos financieros y mejoras en los presupuestos personales. Métodos de casta, puro y duro.
-Otra muestra de despoder es el derrumbe en los mercados y la presión cada vez más ostensible para que se devalúe. El campo no liquida la cosecha, los fondos de inversión se retiran de la timba que les armó Luis Toto Caputo, el Banco Central gasta divisas que no tiene para cubrir agujeros y evitar que se disparen los dólares financieros. Y el miércoles el FMI avisó que tiene dudas sobre el plan fiscal y demora la aprobación de los 800 millones de dólares para cubrir un tramo del acuerdo en julio. A diferencia de los jueces, el FMI no huele la cala: lleva la corona al velorio.
Como ex funcionario de Fernando de la Rúa, Federico Sturzenegger pude dar fe.
La pérdida de poder no disminuye la capacidad de daño del Gobierno. Por el contrario, la potencia. Para agasajar las necesidades del FMI el gobierno retomó el plan de aumentos mensuales en las tarifas de luz y gas. El tarifazo se hará sentir con especial saña en los bolsillos de los sectores medios y bajos, con incrementos que van del 180 al 400%.
Las agresiones al bolsillo, el creciente desempleo y el rebote de la inflación laceran el vínculo de Milei con sus votantes, los únicos que, según las encuestas, todavía lo aguantan.
Muchos de ellos padecen las inclemencias de la motosierra y la licuadora, pero siguen convencidos de que el presidente, en su condición de pretendido outsider, cumple con el mandato electoral de no robar.
Habrá que ver cómo impacta en ese sector aún esperanzado de la población el creciente destape de corrupción, que se expande desde el ministerio de Capital Humano hacia otras oficinas del elenco y el entorno presidencial.
Por Adrian Murano * Nació en el barrio porteño de Villa Urquiza, en 1973. Egresado de la escuela de periodismo Taller Escuela Agencia (TEA), lleva 30 años desarrollando el oficio de periodista en radio, gráfica y tevé.
En radio trabajó en las radios América, La Red, Del Plata y Somos Radio, entre otras emisoras, donde cumplió tareas como productor, columnista y animador. En la actualidad conduce Verdades Afiladas, en el mediodía de El Destape Sin Fin, de Buenos Aires.
En televisión fue columnista político en las señales de noticias A24 y CN23, participó de ciclos periodísticos en la Televisión Pública, y condujo el programa de entrevistas Tenemos Que Hablar (#TQH).
Escribió sobre actualidad política y económica en Noticias, Veintitrés, Poder y Perfil, entre otros, donde cumplió tareas como cronista, redactor y editor.
En la última década ejerció la secretaría de Redacción en el diario cooperativo Tiempo Argentino. En la actualidad escribe y edita en El Destape.
Publicó los libros de investigación periodística Banqueros, los dueños del poder (Editorial Norma) y El Agitador, Alfredo de Angeli y la historia secreta de la rebelión chacarera (Editorial Planeta). / El Destape