No la ven: Standard and Poor's declaró en default selectivo a la deuda argentina

Economía 15 de marzo de 2024
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La calificadora de riesgo Standard & Poor's (S&P) Global Ratings sostuvo que el canje de deuda en pesos que la Argentina realizó esta semana "es problemático y equivale a un impago", por lo cual bajó la nota de los títulos argentinos a "default selectivo". "Rebajamos nuestras calificaciones en moneda local de Argentina a SD (selective default) tras el anuncio de un canje de deuda denominada en pesos que consideramos no oportunista. Consideramos que el canje es problemático debido al escaso acceso del Gobierno al mercado y a nuestra previsión de que, en ausencia de participación, es probable que se produzca un impago convencional", señaló la firma financiera.

El equipo económico del gobierno concluyó un megacanje de deuda en pesos. La operación buscó aprovechar las bajas tasas de interés del mercado secundario de bonos que ajustan por CER para extender los vencimientos de corto plazo y postergarlos hasta entre 2025 y 2028. Con esta iniciativa, el Gobierno logró patear para los próximos años vencimientos de deuda por $42,6 billones que caían este año, en el marco de una estrategia destinada a contener el déficit financiero y sumar algunos porotos de cara al objetivo de levantar el cepo cambiario.

La Secretaría de Finanzas alcanzó el martes un nivel de aceptación del 77% en el canje de deuda en moneda local sobre el total de vencimientos de los títulos que vencían en 2024, por un monto que alcanzaba los $57 billones. Como segundo paso, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la emisión de $60 billones para otorgar a los que adhirieron al megacanje. 

S&P consideró que la mayoría de los canjes de deuda con niveles de calificación tan bajos equivalen a un impago (default) siguiendo nuestros criterios y definiciones de calificación". "Una vez completado el canje de deuda -incluida la emisión de los nuevos títulos- consideraríamos curado el impago en moneda local, y probablemente elevaríamos nuestra calificación a largo plazo en moneda local a la categoría ´CCC´", añadió la calificadora, en un comunicado.

La calificadora explicó que "la trayectoria de nuestras calificaciones a largo plazo para Argentina dependerán de la capacidad de la nueva administración para avanzar en su plan de estabilización". "A pesar de la falta de consenso político en el Congreso y con los gobernadores, el Gobierno ha logrado avances iniciales en la reducción de su déficit fiscal, la reducción de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el blue, y la acumulación de reservas de divisas", agregó. 

A la vez, resaltó que la inflación "ha descendido por segundo mes consecutivo. Nuevos avances en estos ajustes económicos, junto con un mejor acceso a la liquidez, serían un buen augurio para la calificación soberana a largo plazo".

Los objetivos trazados para la ejecución de esta operación son múltiples y convergen en la optimización de la estructura financiera del país, según sostiene el texto oficial. En primer lugar, se busca canjear los títulos públicos existentes por nuevos instrumentos con vencimientos más prolongados, estrategia destinada a fortalecer la solidez y la estabilidad a largo plazo de la deuda pública.

Una meta paralela de gran relevancia es la reducción del costo asociado a la deuda pública, lo que implica una gestión eficiente de los recursos financieros y una disminución de las obligaciones financieras a corto plazo, agrega el Boletín Oficial. "Este enfoque contribuirá significativamente a la sostenibilidad económica y al manejo responsable de las finanzas nacionales", añadió el Palacio de Hacienda. 

El megacanje permitió así refinanciar papeles indexados por inflación que vencen este año por un monto total de $57 billones, equivalente a u$s71.000 millones. Para ello lanzará títulos por un valor técnico de $105 por cada lámina de "100; es decir, que ofrecerá un sobreprecio de $5 por cada $100 de nominal que rescate del mercado, lo que implica una emisión adicional de $2,8 billones con los que premiará a los bancos. Durante el primer bimestre, para evitar imprimir pesos, licuó jubilaciones por $1,6 billones en un supuesto recorte a la “casta”. 

El Destape

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