Invasión de mosquitos: cómo diferenciar las picaduras

Actualidad - Nacional 09 de enero de 2024
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La invasión de mosquitos en el Area Metropolitana de Buenos Aires provocó un aumento de casos positivos de dengue y encefalitis equina, por lo que resulta conveniente saber cómo diferenciar ambas picaduras. Los especialistas explican también qué se debe tener en cuenta a la hora de usar repelentes.

El mosquito Aedes Aegypti es el que transmite el dengue y es uno de los más comunes en las zonas urbanas ya que se reproduce en lugares hogareños donde se acumula agua. Mientras que el mosquito Aedes albifasciatus es el que transmite la enfermedad de la encefalitis equina y que en las últimas semanas comenzó a darse a conocer por su contagio a seres humanos.

En esta ocasión, esa especie se crea en espacios rurales producto de las intensas lluvias. Los experto señalan que esta especie pica fuerte porque está acostumbrada a alimentarse de bovinos, quienes tienen un cuero más resistente.

"A diferencia del mosquito que nosotros tenemos acá en la ciudad, en nuestras casas, que es el Aedes aegypti, que transmite el dengue, chikungunya y otras virosis, este es un mosquito charquero que molesta mucho y es agresivo", explicó el ingeniero zootecnista Guillermo Pedro Mariategui.

Con ambas especies dando vueltas por la Capital Federal, es importante reconocer cómo son ambas picaduras para estar alertas ante la aparición de cualquier síntoma.

En este sentido, los expertos señalan que el mosquito que transmite la encefalitis equina "deja una huella más reconocible por la intensidad" y que puede picar a través de la ropa. Caso contrario sucede con el dengue, que tiene menos potencia y necesita el contacto con la piel del humano. La marca que deja sobre la piel el mosquito del campo es más rojiza y de tipo roncha, cuando el urbano es una picadura común a la de cualquier mosquito.  

Otra de las señales también a tomar en cuenta es que el Aedes Aegypti es negro con manchas blancas, mientras que el Aedes Albifasciatus es marrón.

Algunos especialistas señalan que los mosquitos tienen un promedio de vida de entre 15 y 30 días, por lo que todavía quedan varias jornadas hasta que cese la invasión.

En tanto, especialistas del Conicet aclararon que la efectividad de los repelentes no cambia según el tipo de presentación --aerosol, spray, gel o crema--, mientras que la duración del efecto varía en función de la concentración, pudiendo alcanzarse hasta 10 horas de protección con los de mayor porcentaje de principio activo.

El especialista del Laboratorio de Patología de Insectos Vectores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, Conicet-UNLP) Juan José García explicó que "los repelentes con cualquiera de los tres activos" --DEET, el IR3535 y la Icaridina-- "son iguales de efectivos, no varían según la marca o varían levemente, así que lo más importante es guiarse por el precio", porque "no se justifica pagar de más". "Solo es necesario leer atentamente las recomendaciones de uso que están en el frasco y seguirlas al pie de la letra", agregó. 

En tanto, para la investigadora del Conicet en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (Unidef) Laura Harburguer el uso de repelentes es necesario a pesar de que los mosquitos de la especie Aedes albifaciatus que predominan estos días, no respondan del todo eficientemente a ellos. "Las diferentes formulaciones que uno puede encontrar en el mercado conteniendo DEET van del 7% hasta casi el 30%. Ese porcentaje es lo que va a determinar la duración del efecto repelente sobre la piel", señaló.

García coincide y agrega que con el porcentaje más alto se "puede alcanzar hasta 10 horas de protección" mientras que con el más bajo se obtienen "3 o 4 horas de protección". 

En cambio, "el IR3535 generalmente se encuentra al 20% de concentración y su poder de repelencia es un poco más corto, aproximadamente entre 6 y 7 horas" mientras que en el caso de la icaridina, "los repelentes son al 20% en general y aseguran también entre 8 y 9 horas de protección".

Lo importante, según Harburguer, es tener en cuenta si uno va a exponerse al aire libre mucho tiempo. "Entonces conviene utilizar productos que tengan mayor porcentaje del ingrediente activo, leer cuánto dura y cómo utilizarlo, y también tener en cuenta sobre quién se va a aplicar", dijo.

"Todo depende de la actividad que uno esté desarrollando. Si uno está en un día donde hace mucho calor, probablemente la reaplicación tenga que ser mayor. Si uno se va a meter en una piscina, se va a meter en la playa, también va a tener que hacer la reaplicación más frecuente", agregó.

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